El 'oro verde' de la cerveza en España se amarga: nueva variedad de lúpulo y la asociación agraria fuera de juego
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El año 2025 marca el fin del modelo de comercialización del lúpulo en la provincia de León tal y como se conocía desde hace años. Los lupuleros de León, la principal provincia productora de esta planta en España, firmarán con Hopsteiner (la multinacional comercializadora de lúpulo en la provincia) nuevos contratos, esta vez individuales. Este cambio de modelo implica que Lúpulos de León —la sociedad agraria de transformación (SAT) que agrupa a la mayoría de agricultores, más de un centenar, de esta planta en la provincia— queda excluida de los contratos y ahora no descarta denunciar a la empresa comercializadora.
En León se obtiene, de hecho, más del 90% de la producción del 'oro verde' nacional. El lúpulo es uno de los cultivos más relevantes del sector en la provincia de León, con una superficie en el año 2024 de 543 hectáreas, que aportaba unos rendimientos de 1.700 kilos por hectárea, alcanzando la producción total las 934 toneladas. El valor de la producción total durante el año 2024 se situó en unos 4,6 millones de euros.
Esta modificación se trata de un radical cambio del sector del lúpulo en la provincia de León, ya que los contratos anteriores se realizaban de forma conjunta con la multinacional. El último contrato vigente se aprobó en el año 2017 y había acumulado críticas por parte de los agricultores debido a los bajos precios a los que Hopsteiner compraba el lúpulo, que provocaba que los lupuleros trabajasen “a pérdidas”. Esta situación provocó una crisis que desembocó en manifestaciones contra Hopsteiner y la amenaza de los agricultores de abandonar los cultivos si sus condiciones no mejoraban.
Hace diez años Hopsteiner compró la Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo (SAEFL), nacida en 1945, que ejercía el mismo papel que ahora cumple la multinacional con la diferencia de que un 20% del capital social pertenecía a los agricultores de lúpulo de León. Hopsteiner compró el 80% restante del capital de SAEFL que correspondía a las cerveceras nacionales y así se convirtió en el único comprador de lúpulo, ya que mantiene contratos 'de exclusividad' con las cerveceras españolas.
Primera condición: el cambio de variedad
Esta vez, las negociaciones han dado como resultado la compra de una cuarta parte de la producción durante cuatro años y un aumento de los precios de compra de lúpulo por parte de Hopsteiner que, sin embargo, ha impuesto que los contratos ahora sean firmados con cada agricultor de forma individual y que, además, estén sujetos a un cambio de variedad de la planta.
En concreto, el cambio se realiza para que, paulatinamente, se incluya en el mercado una variedad propia de Hopsteiner, Helios. Sin embargo, ya que los contratos serán individuales y Hopsteiner ha evitado dar una cifra del porcentaje de su variedad que comenzará a plantarse, no es posible saber hasta qué nivel afectará este cambio varietal al cultivo del lúpulo, que en León ha estado dominado desde hace años por la variedad Nugget.
Uno de los efectos de este cambio de variedad es que los agricultores van a tener que arrancar sus plantas de otras variedades para plantar la variedad de Hopsteiner. Esto implica que al menos durante un par de años los lupuleros no van a poder rentabilizar las nuevas plantas de la variedad Helios, lo que hace que, a pesar de que el precio de compra del lúpulo haya subido, probablemente perciban una reducción en sus ingresos, ya que parte de sus terrenos no van a ser rentables.
Esta situación afecta especialmente a los agricultores de mayor edad, que se jubilarán en unos años y que no podrán rentabilizar a tiempo las plantas de la nueva variedad, aunque se vean obligados a firmar el contrato con Hopsteiner para seguir vendiendo el lúpulo procedente de sus otras plantas ya arraigadas.
¿Por qué este cambio de variedad? Las variedades de lúpulo poseen una especie de ‘copyright’ que hace que los que ‘patenten’ una variedad u otra tengan los derechos de su uso. En este caso, la nueva variedad Helios es propiedad de Hopsteiner.
El director general de la empresa, José Antonio Magadán, defiende que es necesario el cambio de variedad para lograr competitividad en el mercado: “La variedad Nugget, que se empezó a trabajar en los 90, es muy vieja y no tiene encaje en el mercado. Había que buscar variedades competitivas y Helios es la última con la que estamos trabajando. Es una variedad muy competitiva y es una variedad muy resistente a enfermedades que tiene el cultivo de lúpulo, lo que facilita su manejo y da un plus de seguridad al cultivador”.
Magadán evita aportar un porcentaje de la nueva variedad que se plantará y asegura que los cambios de variedad no son nuevos “Llevamos desde el año 2017 cambiando variedades. Después de Helios vendrá otra, pero ahora estamos poniendo el foco en Helios y esperamos que pueda sustituir a la variedad Nugget. Se repartirá el mercado en diferentes variedades, pero es previsible que Helios tome cierta predominancia”.
Tampoco ha querido detallar el director general de Hopsteiner los plazos de este proceso, aunque sí ha asegurado que: “Los cambios se harán de forma progresiva y la industria desea que ese cambio no sea drástico. El grado de velocidad lo tenemos que ir definiendo, pero no va a ser de hoy para mañana”.
Lúpulos de León critica la imposición por contrato de esta nueva variedad: “Yo pongo Helios si quiero, como agricultor, si al final resulta verdad que sea una variedad superior ya va a desplazar naturalmente a la otra, no hace falta forzarlo. La cuestión es que se ha metido miedo a la gente porque hay mucha producción”. Desde la SAT, destacan que la plantación de prueba de la variedad Helios en León es insuficiente para conocer si será más competitiva o no.
Además, desde la SAT argumentan que el interés de Hopsteiner tiene que ver con ligar el mercado a una variedad que sea propia: “A Hopsteiner le interesa que sean sus variedades las que se entreguen, porque eso además liga tanto a la industria cervecera como al productor. Una vez que la industria cervecera asimile sus variedades va a tener que comprarle a ellos porque esas variedades no va a poder comprarlos en otro sitio”, explica Lúpulos de León.
Segunda condición: los contratos individuales
Los contratos, que ya empezaron a firmarse esta semana, entre lupuleros y Hopsteiner ahora son individuales, cuando antes se hacían de forma agrupada. En un principio, se estimaba que el 95% de los agricultores de lúpulo de León firmarían el contrato. Sin embargo, las nuevas aproximaciones de SAT es que no todos ellos acaben llegando a un acuerdo debido a las condiciones que califican de abusivas.
Lúpulos de León critica que los contratos excluyen la comercialización del lúpulo a través de la SAT, algo que afirman que Hopsteiner les había asegurado que sería posible: “Lo que dice ahora Hopsteiner es que no se puede comercializar a través del grupo. Lúpulos de León no va a aparecer en el contrato. Existía la opción de hacer un contrato con las entregas a nombre de los socios de SAT, con obligaciones individuales, pero comercializando a través del grupo. Eso ahora no han querido hacerlo”.
Esto ha sucedido, según afirma Lúpulos de León, con el objetivo de que Hopsteiner consiga imponer sus condiciones: “Desde hace años intentan convencer a los productores de que es mejor hacer contratos individuales que colectivos, diciendo que si negocian las condiciones de forma individual se van a beneficiar, buscando que el egoísmo prevalezca sobre los intereses del colectivo”.
La implicación más directa es que una de las funciones más importantes de la SAT quede fuera de juego, permaneciendo en la práctica como una agrupación de productores: “Era elegir entre ser socio o firmar. Firmar el actual contrato es incompatible con ser socio. Si muchos lo firman puede que esto conlleve que la SAT se quede como algo residual, con los productores que se han negado a pasar por el aro”.
Dada la situación, Lúpulos de León está estudiando si denunciar a Hopsteiner por esta actuación que, consideran, puede incumplir la Ley de Defensa de la Competencia: “Mientras la organización exista, vamos a intentar defender a los agricultores. Hemos insistido en negociar, pero no quieren. No nos quedan más opciones porque tampoco nos han dejado más opciones”.