La palabra “neema” significa “comida” en fula (una lengua senegalesa) y da nombre a un proyecto internacional liderado por la Universidad de Sevilla (US) con el objetivo de alimentar el “afán de aprender” de ocho universidades de África Occidental, donde el conocimiento y la formación son claves para superar desafíos locales, como la crisis alimentaria o la falta de seguridad y de recursos educativos.
Así es como lo resume Miguel Ángel Martín, profesor de la US y coordinador del proyecto NEEMA, que lleva años cooperando con las instituciones de enseñanza africanas. NEEMA echó a andar en febrero de 2024 gracias a los fondos del programa ERASMUS+ de la Comisión Europa, pero su esencia hunde sus raíces en años de “relación muy estrecha” entre la universidad sevillana y las de países del Sahel como Senegal, Malí, Níger y Burkina Faso.
“Comenzamos a colaborar con ellas en 2007, con un proyecto muy pequeño que surgió del esfuerzo interno de la Universidad de Sevilla, con el apoyo de la Oficina de Cooperación al Desarrollo, para formar a profesores doctores y orientarlos a trabajar en seguridad alimentaria”, una de las necesidades específicas del continente africano, como recuerda Martín. Gracias a esta colaboración, lograron formar a cuatro doctores y establecer un “vínculo estrecho” entre la institución hispalense y las africanas.
Esa semilla que plantó hace años la Universidad de Sevilla ha crecido para convertirse en un proyecto financiado con fondos europeos, en el que hoy participan cinco universidades asociadas a la alianza europea Ulysseus, junto a ocho africanas de Níger, Senegal, Malí y Burkina Faso. Fruto de varios meses de reuniones online y presenciales, el equipo interdisciplinar de NEEMA acaba de culminar la redacción de un currículo específicamente pensado en formar expertos en “resiliencia alimentaria y políticas nutricionales”.
Ese plan de estudios consta de siete módulos, cada uno centrado en una disciplina, como el derecho, la economía, la sociología o la agronomía, además de abordar conceptos relacionados con la perspectiva de género o la innovación social. Se trata, pues, de una “formación específica” marcada por una “interdisciplinariedad que no la hay” en los países de África, “pero tampoco a nivel internacional”, como apostilla el profesor de Derecho Internacional que coordina este proyecto.
Alcanzado el primer objetivo de desarrollar un plan de estudios específico, el proyecto se adentra ahora en la fase de implementación. Para ello, han volcado su contenido en la plataforma online de Ulysseus. De esta forma, las instituciones de educación africanas asociadas al proyecto pueden acceder a él y aprovechar sus recursos para reforzar sus capacidades mediante la formación de futuros profesionales en “temas críticos de seguridad alimentaria”, que cada universidad podrá adaptar a su contexto local y a sus propias necesidades educativas.
NEEMA ofrece, en definitiva, una “caja de herramientas” interactiva para impulsar la formación y la investigación en los países de África Occidental. El tercer pilar del proyecto es “la transferencia a la sociedad”. De ahí que estén trabajando en expandir su red de colaboración a otras universidades y en entablar diálogo y alianzas con las administraciones públicas para impulsar la creación de un observatorio africano centrado en la alimentación.
“Es un proyecto muy innovador, en el que estamos aprendiendo tanto como enseñando”, afirma el coordinador de NEEMA. Las diferentes investigaciones y casos de estudio realizados hasta ahora –analizando la producción local, como el cultivo de la moringa– han permitido identificar buenas prácticas de agricultura sostenible, y avanzar en temas como la agrodiversidad, un campo donde “nosotros también tenemos que aprender”, como apunta Miguel Ángel Martín. “Ellos tienen la capacidad de buscar soluciones simples a los problemas que se les plantean, y nuestra tarea es reforzar esas capacidades para que, con poco, puedan conseguir mucho”, añade.
En ese sentido, Miguel Ángel Martín asegura que “África tiene un afán por aprender muy grande”. A pesar de contar con un número limitado de instituciones universitarias, y de estar aún en “un proceso de desarrollo para que tengan más peso en la sociedad”, este profesor que acumula años de experiencia en cooperación internacional sostiene que las universidades africanas “tienen un potencial muy grande” porque “tienen muchas ganas de aprender”.
Después de un año colaborando en el marco del proyecto NEEMA, destaca de sus colegas africanos su “constancia y tenacidad”. “Son personas muy implicadas y comprometidas, que cumplen los plazos a la perfección y están volcadas en el proyecto”, afirma. Con la mirada puesta en el futuro, este proyecto aspira no solo a formar expertos que contribuyan a garantizar la seguridad alimentaria en África Occidental, sino también a crear un puente sólido entre las universidades africanas y europeas, sumando conocimientos y recursos para afrontar “retos comunes”.
La conclusión a la que ha llegado Miguel Ángel Martín, tras tantos años de cooperación con la zona del Sahel, es que “deberíamos estrechar más los lazos con África”. Un continente “inmenso”, pero más “cercano” de lo que se podría antojar e “históricamente muy vinculado a España”, y del que aún queda “mucho por aprender”. Ese es el espíritu de NEEMA: un proyecto que nace del afán de seguir sembrando oportunidades, dentro y fuera de las universidades.
Sobre este blog
El blog Postales Universitarias es un espacio respaldado por la Universidad de Sevilla donde encontrarás información sobre todos los programas internacionales de esta universidad pública a través de estudiantes protagonistas. Sus miedos iniciales, la oportunidad que suponen, sus alegrías. Sus historias.
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