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La 'número dos' del Ayuntamiento de Vitoria denuncia amenazas a su familia por la huelga de los jardineros

La teniente de alcaldesa de Vitoria, Beatriz Artolazabal

Rubén Pereda

Vitoria —

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La teniente de alcaldesa y concejala delegada de Espacio Público y Barrios de Vitoria, Beatriz Artolazabal, que fue consejera del Gobierno vasco con Iñigo Urkullu, ha denunciado la aparición de pancartas intimidatorias en su casa en el marco de la huelga de los jardineros de la ciudad, que se declaró hace ya tres semanas. “Voy a hablar de presiones que se están recibiendo. En concreto, las mías. En mi pueblo, los trabajadores de Enviser vienen a mi pueblo a poner pancartas, a un pueblito en el que no llegamos a cuarenta vecinos. Vienen a mi casa a ponerme carteles intimidándome. A mí, por supuesto que no, a mí no me van a intimidar. Pero con mi familia hay cosas que no voy a permitir. Esas rayas no se pueden superar”, ha expresado Artolazabal. “Esta no es la vía para reclamar mejoras salariales. La huelga es un derecho y la protesta es legítima, pero no se pueden traspasar los límites del respeto”, ha añadido más tarde en un mensaje difundido en redes sociales.

Los jardineros dieron comienzo a la huelga indefinida el pasado 26 de marzo. La plantilla de la contrata de parques y jardines de la ciudad, adjudicada a la empresa Enviser, protestan por una situación que se ha vuelto “insostenible” por unas condiciones laborales que tachan de “vergonzosas”. Lamentan que cobran hasta 11.000 euros menos al año que el personal propio del Ayuntamiento. Desde un primer momento han acusado a la empresa de hacer “oídos sordos”, pero también subrayan que esto convierte al Ayuntamiento en “responsable”. “Ante las reiteradas solicitudes realizadas por el comité de empresa para iniciar una negociación, la empresa no quiere saber nada. Está claro que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz es el responsable de esta situación, al permitir a la contrata mantener unas condiciones laborales vergonzosas en unos servicios públicos que son de su responsabilidad, como se trata del mantenimiento de parques y jardines y del anillo verde la ciudad”, se quejaban al comienzo de la huelga. Artolazabal es la responsable del área de Espacio Público, bajo la que cae la gestión de los jardines.

Significativamente, los trabajadores dieron comienzo a las protestas por la huelga con una concentración ante el Ayuntamiento en el momento en que se celebraba una comisión de Espacio Público. Denunciaban que, al estar “bajo un convenio estatal que se negocia a muchos kilómetros”, los salarios son “muy bajos” y “no responden a la realidad” que se vive aquí. Ya desde un primer momento, el Ayuntamiento se escudó en que la negociación ha de darse entre los trabajadores y la dirección de la empresa. “Nos hemos reunido con las dos partes. Hemos intensificado los contactos, pero son ellos los que tienen que solucionar la situación. Nosotros nos aseguramos de que el contrato se cumpla y de que los trabajos que se hagan se paguen. Pero las reivindicaciones se las tienen que presentar a la dirección”, aclaraba el Consistorio a preguntas de este periódico.

Seis de 80 trabajando

Este miércoles, en comisión, Artolazabal ha puesto números a la huelga: de los 80 trabajadores que están en plantilla con Enviser, 55 están en huelga, 19 están de baja y seis están trabajando, aunque en su mayor parte en tareas administrativas. “Las huelgas son un derecho constitucional y, por tanto, máximo respeto a ese derecho que tienen los trabajadores y las trabajadoras para defender sus condiciones laborales”, ha recalcado Artolazabal, que se ha dicho consciente de que las huelgas “siempre” acarrean consecuencias. “Cuando se está en huelga, se perjudica a los trabajadores, porque dejan de tener una retribución y tiene consecuencias en sus cotizaciones; a la ciudad, porque, con el sol, el calor y el agua, los jardines empiezan a estar demasiado naturalizados, empiezan a tener las hierbas demasiado altas, y también a la empresa, que va a dejar de recibir honorarios por los trabajos que está dejando de realizar”, ha ilustrado.

El alto seguimiento de la huelga, ha explicado Artolazabal, ha hecho que se hayan paralizado “casi el 100%” de las acciones contratadas a Enviser. “Los jardines van a estar desmadrados”, ha llegado a decir en una de sus intervenciones durante la comisión de este miércoles. Un ejemplo es el de las siegas, trabajos que en circunstancias normales se ejecutan de forma periódica y que ahora están compeletamente parados: se hizo la primera siega primaveral y luego no ha habido más por la huelga. “Ese segundo corte primaveral se ha quedado a medias”, ha confirmado la teniente de alcaldesa. Los paros han afectado igualmente a la limpieza y mantenimiento de los grandes parques de la ciudad. En los centros escolares de titularidad pública, se hacen también siegas y escardas y se recogen los frutos que pudieran caer al terreno, labores que de igual manera han quedado detenidas. El último de los grupos de tareas es el del mantenimiento del riego automático, para el que no hay trabajadores disponibles por el momento a causa de la huelga.

Ha sido EH Bildu el grupo que ha preguntado por el asunto, concretamente sobre los trabajos que quedan pendientes de ejecutar con motivo de la huelga. El edil abertzale, Jon Molina, ha señalado que el tema se está volviendo ya “recurrente” y que la situación está teniendo consecuencias “lamentables” para muchas familias de la ciudad. Ha asegurado, además, que el descuido de los jardines es ya palpable en muchas zonas. Ha preguntado también por la sanción que se prevé imputar a la empresa por los trabajos no acometidos. Según sus datos, a la empresa se le están adjudicando dos millones de euros al año, lo que supone 9.000 euros diarios, por labores que denuncian que no se están acometiendo. En más de una ocasión, el edil de EH Bildu ha sugerido que la empresa se ve con capacidad para “alargar” el conflicto ante la falta de “presión” por parte del Consistorio. “La empresa tiene que sentir que el Ayuntamiento está encima por el incumplimiento de ese contrato. Tiene que saber que va a ser sancionada”, le ha requerido Molina a Artolazabal.

“No procede la imposición de penalidades, porque no puede considerarse una causa imputable a la empresa y por tanto no le podemos sancionar. El derecho a la huelga es de especial protección”, ha respondido, tajante, Artolazabal. ¿Qué sucede, pues, con los servicios que Enviser no está prestando? “No se van a pagar, porque pagamos en función de los trabajos realizados. Aquel trabajo que no se ejercite no va a ser abonado por el Ayuntamiento”, ha aclarado a continuación.

EH Bildu también ha preguntado por las gestiones que la concejala delegada está haciendo para intentar subsanar los problemas y poner fin a la huelga. “Artolazabal da la cara”, le ha respondido a Molina, arguyendo que tiene una actitud “dialogante con todo el mundo”. Y ha enumerado sus acciones: la propia Artolazabal se reunió con el comité de empresa antes de que se convocase la huelga y el director de Mantenimiento, adjunto a Espacio Público, ha mantenido varias reuniones con la empresa. Mantienen, asimismo, un contacto diario para disponer de información sobre la evolución de la huelga. A la empresa, ha subrayado, le han reiterado la “necesidad de negociar e intentar llegar a acuerdos”. “Les hemos exigido que mantengan la mesa de negociación”, ha apostillado. “Esperemos que, a la mayor brevedad, sean capaces tanto la empresa como sus trabajadores de llegar a un acuerdo para mejorar las condiciones laborales y reiniciar el servicio para que la ciudadanía de Vitoria no se vea perjudicada”, ha zanjado. Para EH Bildu, las explicaciones han resultado “insuficientes”.

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