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Opinión - ¿Y tú me lo preguntas? Por Esther Palomera

Feijóo arrastra al PP Europeo a apoyar a Mazón pese a su gestión de la DANA

Feijóo y el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, en una visita a FITUR

Irene Castro / Aitor Riveiro

24 de enero de 2025 22:18 h

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Tras la zozobra inicial, Alberto Núñez Feijóo ha decidido cerrar filas con Carlos Mazón, pese a los errores en la gestión de la DANA en la que murieron al menos 224 personas. Y, con él, va a arrastrar al PP Europeo, que celebrará en Valencia a finales de abril el congreso para renovar su liderazgo. La decisión no ha estado exenta de polémica por las dudas que genera en la dirección europea del partido, donde son conscientes de las cuitas internas de la organización nacional, la decisión de llevar el cónclave a la zona arrasada, conocido el malestar que un encuentro de ese tipo pueda desatar entre los vecinos, que han organizado manifestaciones y protestas de todo tipo contra Mazón.

El PPE preguntó a Génova sobre la idoneidad de celebrar el congreso en la zona arrasada por las inundaciones, según han explicado fuentes de la formación a elDiario.es. Lo hizo en otoño, poco después de la catástrofe. A los socios europeos de Feijóo les saltaron las alarmas por el efecto negativo que pudiera tener la presencia de todos los tótems en la zona afectada, que para ese momento no estará ni mucho menos recuperada. En otras palabras, consideran que el despliegue que supone un congreso de estas características, con la presencia de primeros ministros y líderes de los 27 países de la UE, puede irritar a los vecinos más que transmitir sensación de ayuda.

El temor que reconocen las fuentes consultadas, además, es que se organicen manifestaciones aprovechando la estancia de la alta dirigencia europea. La presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es obligada en una cita en la que también se espera la asistencia de comisarios europeos (el PPE tiene 14), primeros ministros, como el polaco Donald Tusk o el griego Kyriákos Mitsotákis, entre otros, además de una nutrida representación de medios de comunicación internacionales. 

Preocupación por la reacción

En los días posteriores a la DANA, Felipe VI, Pedro Sánchez y Carlos Mazón fueron increpados durante una visita a Paiporta. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y el presidente del Gobierno tuvo que retirarse de la visita. Desde entonces, las manifestaciones por la gestión han sido multitudinarias y los abucheos en las recepciones de políticos, la norma. Feijóo, de hecho, viajó por sorpresa a Valencia, para arropar a Mazón con una agenda discreta y un acto blindado con alcaldes y concejales. 

A pesar de las reticencias expresadas por el partido a nivel europeo, Génova descartó cambiar la ubicación, según las fuentes consultadas, que también apuntan al “lío” dentro del PP español. 

En las semanas posteriores a la catástrofe Feijóo evitó inicialmente respaldar a Carlos Mazón, quien todavía no ha explicado del todo dónde estuvo aquel martes 29 de octubre en el que solo apareció en el centro de mando pasadas las siete de la tarde, con media provincia ya anegada y una Generalitat que mandó la alerta a los móviles de la ciudadanía cuando ya había muertos y muchos ciudadanos tenían ya el agua al cuello. El líder del PP desautorizó a su barón, con el que tiene malas relaciones desde que en 2023 desbarató la estrategia de Génova al cerrar por la vía rápida un acuerdo de coalición con Vox. Feijóo pidió reiteradamente la declaración de la emergencia nacional y, de paso, quitarle el mando al presidente de la Generalitat para dárselo al Gobierno central.

Pero las encuestas motivaron el giro de Feijóo en apenas días, y el líder del PP pasó a defender toda la gestión de Mazón. Feijóo, y con él todo el partido, han llegado a asegurar que la presencia del presidente valenciano en el Cecopi el 29 de octubre no hubiera servido para nada, ha dicho estar “orgulloso” de él y ha dado por buena las diferentes versiones que Mazón y su equipo han improvisado para justificar su larga ausencia el día de la DANA. Incluso han asumido que fue el PP quien pagó aquella famosa comida en 'El Ventorro' para evitar que Mazón tenga que enseñar la factura.

El “lío” del PP

Mientras el líder del PP ha optado por cerrar filas con Mazón, su vicesecretario y enviado a Bruselas, Esteban González Pons, está enfrentado al presidente autonómico, por lo que ha aprovechado para promocionar a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, como posible sucesora. Catalá arrastra también dudas por su gestión durante la DANA, que devastó algunas pedanías que dependen del gobierno municipal que lidera, y ha intentado utilizar la tragedia contra el Gobierno central.

Catalá viajó a mediados de enero a la capital comunitaria, donde estuvo reunida con la cúpula del PPE. También la recibieron la vicepresidenta de Soberanía, Seguridad y Democracia Tecnológica de la Comisión, Henna Virkkunen; el vicepresidente de Cohesión, Raffaele Fitto, y el comisario de Clima, Wopke Hoekstra. En Bruselas también han recibido a miembros del Gobierno e incluso a la patronal valenciana, pero Mazón no ha acudido. 

La ausencia de la Comisión

Tampoco la Comisión Europea ha visitado la zona afectada por la DANA, como sí ha hecho en otras catástrofes. Von der Leyen viajó a Polonia días después de las inundaciones que afectaron al este de Europa en septiembre o a Eslovenia en agosto de 2023. Se barajó un viaje “la misma semana en que ocurrió la DANA, pero la situación logística era complicada”, explican fuentes conocedoras de ese plan que no se ha ejecutado tampoco meses después.

“Dada la gran escala del desastre en Valencia, la prioridad eran las operaciones de rescate. En 2021, cuando ocurrieron las inundaciones en Ahrtal [Alemania], también un desastre a gran escala [en el que murieron 180 personas], la presidenta tampoco fue”, argumentan fuentes oficiales de la Comisión Europea. 

Feijóo utilizó la DANA para intentar desgastar la candidatura de Teresa Ribera, apuntalada por Von der Leyen como vicepresidenta primera del gobierno comunitario como parte del acuerdo entre populares, socialistas y liberales europeos para su segundo mandato. La maniobra del líder español, auspiciada por el presidente del PPE, Manfred Weber, no sentó bien en su familia política que asistió con desconcierto a la jugada, que retrasó la elección del conjunto del Colegio de Comisarios en el que el PPE tiene una abrumadora mayoría. 

Según publicó Euroactiv, los primeros ministros de Polonia y Grecia, Donald Tusk y Kyriakos Mitsotakis, afearon a Weber su seguidismo de la delegación española. El polaco, próximo a Von der Leyen y crítico con los acuerdos de la derecha y la extrema derecha (de forma expresa con Vox), llegó a llamar al líder del PP europeo para que detuviera la estrategia del bloqueo. 

La batalla del PPE

Y ahí es donde se atisba la propia batalla interna del PPE. Hay dirigentes que miran con recelo la estrategia de Weber de desafiar a sus aliados –e incluso a Von der Leyen– con la mayoría alternativa que tiene en el Parlamento Europeo con la ultraderecha

Más allá del rechazo a pactar con esas fuerzas que tienen algunos mandatarios, como Tusk, otras fuentes consultadas admiten que el mensaje que se envía a la ciudadanía es contradictorio y que incluso se puede poner en riesgo la mayoría que ‘gobierna’ la UE. “Si el Partido Popular Europeo juega a las dobles mayorías, puede haber un bloqueo total”, advirtió la jefa de los socialdemócratas, Iratxe García, en una entrevista en elDiario.es.

Por el momento, Weber no tiene rival para repetir como presidente del PPE y da por hecho que no lo tendrá. Sin embargo, todavía no tiene el respaldo de los ‘popes’ del partido, que son los primeros ministros (Tusk, Mitsotákis; el finlandés, Petteri Orpo…) y, en menor medida, Feijóo como líder de la segunda delegación más grande. Weber ha iniciado una gira para tomar el pulso y que inició en Madrid, le llevará a Estocolmo o París en los próximos días. 

Además del flirteo con los ultras, en su contra tiene las reticencias por ostentar al mismo tiempo la presidencia del partido y la portavocía del grupo en la Eurocámara porque impide distinguir entre las dos organizaciones. “Los líderes guardan sus cartas hasta el último momento”, admite una fuente consultada, que ve un resultado incierto en caso de que alguien decida dar el paso frente a Weber si cuenta con el respaldo de los primeros espadas. 

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