Un estudio avala un método que identifica colmenas más sanas sin necesidad de tratamientos

El pasado año, los apicultores de Estados Unidos perdieron más del 55 % de sus colmenas gestionadas, según datos de la Apiary Inspectors of America. Es la cifra más alta desde que se iniciaron los registros en 2011. Aunque las poblaciones se reponen gracias a la cría intensiva, el ritmo de pérdida se considera insostenible. “En los años 80, las pérdidas rondaban el 10 o el 12%. Ahora, algunos apicultores pierden la mitad de sus colmenas cada temporada”, afirma Samantha Alger, directora del Vermont Bee Lab y autora principal de un nuevo estudio centrado en la salud de las abejas.
Criar abejas más resistentes, no solo reponerlas
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Bee Science, plantea un enfoque basado en la selección de colonias con mayor capacidad para detectar y eliminar crías enfermas. Este comportamiento, conocido como conducta higiénica, es una respuesta natural que las abejas utilizan para contener la propagación de enfermedades dentro de la colmena. “Es más eficiente tener colonias que se gestionen mejor a sí mismas, en lugar de depender de tratamientos externos”, explica Alger. Su equipo busca facilitar a los apicultores la identificación de estas colonias.
La herramienta desarrollada se llama UBeeO y consiste en aplicar una mezcla de feromonas sintéticas sobre las celdas del panal donde se crían las abejas. Estas feromonas imitan los compuestos químicos que emiten las crías enfermas. Si las abejas cuidadoras detectan la señal, destapan las celdas para inspeccionar su interior. El porcentaje de celdas abiertas tras un par de horas indica el nivel de respuesta higiénica de la colonia. Una puntuación alta en esta prueba se asocia con menor presencia de enfermedades.
Más preciso y menos invasivo que los métodos anteriores
Hasta ahora, una de las pruebas más utilizadas era la congelación de parte de la cría con nitrógeno líquido para observar si las abejas la retiraban. Sin embargo, este método mide la reacción ante crías muertas, no ante signos de enfermedad. “Lo que UBeeO permite es evaluar una reacción más cercana a lo que ocurre realmente en la colmena, cuando las abejas detectan problemas antes de que la cría muera”, señala Kaira Wagoner, coautora del estudio y desarrolladora del test.
Eficacia frente a distintos patógenos
El test UBeeO se ha evaluado en colmenas de Vermont, Carolina del Norte y Australia. Los datos muestran que colmenas con mayores puntuaciones tenían menores niveles de infección por enfermedades comunes como el hongo chalkbrood, los ácaros Varroa destructor o el microsporidio Vairimorpha (antes conocido como Nosema). La sensibilidad necesaria varía según la amenaza: un 13% de respuesta era suficiente frente al hongo, pero se requería más del 50% para los ácaros. La capacidad para detectar enfermedades podría depender de cuán letales sean para la cría.
El test UBeeO comenzó a comercializarse en 2024 a través de la empresa Optera, fundada por Wagoner. Desde entonces, se ha introducido en programas de cría en al menos cinco países. Aunque aún es pronto para valorar su impacto a gran escala, su bajo coste y facilidad de uso lo convierten en una herramienta accesible para apicultores profesionales y aficionados. Su uso no sustituye otras prácticas, pero puede ser útil para reducir la dependencia de tratamientos químicos.
Un beneficio también para los ecosistemas
Las enfermedades presentes en las colmenas gestionadas pueden transmitirse a polinizadores silvestres, que no cuentan con protección ni seguimiento. Favorecer colmenas con menor carga patógena no solo beneficia a los apicultores, sino que también puede ayudar a preservar la biodiversidad. En un momento de retroceso global en las poblaciones de insectos, mejorar la salud de las abejas tiene implicaciones que van más allá de la producción de miel.
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