El Gobierno de Mazón obliga a jubilarse al médico que ayudó a excarcelar a Zaplana
“La pregunta es: ¿Quién quiere matar a Eduardo Zaplana?”. Así de contundente se mostraba en sus redes sociales el 23 de diciembre de 2018 Guillermo Sanz, exjefe de Hematología del hospital La Fe de València y actual director de su prestigiosos Instituto de Investigación. Sanz realizó varios informes sobre la salud del expresidente de la Generalitat que fueron clave para que no permaneciera en la cárcel tras su detención y entrada en prisión provisional después la operación Erial. Sanz llegó a polemizar con la jueza instructora María Isabel Rodríguez, quien intentó que Zaplana regresara a prisión después de ser atendido en el hospital La Fe por el riesgo de fuga y la posibilidad de desaparición de pruebas. Seis años después y tras un juicio que duró meses, Eduardo Zaplana goza, por suerte, de mejor salud; ha sido condenado a diez años de prisión y sigue en libertad a la espera del recurso ante el Tribunal Supremo.
Por su parte, Guillermo Sanz, terminará el próximo 15 de enero su carrera profesional a los 67 años después de que la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana no haya querido ampliar su edad laboral hasta los 70 años. Sanz fue nombrado en 2021 director científico del Instituto de Investigación de la Fe y ya prácticamente no ejercía como hematólogo en el centro hospitalario, más allá del control de algunos pacientes y segundas opiniones en los diagnósticos.
Y es la reducción de horas a la atención a pacientes, uno de los argumentos que la administración ha seguido para finalizar su relación con el galeno. En ese sentido y según la documentación en poder de elDiario.es, “consta un informe desfavorable conjunto de la Gerencia y la Dirección Médica del Departamento donde se pone de manifiesto que, sin perjuicio de la consideración que merece su trayectoria profesional, tanto desde el punto de vista asistencial, como de investigador excelente, desde su designación como Director Científico del IISLAFE, no tiene encomendada actividad asistencial, más allá del control de algunos pacientes de su área de actividad, y de la atención a solicitudes de segunda opinión, por lo que su actividad en el servicio de Hematología y Hemoterapia puede asumirse por el resto de especialistas, manteniendo los niveles de calidad asistencial y de prestación de servicios requeridos, sin que el desempeño de sus funciones en el ámbito del citado Instituto justifiquen la excepcionalidad en la aplicación del artículo 26 del EM”.
La Conselleria de Sanidad, que comunicó a Sanz su decisión el pasado 19 de diciembre, le ha dado un plazo de diez días para alegar, algo que el doctor Sanz pretende hacer, tal y como ha comunicado a sus colaboradores. Según las mismas fuentes, el propio Sanz considera “escasa” la probabilidad de que se le prolongue la permanencia en el servicio activo. La negativa a continuar en la carrera médica, también lleva aparejado su cese como director científico del IIS La Fe. Pero su puesto no quedará vacante, ya que el próximo 8 de enero, la Comisión de Investigación del instituto evaluará en su reunión la “propuesta de nombramiento de nuevo director científico”.
Guillermo Sanz no está muy contento con la decisión de la Conselleria de Sanidad y ya está recabando apoyos para que se movilicen y hagan saber al departamento Marciano Gómez que debe seguir en su puesto hasta los 70 años. El Comité Asesor Científico Externo (CACE) del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe ha mandado una carta al conseller reclamándole la necesidad de que Sanz continúe en instituto. “Tenemos claro que las contribuciones del Dr. Sanz al IIS La Fe distan mucho de haber concluido. Sigue siendo una piedra angular de la visión estratégica del Instituto, y sus conocimientos, experiencia y liderazgo únicos son indispensables para el éxito y el crecimiento continuos del IIS La Fe en los próximos años”, reza la carta redactada en inglés por Sonia Contera, presidenta del CACE.
“Creemos firmemente que no hay ninguna razón sostenible o justificable para que el Dr. Sanz se vea obligado a jubilarse en esta coyuntura. El liderazgo continuado del Dr. Sanz es absolutamente necesario para el futuro crecimiento y éxito del Instituto. Su liderazgo ha desempeñado un papel clave en muchos de los logros del IIS La Fe hasta la fecha, y su participación continua es esencial para que el Instituto mantenga su liderazgo. Nosotros le pedimos encarecidamente que reconsidere cualquier decisión que pudiera poner fin prematuramente a su liderazgo. La prioridad debe ser salvaguardar la fortaleza y el éxito a largo plazo del IIS La Fe, y forzar la jubilación del Dr. Sanz socavaría las perspectivas de futuro del Instituto”, añade la misiva de Contera, que añade que “el progreso continuo y el prestigio del IIS La Fe están inextricablemente ligados a su liderazgo”.
El lenguaje rimbombante de esta carta de apoyo y su vehemencia se asemeja a las entrevistas e informes con que Sanz defendió a excarcelación de Eduardo Zaplana tras ser tratado en el hospital La Fe. Sanz aseguró en una entrevista al periódico El Mundo que “Zaplana podría morirse mañana mismo”. En esa misma entrevista, rebatió cada uno de los puntos que la jueza defendía para su vuelta a prisión, incluidos el que la magistrada argumentaba que “en los paraísos fiscales también hay hospitales”. “No conozco ningún paraíso fiscal que disponga de hospitales con unidades de trasplante de renombre. Conociendo un poco a Zaplana y lo aprensivo que es, el riesgo de fuga en su caso concreto es nulo”, explicaba en la entrevista el galeno, que trató al expresidente de la Generalitat de su enfermedad desde el año 2015. Tras su salida de la Fe, el político ya no volvió a tocar la cárcel y, además, gozó de un trato más que privilegiado en el Hospital La Fe.
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