Un cambio metodológico para concienciar a las nuevas generaciones en Educación Ambiental
![Imagen de participación de escolares en el proyecto educativo ‘Aceite Separado, Recurso Aprovechado’ con la financiación de Moeve.](https://static.eldiario.es/clip/77ae4893-8488-41f0-916f-e324c2bb557c_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Crear una gran red de compromiso como eje fundamental para desarrollar Aceite Separado, Recurso Aprovechado, una iniciativa educativa de la Fundación Ataretaco que nace gracias a la financiación de Moeve, y que tiene como objetivo sensibilizar y concienciar al alumnado sobre la importancia de una correcta gestión de residuos y, en particular, del aceite usado de cocina. El proyecto se implementó en cinco colegios de Santa Cruz de Tenerife, donde se consiguió llegar a 1013 niños y niñas, así como al equipo docente, y se recogieron 40 litros de aceite doméstico usado que serán convertidos en biocombustible.
En esta primera edición participaron escolares de 4º, 5º y 6º de primaria del Colegio Santa Catalina de la Siena FESD, CEIP Isabel La Católica, CEIP Tincer, CEIP San Andrés y CEIP Bethencourt y Molina de Santa Cruz. Del millar de alumnos 79 han tenido un papel clave, porque además de aprender a cuidar el medio, fueron líderes para animar e inspirar a sus compañeros a hacer las cosas de otra manera.
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Se trata de una iniciativa singular, pues al contrario de lo que se hace habitualmente, en esta ocasión los niños son actores e, incluso, protagonistas de la acción. “Hay niños y niñas que actúan como agentes sensibilizantes, que se convierten en vehículos sensibilizadores dentro del colegio para transmitir esa información sobre la importancia de la separación del aceite en casa”, explica Felipe Hernández, del Departamento de Calidad, Medio Ambiente y Seguridad Laboral de las empresas y Fundación Ataretaco. “No es cuestión de ir a dar una charla y ya, es un cambio metodológico”.
Se impartieron unos talleres de sensibilización y cada alumno recibió un fonil para facilitar la separación de ese aceite en casa, y un folleto informativo sobre las características del proyecto. Ese aceite lo llevan al colegio en garrafas de plástico y se deposita en contenedores que se han instalado allí para convertirla en biocombustible a través de un gestor autorizado.
Otro de los objetivos es el proyecto es fomentar las actitudes de respeto al medio ambiente, desarrollar el sentido de la responsabilidad y la importancia o necesidad de intervenir en la problemática de los residuos. “Es importante sensibilizar al alumnado y que sea consciente de que el vertido del aceite usado tiene unas repercusiones y un impacto ambiental”, insiste Hernández. Otra de las acciones que se hacen es, a través de una simulación, ver las consecuencias que podría tener un vertido, sobre todo en la contaminación. Además, se han impartido conocimientos prácticos, como que 1 litro de aceite puede contaminar hasta 1.000 litros de agua y que con una correcta separación y procesado se pueden obtener otros recursos como jabones o combustibles, que generan menor cantidad de CO2.
El beneficio social del proyecto
Entre los compromisos de la Fundación Ataretaco están la sostenibilidad ambiental y social, buscando formar e insertar a personas que estén en situación de exclusión social. “Desde los inicios venimos trabajando con proyectos de concienciación y sensibilización ambiental, fundamentalmente en el ámbito de la gestión de residuos”, señala responsable. Por ello, indica, que la importancia de esta financiación por parte de Moeve también radica en el beneficio social que tiene para la comunidad, pues se destina a mantener uno de los talleres preelaborales de valorización de residuos, donde hay personas en situación de vulnerabilidad que inician sus itinerarios personalizados de inserción.
Además, contribuye a mantener el puesto de trabajo de una de las educadoras ambientales que ejecuta el proyecto, posibilitando que mejore sus competencias laborales o profesionales de cara a mejorar su empleabilidad.
Una segunda edición en La Laguna
Tras la grata experiencia en diferentes colegios de Santa Cruz de Tenerife, esta semana comenzó la segunda edición en colegios de San Cristóbal de La Laguna, en colaboración con el Ayuntamiento. La idea, explica Felipe Hernández, es llegar a entre ocho y doce colegios. “Ya hay centros que están interesados y en paralelo vamos haciendo la presentación en otros, todos de carácter público”, matiza.
Insiste en la importancia del método que se utiliza para llevar a cabo este proyecto, “el de la influencia de terceras personas. Vamos transmitiendo en cadena que no podemos estar estáticos ante un problema ambiental de mucha envergadura, especialmente en Canarias”. Los niños y niñas actúan como embajadores en los centros, en sus casas y en sus grupos sociales, “grandes embajadores de la educación ambiental”. Cabe destacar que es un enfoque que, además de beneficiar al medio ambiente, inculca valores de responsabilidad y respeto por la naturaleza de las nuevas generaciones.
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