El enfado de Trump con un cuadro poco favorecedor causa la mofa de sus rivales

El presidente de EEUU, Donald Trump se mostró muy molesto públicamente este fin de semana por un retrato de su persona que le resulta poco favorecedor, lo que ha causado hilaridad y mofa entre sus críticos. “Es verdaderamente lo peor”, censuró el presidente de la primera potencia militar del mundo, que pidió que el cuadro se retire de su ubicación, en el capitolio del estado de Colorado, y achaca la escasa calidad de la obra a la mala idea del gobernador, de tendencia política contraria a la suya.

En un mensaje el domingo en la red social Truth, de la que es propietario, Trump dijo que el cuadro era malo y achacó su supuesta falta de calidad al gobernador, Jared Polis, al que calificó como “de izquierda radical”, por mucho que quien encargase la obra fuese un republicano admirador del presidente.

Para demostrar sus tesis, Trump publicó otros dos mensajes con sendas imágenes suyas más favorecedoras, en su opinión.

Los detractores del presidente se lanzaron a las redes a reírse del suceso. Sam Stein, del canal MSNBC, de tendencia proclive al partido demócrata, dijo en X que se “moría de la risa” de que el magnate no hubiese sido capaz de abstenerse de publicar su opinión, aun reconociendo que el cuadro era “objetivamente malo”.

Ron Filipkowski, antiguo abogado republicano y jefe de edición de la web de información de tendencia liberal —en el sentido estadounidense— MeidasTouch, comparó la fragilidad del ego del presidente con la de un copo de nieve.

Trump dijo que el retrato se había “deformado a propósito”, algo que no pasaba con la imagen de Barack Obama en la misma cámara de Colorado, quien, a su juicio, salía muy bien.

La realidad es que la obra pictórica la encargó un simpatizante republicano del presidente, que pagó unos 10.000 dólares por el encargo en 2019, según la cadena de noticias local KUSA. La idea de pintarlo fue, a su vez, una respuesta a la actuación de un activista crítico con Trump, que había colocado una imagen del líder ruso Vladímir Putin en un espacio libre del edificio.

“Preferiría mucho más no tener un cuadro a tener este”, decía el mensaje de Trump, que insistía en que al gobernador “debería darle vergüenza” lo sucedido.

Un portavoz de Polis declaró irónicamente a KUSA que el gobernador se había mostrado “sorprendido de que el presidente de Estados Unidos sea admirador del capitolio del estado de Colorado y sus obras”. Añadió que su equipo “valoraba el interés” de Trump como el de “todo el mundo” y estaban siempre dispuestos a mejorar “la experiencia de los visitantes”.