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Los “libros ilustrados para soñar y para crecer” de Apila Ediciones cumplen la mayoría de edad

Raquel Garrido, Apila ediciones

Alba Martín Amaro

5 de abril de 2025 23:33 h

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Érase una vez una editorial aragonesa, afincada en el pueblo de Alagón (Zaragoza), que se convirtió en una de las más importantes del país. No, esto no es ficción… es realidad. Apila Ediciones ha cumplido esta semana 18 años desde que Eduardo Flores y Raquel Garrido, profesores de la Escuela Superior de Diseño de Aragón, decidieran un 2 de abril, Día del Libro Infantil y Juvenil, arrancar con este proyecto. “El primer libro que publicamos era de Eduardo, que además es ilustrador. No teníamos ni la más remota idea de lo que era una editorial, de todos los trámites que lleva, de todo el trabajo que hay detrás... Simplemente queríamos publicar ese libro. Fue como una bola de nieve que va creciendo y creciendo, y llegamos hasta hoy, que llevamos más de 100 títulos”, confiesa Garrido.

Una editorial independiente y puntera en el sector. Sin embargo, es a veces desconocida hasta por sus propios lectores: “Somos referente a nivel nacional. Lo que pasa es que muchas veces la gente no se fija en las editoriales. Muchos que tendrán en la estantería libros nuestros, ni sabrán qué editorial es y mucho menos que es una editorial de aquí, de Zaragoza”.

Proyectos propios, donde prima la calidad y no la cantidad (solo se publican seis o siete libros al año) y donde el género del álbum infantil cobra especial relevancia: “Nosotros cuando empezamos en 2007, había muy pocas editoriales que hicieran álbum infantil. En Aragón ninguna. Pero, poco a poco, han ido proliferando. Hoy en Aragón no somos los únicos. En España hay muchísimas, quizás incluso demasiadas”.

Álbum infantil o álbum ilustrado que, aunque esté segundo sea una redundancia, según la experta, es el término más conocido: “Un álbum ilustrado es un género dentro del libro ilustrado. ¿Por qué se caracteriza? Porque el peso, sobre todo, corresponde a la imagen. Tiene muy poco texto. Y además hay un diálogo y una relación entre texto e imagen. De manera que lo que tú no lees en el texto lo ves en la imagen y viceversa. Y luego puede ser un cuento o no serlo. Un cuento es una historia narrativa, el contenido que tiene dentro. Pero un álbum puede ser un cuento, o un abecedario, o un libro de una ficción sobre tradiciones, etc.”.

De Alagón al mundo

Dos editores, una persona en administración y varios servicios subcontratados. Esa es la plantilla de Apila Ediciones, cuya sede se ubica en la pequeña población zaragozana de Alagón de unos 7.000 habitantes. El motivo no es otro que allí vive el propio Flores. “Creo que en España lo complicado es abrirte camino y no quedarte en lo local. Hay muchas editoriales en Aragón que realmente solo venden aquí, en las ferias. Nosotros tenemos distribución de nuestros libros en toda España, con distintas distribuidoras, pero también en toda Latinoamérica (Argentina, México, Colombia…) y en Estados Unidos distribución en español. Por eso, somos una editorial independiente pero no pequeña. Bueno, pequeña en el sentido que como equipo editorial somos dos; pero a nivel de presencia, somos una editorial importante”, declara.

Una presencia internacional. Tanto es así, que Apila sopló las velas de su décimo octavo cumpleaños en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, la principal de su sector y a la que acuden cada año.

Premio Apila Primera Impresión

En 2013, su vocación de docentes desencadenó en su Premio Apila, destinado a ilustradores sin nada publicado. “Como nosotros somos profesores, vemos a la gente joven que tiene mucho talento y lo difícil que es que te den una primera oportunidad. La idea también es permitirnos el lujo de querer impulsar a gente que está empezando una carrera profesional. Pero no todos nuestros libros son de autores que están empezando. Tenemos autores súper conocidos, profesionales de renombre”, comenta Garrido. Por ejemplo, Olga de Dios; que se presentó en la primera edición con su ‘Monstruo rosa’ y que a día de hoy se ha convertido en un bestseller y un longseller: una obra con 25 ediciones y traducida a 15 idiomas. Pero también es el caso de Canizales, Rodrigo Mattioli, Pato Mena o de la aragonesa Vera Galindo, entre muchos otros. 

Este año ha sido el turno de la rusa Svetlana Pavlova con su ‘Little Monster in the big forest’, que se alzó con el galardón el pasado marzo; gracias a “una historia sencilla” y que “a nivel de ilustración no es preciosa, pero sí original. Y también hay que valorar eso”. Aunque un total de 452 proyectos de 58 países diferentes se presentaron. Y es que el Premio Apila es “para ilustradores noveles, uno de los premios más importantes a nivel internacional”. Y de ellos, 16 fueron seleccionados. Los mismos que han sido recopilados en una exposición en la Escuela Superior de Diseño de Aragón, que estará abierta al público hasta el próximo 11 de abril.

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