Canarias desaprovecha todas sus opciones de pesca del preciado atún rojo otra campaña más

Imagen de archivo con la descarga de atún rojo en un puerto canario, desde una embarcación artesanal.

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

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Se confirmaron los malos presagios: Canarias volvió en 2024, otro año más (también ocurrió lo mismo en 2023 y en campañas anteriores), a no completar la cuota total otorgada a la flota artesanal con puerto base en las islas para la captura del atún rojo (la especie Thunnus thynnus), que es el túnido mejor valorado y más solicitado en los mercados internacionales.

Los pesqueros isleños, según los datos oficiales servidos a este periódico digital por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, solo lograron descargar 453 toneladas de las casi 538 (537,7) con que se contaban para realizar capturas legales, con derechos adquiridos, en 2024. Al final, no se llevaron a las cubiertas de los barcos 84,5 toneladas; esto es, el 16% de la cuota concedida por Madrid a Canarias para la pesca durante el año pasado. Por ello, se dejaron de ingresar en torno a 200.000 euros en primera transacción; o sea, la facturación potencial perdida por parte de los armadores locales. 

Desde el 22 de octubre de 2024 hasta el 31 de diciembre del mismo año, la flota isleña no capturó pieza alguna, algo normal al tratarse de meses sin tránsito habitual de esa especie migratoria por aguas marinas cercanas a las islas.

Canarias repite una y otra vez el mismo fallo, que, por ahora, no corrige, en la gestión de las capturas vinculadas a la cuota que el Gobierno central le asigna (se aprueba en Conferencia Sectorial de Pesca) para poder extraer bajo control y con métodos artesanales el atún rojo, la especie más preciada en la familia de los túnidos y para la que tiene, a diferencia de otras, una cuota regional. No pasa lo mismo con la tuna (Thunnus obesus) ni con el barrilote (bonito del norte y Thunnus alalunga), con cuotas de consumo nacional. A partir de 2026, por si fueran pocas las actuales limitaciones para la pesca profesional de grandes pelágicos en las islas, es muy probable que el listado o bonito canario ya se capture con cuota, algo que apuntó el ICAAT en su última reunión del año pasado. Con el rabil, atún claro o atún blanco (Thunnus albacares) también pasa lo mismo que con la tuna y el barrilote.

Aquellas 84,5 toneladas (el 16% de los derechos canarios) que no se llevaron a las cubiertas de las embarcaciones artesanales forman parte de la cuota anual de 2024, de casi 538 toneladas y de las que, al cierre del año anterior, solo se capturó el 84%, lo que representó 453 toneladas dentro de las posibilidades máximas de pesca.

Según fuentes consultadas en el sector extractivo artesanal de las islas, el problema de que año tras año se dejen escapar toneladas de la cuota de atún rojo, las que sí se pueden pescar y terminan sin ser descargadas en Canarias, tiene mucho que ver con el sistema de reparto de la cuota total para Canarias diseñado por la Consejería de Pesca, pues este asigna derechos a pesqueros muy pequeños, de litoral, sin autonomía ni seguridad para acceder a donde transitan esos cardúmenes.

Este inconveniente dificulta que las campañas puedan ser completadas hasta el 100% de la cuota asignada cada año y, sin duda, es un palo en las ruedas a la hora argumentar la histórica demanda de Canarias acerca de tener una asignación anual de atún rojo para la flota artesanal de las islas en torno a las 1.100 toneladas, justo el doble de la que se dispone en estos momentos, tanto en 2024 como en 2023. Esa solicitud, que hasta este 2025 había sido constante por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, siempre había caído en saco roto en las negociaciones con el Ministerio de Pesca, en parte porque lo que ya se concede a las islas, al menos en los últimos años, no termina de consumirse en su totalidad. La cuota canaria se repartió este 2024 entre unas 250 embarcaciones. 

Permisos a repartir entre cientos de artesanales

La cuota de atún rojo, la que permite las capturas de este túnido tan demandado en todo el mundo, se reparte en las islas entre unas 250 embarcaciones, es actualmente de 538 toneladas (2024) y esta cantidad se extrae de la cuota país para esa misma especie, en 7.462 toneladas el mismo año, con un aumento del 10% respecto a 2023 para el país. Este incremento no se aplicó al umbral canario, que es el mismo en 2024 que en 2023 y representa el 7,2% del total español.

Con vistas al año ya iniciado, 2025, fuentes de la Consejería indican que, “teniendo en cuenta que la cuota asignada a la flota canaria en la campaña de pesca de 2024 fue de 537,7 toneladas, existe un remanente no consumido de 84,5 toneladas”. Además, se añadió que “la previsión para el año actual es que la cuota de atún rojo asignada a Canarias se mantenga en las 537,7 toneladas”, idéntica a las de 2023 y 2024. La Viceconsejería de Sector Primario, para este año, además ha pedido que “la apertura de la campaña del atún rojo sea en la primera quincena de enero” (antes que la de 2024, a finales del mismo periodo, el 29 de enero, y mucho más adelantada que la empezada en marzo en el año 2023), si bien “el Ministerio todavía no ha publicado la resolución” que debe dar el pistoletazo de salida a la campaña en las islas, lo que no hará posible que esa solicitud llegue a buen puerto, al menos en la primera mitad de enero.

También la Consejería subrayó el interés de Canarias por “que los remanentes de cuota de atún rojo no consumidos en una campaña de pesca puedan ser traspasados a la siguiente”, lo que implicaría sumar al cupo de 537,7 toneladas de 2025 las 84,5 toneladas sobrantes en 2024. Vinculado a ese interés del sector pesquero canario, en julio de 2024, “la Viceconsejería de Sector Primario solicitó formalmente a la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la tramitación de una modificación del Real Decreto 46/2019, de 8 de febrero, que regula la pesquería de atún rojo en el Atlántico oriental y el Mediterráneo”. A ello, la Secretaría General de Pesca respondió con “que la aplicación de la flexibilidad interanual de posibilidades de pesca no consumidas está pendiente del desarrollo normativo del artículo 38 de la Ley 5/2023, de 17 de marzo, de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera”. “(…) el desarrollo de este artículo, así como el resto de los artículos del Título V de la mencionada ley, se encuentra en fase de elaboración, para lo que se está tramitando un real decreto”, explica la Consejería canaria en su respuesta.

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