Las políticas municipales de vivienda en Barcelona empiezan a dar frutos
Es difícil, si no imposible, encauzar un proyecto vital sin contar con un techo seguro. Las dificultades para acceder a una vivienda han alcanzado tal magnitud, en Catalunya y en Barcelona, que las administraciones han decidido actuar. Así es como, durante este mandato, el Ajuntament de la capital catalana ha priorizado las políticas activas de acceso asequible a la vivienda como una de sus líneas estratégicas fundamentales.
La nueva mirada del gobierno municipal en materia de vivienda se plasma en el Pla Viure. Se trata de un planteamiento transversal para trabajar el derecho a la vivienda como un objetivo para toda la ciudadanía, con la sostenibilidad y el bienestar como pilares. Con esta hoja de ruta, el Ajuntament de Barcelona quiere disponer de un parque público de 15.000 viviendas para el año 2027 —en 2023 era de 11.500—. además de habilitar la movilización del suelo necesario para empezar la construcción de 10.000 viviendas nuevas a partir de 2027. El año pasado ya entregó un millar y para este 2025 se prevé entregar otro millar más.
Normalizar el acceso a una vivienda
Universalizar el derecho a la vivienda, rehabilitar y mejorar los domicilios y atender la vulnerabilidad son los tres ejes sobre los que pivota el Pla Viure. Estos propósitos se materializan ampliando el parque asequible y social; poniendo medios para activar solares y construyendo vivienda pública, e implicando al sector público y al privado en la promoción de vivienda. También pasa por desarrollar una rehabilitación con una mirada abierta a los ciclos de vida; por reformar los domicilios para permitir que la gente envejezca en ellos de forma activa, y por estimular la sostenibilidad y la eficiencia energética. Finalmente, el Consistorio no pierde de vista que la vivienda es un derecho universal, por lo que es necesario crear un sistema que permita actuar en todos los estadios sociales también y con especial atención a los jóvenes y los procesos de emancipación.
La ciudad ya ha empezado a andar este camino. En julio de 2023 se declaró zona de mercado de vivienda tensionada, conforme a la nueva Ley estatal de vivienda, ya que Barcelona cumple tres de los cuatro requisitos para declarar una zona tensionada: el porcentaje de la renta de los hogares dedicado al pago del alquiler o de la hipoteca, además de los suministros, supera el 30 % en los dos casos, y el precio del alquiler en los últimos cinco años es superior en tres puntos a la evolución del IPC.
“Hoy tomamos decisiones para marcar un punto de inflexión en las políticas de vivienda, con medidas que el gobierno municipal saca adelante para favorecer el acceso a la vivienda”, manifestó el alcalde Jaume Collboni en junio de 2024. Entonces el Ajuntament anunció que aplicaría el decreto ley de la Generalitat de Catalunya que regula los pisos de uso turístico, que implicará, para el año 2028, la recuperación de 10.101 pisos turísticos para uso de vivienda. Unos meses después, el gobierno barcelonés presentó una modificación del Plan general metropolitano para regular los alquileres de temporada y de habitaciones en la ciudad.
Parece que las acciones municipales, así como la nueva normativa autonómica y estatal en materia de vivienda, empiezan a dar frutos. En las últimas semanas el precio de los nuevos contratos de alquiler ha bajado un 5,2% en Barcelona, desde la entrada en vigor de la regulación sobre zonas tensionadas. Mientras, los grandes fondos inmobiliarios han empezado a desprenderse de sus pisos.
Más viviendas de protección oficial en alquiler
Uno de los aspectos centrales del Pla Viure es la promoción de protección oficial en régimen de alquiler. El Ajuntament quiere ampliar la cartera municipal de vivienda mediante la cesión del derecho de superficie del suelo. Es decir, el consistorio deja terrenos suyos para que promotores, constructores o entidades sin ánimo de lucro construyan viviendas asequibles siguiendo un pliego de condiciones establecido por el Ajuntament de Barcelona. Es una medida pionera que apela al sector privado, lo hace corresponsable, para acelerar la necesidad de aumentar el parque de vivienda accesible.
Recientemente se han licitado tres solares municipales para la construcción de 351 viviendas: uno en la calle Llull, 355 (distrito de Sant Martí), con previsión de hacer 240 viviendas; otro en la calle Acer, 2 (Sants-Montjuïc), con 43 pisos, y un tercero en la calle Ascó, 17 (Sants-Montjuïc), con 68 viviendas.
Al tiempo que el consistorio barcelonés establece alianzas con otras administraciones y entidades públicas para agilizar el acceso a una vivienda, ha creado el Departamento de promoción de la vivienda protegida, que depende de la Gerencia del Área de Urbanismo y Vivienda. Su objetivo es acelerar los procedimientos necesarios para la obtención de suelo de vivienda protegida y su posterior edificación. Para ello, coordinará a los diferentes agentes internos y externos implicados para resolver las necesidades de la ciudad.