“Pactos de convivencia” contra la soledad: los notarios piden reformas para proteger a quienes viven juntos sin ser familia

Los nuevos modelos de convivencia van reconociéndose poco a poco en las leyes españolas, pero la sociedad casi siempre va por delante de las reformas. Que una persona mayor viva con un amigo, con una hermana o alguien más joven para paliar la soledad no deseada o compartir gastos es cada vez más frecuente, pero también que una familia que acoge a un niño quiera seguir conviviendo con él cuando cumple la mayoría de edad sin que nada lo acredite.

En estos casos, los notarios de Madrid proponen impulsar los “pactos de convivencia” o “pactos de ayuda mutua” –a través de una escritura– como un primer paso que empuje cambios legales y reformas fiscales que reconozcan estos modelos para, por ejemplo, tener derecho de subrogación de un alquiler si el conviviente fallece o que se mantengan ayudas de familia numerosa una vez la persona que estaba en acogida siendo menor sobrepasa los 18 años.

“Es algo que ocurre y que no está regulado en el Código Civil. No se debería dejar eso a la absoluta libertad de los acuerdos si parte de una situación de necesidad de una de las partes. De esta manera sería más justo. Por ejemplo, si una de esas partes ha salido beneficiada o perjudicada ver cómo se puede compensar”, ha subrayado Ignacio Gomá, director general de la Fundación Notariado en un desayuno organizado por el Colegio Notarial de Madrid.

Estas soluciones, han remarcado, son privadas y no deben sustituir a las soluciones de las administraciones públicas para personas mayores o que no tienen recursos para pagar el alquiler. “Se trata de buscar salidas nuevas a los problemas de desamparo, soledad no deseada o falta de vivienda”, aseguran.

“Estas convivencias ya se producen”

“Los jóvenes que están en acogida tienen una necesidad de vivienda a los 18 años que no se va a ver cumplida de ninguna manera. Para estos casos creemos que está especialmente indicada esta propuesta porque estás convivencias ya se producen de facto en la mayoría de los casos”, ha defendido Jorge Prades, presidente de la Asociación Familias para la Acogida. Las medidas, aseguran los notarios, también pueden ayudar a acceder a una vivienda a personas especialmente vulnerables, ya sean jóvenes, mayores o familias en un contexto de precios muy elevados.

Los notarios consideran, además, que estas formas de convivencia “son muy gravosas desde el punto de vista fiscal” porque las rebajas en los impuestos por recibir una herencia están bonificados en muchas comunidades solo cuando se hace entre progenitores e hijos. “En estos casos también se deberían aplicar en el impuesto de sucesiones y donaciones para el acogedor en el caso de que reciba bienes del acogido”, defiende el Colegio.