Un tercio de los miembros de la nueva dirección de ERC están contratados como asesores de la Diputación de Barcelona
Oriol Junqueras y Elisenda Alamany ya han tomado las riendas de ERC y han comenzado a componer los nuevos órganos del partido tras su victoria del pasado domingo. La primera decisión fue formar la Ejecutiva, con los 55 nombres de la lista ganadora. Pero también han formado ya la dirección más reducida, llamada Permanente, un núcleo de 12 miembros, sin contar a los dos dirigentes. En esta cúpula, cuatro de sus miembros destacan por compartir empleador: la Diputación de Barcelona, donde están fichados como asesores.
Los dirigentes de ERC que en estos momentos figuran como asesores trabajando para el ente provicial son los dos secretarios generales adjuntos, Oriol López Mayolas y Arés Tubau, y dos vicesecretarios, Santiago Valls, que lo es de municipalismos, y Pau Morales, responsable de organización. Según sus nombramientos, los cuatro dirigentes republicanos no asesoran al grupo de su partido en la Diputación sino que trabajan directamente para el Gobierno del organismo, una coalición entre PSC, Comuns, ERC y exmiembros del PDeCAT suscrita en julio de 2023.
Los miembros de las ejecutivas de los partidos políticos no suelen tener retribución por razón de su cargo, por lo que la mayoría de dirigentes compagina la política con otros empleos, muchas veces cargos públicos pero en ocasiones también trabajos en el sector privado. En el caso de la nueva cúpula de ERC, cuatro personas son cargos electos, contando la secretaria general, de los cuales tres son concejales.
“No hay ningún tipo de incompatibilidad”, explican fuentes de la dirección de ERC. “Los miembros de la Ejecutiva de los partidos siempre compatibilizan esa labor con trabajos públicos o privados, por ejemplo, hacer una labor de asesoramiento para la Diputación de Barcelona”, añaden esas mismas fuentes.
Pese a que desde el partido ven la situación con “absoluta normalidad”, también subrayan que estos puestos laborales de cuatro de los dirigentes vienen de atrás, de antes de adquirir sus actuales responsabilidades en el partido, por lo que consideran que algunos de ellos dejarán el ente provincial en un futuro próximo.
“Estamos acabando de aterrizar, no llevamos ni una semana y hay cosas que deben revisarse”, añaden desde la dirección. “Algunos cargos de la Ejecutiva, como pueden ser secretarios adjuntos o vicesecretarios, pueden requerir dedicación exclusiva, lo que supondría dejar sus otros empleos”, añaden.
Según los datos de la Diputación de Barcelona, dos de los asesores fueron fichados solo unos días después de que ERC entrara en el pacto de gobierno de la administración, el día 27 de julio de 2023. Es el caso de López y Molina, el primero contratado por el vicepresidente segundo, Dionís Guiteras, por 89.729 euros anules y el segundo a cargo de la vicepresidenta quinta, Raquel Albiol, por 83.919 euros.
Por su parte, Arés Tubau entró en noviembre de ese mismo año para asesorar al diputado Josep-Ramon Mut en el área de Comercio, Consumo y Salud Pública, con un sueldo de 58.717 euros al año. Finalmente, Pau Morales se incorporó a la Diputación en mayo de de 2024, en la misma área que Tubau pero en su caso con un sueldo de 83.919 euros.
Desde la Diputación de Barcelona recuerdan que los asesores, personal eventual que puede ficharse sin pasar ningún tipo de prueba objetiva, son figuras reconocidas legalmente y normales en todas las instituciones, tanto en los ayuntamientos como en las cámaras autonómicas, en el Congreso y Senado y en el Parlamento Europeo. Según explican fuentes de la institución, la responsabilidad última de cómo se emplean los asesores y qué tipo de labores realizan depende en último grado de cada partido. La Diputación no tiene forma de controlar, explican estas mismas fuentes, qué trabajo realiza cada asesor, ni tan siquiera de si acude a la sede provincial.
ERC suscribió el acuerdo con PSC y Comuns para incorporarse al Gobierno de la Diputación cuatro días después de las elecciones generales, en las que el partido perdió el 47% de sus votos. La entrada de los republicanos al ente provincial les permitió asumir dos vicepresidencias y hasta cuatro “áreas”, la denominación de los departamentos en el organismo. Todo ello les permitió además acceder a cerca de una treintena de los 133 asesores que trabajan en la Diputación.
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