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El Ejército israelí ha arrasado el perímetro de Gaza y ha creado una “zona muerta” de un kilómetro en tierra palestina

Los soldados recibieron “órdenes de aniquilar todo lo que se encontrara dentro del perímetro designado, incluyendo barrios residenciales enteros, edificios públicos, instituciones educativas, mezquitas y cementerios”, según sus propios testimonios

La destrucción en Gaza vista desde el lado de la verja israelí, el 2 de abril de 2025. Amir Levy/Getty Images

Quique Kierszenbauma / Oliver Holmes

Tel Aviv —

7 de abril de 2025 17:00 h

Actualizado el 07/04/2025 17:01 h

El Ejército israelí arrasó vastas extensiones de tierra dentro del perímetro de Gaza y ordenó a sus tropas convertir esa área en una “zona de muerte”, donde cualquiera que entrara se convertía en un objetivo, según el testimonio de los soldados que llevaron a cabo el plan.

Soldados israelíes han revelado a The Guardian y a la ONG israelí Breaking the Silence que se les ordenó destruir viviendas, fábricas y tierras de cultivo aproximadamente en un kilómetro de profundidad dentro el perímetro de Gaza para crear una “zona de contención”, y uno de ellos describió la zona como similar a Hiroshima.

Los testimonios son algunos de los primeros relatos de soldados israelíes publicados desde que comenzó la ofensiva contra la Franja, en octubre de 2023, y han sido recopilados en un nuevo informe de Breaking the Silence, un grupo fundado en 2004 por veteranos israelíes que busca denunciar la realidad del control militar de Israel sobre los palestinos. The Guardian entrevistó a cuatro de los soldados que corroboraron los relatos recopilados por esa organización.

El informe, titulado “El Perímetro” y publicado el lunes, afirma que el propósito declarado del plan era crear una franja compacta de terreno que proporcionara una línea de visión clara para que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) identificaran y eliminaran a los milicianos palestinos. “Este espacio no debía tener cultivos, estructuras ni personas. Casi todos los objetos, instalaciones de infraestructura y estructuras dentro del perímetro fueron demolidos”, afirma.

Los soldados recibieron “órdenes de aniquilar deliberada, metódica y sistemáticamente todo lo que se encontrara dentro del perímetro designado, incluyendo barrios residenciales enteros, edificios públicos, instituciones educativas, mezquitas y cementerios, con muy pocas excepciones”, según el informe. El resultado final, sin embargo, fue la creación de una “zona de muerte de enormes proporciones”. “Lugares donde la gente había vivido, cultivado y establecido industrias se transformaron en un vasto páramo, una franja de tierra borrada por completo”, agrega la ONG.

Se extiende a lo largo de la frontera con Israel, desde la costa mediterránea en el norte hasta el extremo sureste de la franja, junto a Egipto.

Una “venganza” por los ataques del 7 de octubre

Un sargento del cuerpo de ingenieros de las FDI explicó que, una vez que una zona del perímetro “quedaba prácticamente vacía de gazatíes, empezamos a recibir misiones que consistían básicamente en volar casas o lo que quedaba de ellas”. Esta era la rutina: “Nos levantábamos por la mañana, cada pelotón recibía cinco, seis o siete ubicaciones, siete casas en las que se suponía que debían trabajar. No sabíamos mucho sobre los lugares que destruíamos ni por qué lo hacíamos. Supongo que esas cosas hoy, desde mi perspectiva actual, no son legítimas. Lo que vi allí, hasta donde puedo juzgar, fue más allá de lo que puedo justificar”.

Algunos soldados relataron que los comandantes consideban la destrucción como una forma de vengarse de los ataques del 7 de octubre perpetrados por Hamás contra el sur de Israel, en los que murieron unas 1.200 personas y más de 250 fueron secuestradas por milicianos palestinos.

Si bien Israel afirma que la guerra está dirigida contra el grupo islamista Hamás, el primer ministro Benjamin Netanyahu hace frente a las acusaciones de crímenes de guerra y de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional, que incluyen someter a la población civil a la hambruna y el “exterminio”.

Uno de los soldados que habló con Breaking the Silence bajo condición de anonimato afirmó que a su unidad se le ordenó disparar a cualquiera que se encontrara en el perímetro en cuanto lo vieran. La mentalidad en su unidad, según ellos, era que no existía el concepto de “civil” y que todo aquel que entrara en el perímetro sería considerado un “terrorista”. Según los relatos, las normas sobre a quién se puede matar en cuanto lo vieran parecían variar entre las distintas unidades.

Las FDI no respondieron a una solicitud de The Guardian sobre el informe y los relatos de los combatientes.

Un sargento del cuerpo blindado dijo que en 2024 recibió órdenes de “disparar a matar” contra cualquier hombre adulto que entrara en el perímetro. “Para las mujeres y los niños, [la orden era] 'disparar para alejar', y si se acercaban a la valla, se les detenía. No se mata a mujeres, a niños ni a ancianos. 'Disparar para alejar' significa un disparo de tanque”, dijo.

Pero un capitán de una unidad del cuerpo blindado que operó en Gaza en una etapa anterior de la guerra, en noviembre de 2023, describió la zona fronteriza como una “zona de muerte”, afirmando: “La frontera es una zona de muerte. Cualquiera que cruce una línea que hemos definido es considerado una amenaza y se le condena a muerte”.

Otro capitán afirmó que “no había reglas de combate claras en ningún momento” y describió un “uso generalizado de potencia de fuego, especialmente con tanques”. Añadió que se disparaba por el mero hecho de disparar, por generar “un efecto psicológico o simplemente sin motivo alguno”.

“Nos embarcamos en esta guerra por insulto, por dolor, por ira, por la sensación de que teníamos que triunfar. La distinción [entre civiles e infraestructura terrorista] no importaba. A nadie le importaba. Decidimos establecer una línea... más allá de la cual todos eran sospechosos”. Los soldados dijeron que no se les explicó con claridad cómo los palestinos sabrían que estaban cruzando una línea invisible. “Cómo lo saben es una pregunta muy útil. Suficientes personas murieron o resultaron heridas al cruzar esa línea, así que no se acercan”.

De 300 metros, a entre 800 y 1.500 metros

Antes de la última guerra, Israel había establecido una zona de amortiguación dentro de Gaza que llegaba a los 300 metros de profundidad, pero la nueva estaba prevista que abarcara entre 800 y 1.500 metros, según los testimonios.

Imágenes satelitales han revelado previamente que las FDI destruyeron cientos de edificios ubicados a una distancia de entre 1 y 1,2 kilómetros de la valla perimetral, en un acto sistemático de demolición que, según organizaciones por los derechos humanos, podría constituir un castigo colectivo y debería investigarse como crimen de guerra. La semana pasada, el ministro de Defensa israelí anunció que el ejército tomaría “amplias áreas” en Gaza en una nueva ofensiva.

El perímetro abarca poco más del 15% de la Franja de Gaza y representa el 35% de toda la tierra agrícola de la Franja, según el informe.

A pesar de las órdenes de disparar a matar, un suboficial en el norte de Gaza afirmó que los palestinos seguían regresando a la zona “una y otra vez después de que les disparáramos”. El oficial dijo que los palestinos parecían querer recolectar plantas comestibles que crecían en la zona. “Había malva allí porque nadie se acercaba. La gente tiene hambre, así que creo que vienen con bolsas a recolectar malva”. Algunos consiguieron salvar sus vidas y su comida, dijo el oficial.

En una entrevista con The Guardian, el mismo oficial afirmó que el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 hizo que muchos israelíes sintieran la “necesidad de tomar un arma”. “Muchos de nosotros fuimos allí, yo fui allí, porque nos mataron y ahora vamos a matarlos”, dijeron. “Y descubrí que no solo los estamos matando, sino que los estamos matando a ellos, a sus esposas, a sus hijos, a sus gatos, a sus perros. Estamos destruyendo sus casas y orinando en sus tumbas”.

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