Un tren de alta velocidad hace pruebas, mientras en Plasencia-Navalmoral este año podría empezar la electrificación

El tramo de 70 kilómetros de la línea de alta velocidad (LAV) Plasencia-Talayuela sigue su construcción al máximo ritmo que puede, con el túnel del Terzuelo perforado y hormigonado en sus 1.500 metros de longitud, y obras en marcha como un viaducto de 600 metros, mientras entre Cáceres y Montijo un tren S-106 'Talgo Avril' hace pruebas del nuevo sistema de seguridad instalado, ERTMS, que permite por fin hablar realmente de alta velocidad en Extremadura, 250-300 km/h.
El tren llegó el pasado jueves a Cáceres remolcado por dos locomotoras diésel, ya que es un tren de tracción eléctrica y desde Madrid a Plasencia no hay electrificación, y llega para inspeccionar la vía y la catenaria, con cámaras instaladas a bordo, con vistas a hacer pruebas de alta velocidad con el nuevo sistema ERTMS que se está instalando, que debería haber estado operativo este año pero no lo estará hasta el 2026, y además solo entre Badajoz y Plasencia (casi 200 km).

Será la primera vez que un tren de alta velocidad circule con esa celeridad en Extremadura, aunque sea en fase de pruebas, un tipo de convoy que funciona comercialmente entre Madrid, Galicia y Asturias, pero que está dando algunos problemas; se encargaron en 2016 siendo ministro de Transportes Íñigo de la Serna (Gobierno Rajoy) con un considerable ahorro frente a las propuestas de fabricantes extranjeros como Alstom o Siemens.
La unidad que ha venido es de ancho de ejes variable, para poder circular por la línea extremeña que es de ancho ibérico y no estándar internacional (más estrecha); su velocidad máxima es 330 km/h.
Se elige para pruebas el tramo Cáceres-Montijo porque es de doble vía en algún tramo, y sobre todo porque usará para ellos la variante de Mérida que está aún cerrada al tráfico comercial.
Avances en el segundo tramo LAV, retrasado
Mientras tanto sigue el ritmo de trabajo todo lo rápido que puede en el segundo gran tramo LAV de Extremadura, los 70 km entre Plasencia y Talayuela, que debería según los plazos haber estado operativo este año pero que no lo estará probablemente hasta 2028, tres años de retraso.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible asegura que “avanza a velocidad de crucero”, ya que se están dando los pasos necesarios para abordar nuevas fases entre 2025 y 2026 como la electrificación y el montaje de vía.
En su 'Blog de Transporte', el Ministerio ratifica así su compromiso“ con el despliegue de la línea de alta velocidad entre Madrid y Extremadura, eje estratégico del Corredor Atlántico, tras la puesta en servicio del tramo de 195 km que conecta Plasencia con Badajoz (en realidad aún no es de alta velocidad, le faltan las instalaciones de seguridad).
En la construcción de la plataforma de este segundo tramo de la línea de alta velocidad a Extremadura participan numerosos equipos de trabajo, compuestos por cientos de trabajadores y medios técnicos de gran envergadura, añade.
Ya se ha finalizado la construcción de la plataforma y estructuras (túneles, viaductos, desmontes, pasos superiores) de cuatro de los ocho subtramos en los que se divide la línea de 70 kilómetros, y Adif AV ya está licitando los contratos para poder arrancar con los trabajos de electrificación este mismo año y así acelerar lo máximo posible la ejecución de los trabajos.
Están terminados los subtramos Talayuela-Arroyo de Santa María, Navalmoral de la Mata-Casatejada, Casatejada-Toril y Toril-Río Tiétar, que suman 39,1 km y que suponen el 55 % de la longitud total del tramo.
Tres de los tramos son consecutivos, “lo que, sumado al elevado grado de avance de los otros cuatro, permite iniciar este 2025 la fase de electrificación y el que viene la de montaje de vía”.
Entre las estructuras más singulares de los subtramos Talayuela-Arroyo de Santa María y Navalmoral de la Mata-Casatejada destacan los viaductos sobre los arroyos de Santa María (104m), Galapaguera (52 m) y Cotillo (88 m).
Las más destacadas de los subtramos Casatejada-Toril y Toril-Río Tiétar son dos estructuras tipo pérgola (95 m y 105 m) que propician el cruce de la línea de alta velocidad sobre la línea convencional, los viaductos sobre el arroyo del Pizarral (76 m y tres vanos) y el arroyo Cañadillas (31,2 m); una nueva pérgola (211 m), esta vez para sobrevolar la EX-A1, y sendos viaductos sobre la EX-108 (26,4 m) y sobre el río Tiétar (302 m).
El túnel del Terzuelo, hormigonado
Respecto a los cuatro subtramos en construcción, los trabajos avanzan a buen ritmo según el Ministerio.
En el Arroyo de Santa María-Navalmoral de la Mata (6,8 km) se completan en este municipio el paso superior y la pasarela peatonal para integrar el ferrocarril en la ciudad y facilitar la comunicación a ambos lados de la vía.

También se tiende la nueva vía del lado norte para pasar a ella el tráfico ferroviario, levantar la que se encuentra actualmente en servicio y avanzar en la construcción de los pasos inferiores que completan dicha integración.
El subtramo Río Tiétar-Malpartida de Plasencia (11,73 km) tiene ya completada la plataforma en varias zonas, además de una de sus dos principales estructuras: el viaducto sobre Arroyo Grande (284 m); mientras, se trabaja en el viaducto de 614 m que sortea las carreteras EX-108 y EX-A1.
En el Malpartida de Plasencia-Estación de Plasencia (10,38 km) destaca el avance del túnel de la Dehesa del Terzuelo (1,5 km), el segundo más largo de toda la línea de alta velocidad a Extremadura.

Tras su cale en julio de 2024, actualmente tiene 1,15 km en acabado final, revestido de hormigón.

Los dos viaductos del subtramo ya están terminados: el de la carretera CC-18.3 (82,8 m) y el de la EX-208 (47m).
En el ramal de conexión Madrid-Plasencia (2,2 km), el último que se contrató (febrero 2024), que conectará el trayecto Talayuela-Plasencia con la línea convencional Monfragüe-Plasencia, ya se ha realizado el despeje y desbroce de la traza y han empezado las obras de drenaje y movimiento de tierras.
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