El retraso del 'Plan del Carbón' para León y Palencia hace que naciera para cuatro años pero acabe durando once

Los proyectos turísticos 'Mina en vivo' y modernización de Leitariegos, blanco y negro de los retrasos de proyectos del Plan del Carbón.

Carlos J. Domínguez

Es un mantra muy repetido que el cierre de la minería del carbón supuso un mazazo para las economías de las provincias de León y Palencia y mucho más que un mazazo para sus cuencas. Un mantra pero no un falso mito: a la degradación ambiental que quedó tras el cierre de la última explotación, en verano de 2017, se unió la pérdida de importantes rentas, familias enteras buscando otro sustento principal, desindustrialización y despoblación galopante.

También es un mantra muy repetido que era vital adelantarse a todo eso y establecer un plan de choque bien proyectado, con un calendario adecuado y el esfuerzo económico de las administraciones públicas para que, con amplia financiación extra, pudiera cambiar el filón de carbón por el filón de nuevas oportunidades. Las antiguas cuencas mineras dependían de ello, más si por ende desaparecían también todas las centrales térmicas alimentadas por carbón, tres en la provincia leonesa.

Con esa filosofía nació, precisamente en 2017, el año del adiós a las minas energéticas leonesas y palentinas, el plan que se vendió como el instrumento perfecto para la reindustrialización y el futuro: nacía el Plan de Dinamización Económica de los Municipios Mineros de Castilla y León, promovido por la Junta de Castilla y León. Tenía un plazo urgente de cuatro años y de este modo alcanzaba hasta el año 2020, en que debería estar concluido y con su objetivo cumplido de haber protegido y reflotado las cuencas.

Hasta cuatro prórrogas y hasta 2027

Sin embargo, a día de hoy ese también llamado 'Plan del Carbón' continúa vigente tras haber encadenado prórroga tras prórroga. De hecho, en este año 2025 ya cumple más tiempo prorrogado que el período de vigencia establecido en origen. Y ya se asume que continuará hasta dejar ridículo el primer plazo porque la última prórroga, firmada en noviembre de 2023 por el entonces vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), en sustitución del popular Alfonso Fernández Mañueco, ha estirado el nuevo plazo hasta 2027. El motivo esgrimido en aquella orden de Presidencia de la Junta fue acompasarlo al período de vigencia y ejecución del Programa de Transición Justa España 2021-2027“ del Gobierno.

La semana pasada el consejero de Economía y Hacienda y portavoz del Gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo, explicaba en rueda de prensa que ese enorme estiramiento fue acordado por unanimidad de los miembros de la Comisión de Seguimiento del Plan de Dinamización. Esa comisión la forman representantes de la propia Junta, la Patronal Cecale, los sindicados UGT y CCOO, la Red de Municipios en Transición Justa Acom, las diputaciones de León y Palencia, el Consejo Comarcal del Bierzo y todos los partidos con representación en el Parlamento de Castilla y León.

Carriedo negó que esta prórroga que hará que el plan de cuatro años acabe durando once -si no se alarga aún más-, casi triplicando su vigencia, se haya decidido por retrasos en la ejecución de algunos proyectos sino que esgrimió todo lo contrario: “Con la prórroga, acordada por unanimidad, todos manifestaban su satisfacción por el funcionamiento en el pasado, pidiendo que el plan tenga continuidad. Y es que se une en el tiempo con los fondos de transición justa.

Las nuevas y las viejas cifras

El cómputo es que se movilizarán hasta el fin del nuevo plazo un total de 281 millones, de los que la Junta está obligado a sufragar el 30%, de modo que Bruselas pondrá 197 millones y la Junta suplementará otros 84 millones.

Mirando hacia atrás en el balance, el Gobierno autonómico -en solitario, luego con Ciudadanos y posteriormente con Vox- ha movilizado desde 2016 y hasta 2023 “recursos por valor de 439 millones de euros” a través del Plan de Dinamización de Municipios Mineros. El destino aseguran que ha sido el impulso a nuevas actividades vinculadas al sector con el refuerzo de nuevas tecnologías para aplicaciones del carbón, el fomento de la investigación de yacimientos alternativos de minería no energética -la minería y mediante tecnologías relacionadas con la minería aplicables a otros sectores productivos.

Hay que recordar que tan sólo cerraron las minas que optaron por no devolver las millonarias ayudas europeas recibidas, tal y como estableció Europa, y que si alguna empresa las hubiera devuelto o pidiera nuevas autorizaciones, se podría seguir extrayendo carbón bajo el suelo leonés o palentino sin problema.

El esquí en Leitariegos, exasperante

Las autoridades niegan que la enorme expansión del Plan se deba a dar más opciones para rematar incumplimientos. Pero lo cierto es que hay proyectos que se nutren sobre todo de estas ayudas a la reindustralización y que acumulan retrasos que rozarán la década. La punta del iceberg es la modernización de la estación invernal y de montaña de Leitariegos-Valle de Laciana. Su nuevo diseño, con cotas más altas, maquinaria de última generación, nieve artificial y otras inversiones que dinamizarían económicamente la comarca entera, se anunció en el Plan Director presentado en 2016 por la Diputación, propietaria de la estación. Hace una década. Se prometían con inminencia 7,7 millones de euros de inversión al conceder la Junta 3,5 con cargo precisamente al Plan de Dinamización.

Hoy, ya rozando la década después, prácticamente todas las mejoras proyectadas están en marcha pero apenas en funcionamiento. Se pretendía por fin estrenar un nuevo telesquí y tres pistas esta temporada invernal; la adecuación y revegetación de pistas estaba adjudicada en 1,2 millones; aún no se ha acometido la ampliación de la balsa de almacenamiento de agua para la instalación de innivación, por 600.000 euros; la sustitución del telesilla de La Laguna, cifrado en 4,5 millones de euros, ha sufrido nuevos reveses climatológicos; tampoco se ha ejecutado el desplazamiento del telesquí Ferradura, adjudicado en 250.000 euros; y la mejora y crecimiento de la nieve artificial, adjudicada en 2,3 millones de euros, se encuentra en fase de redacción.

Del negro a estar aún en blanco

La segunda Corporación de PSOE y UPL trata de culminar los compromisos heredados y que sus antecesores justificaron no cumplir en la gran complejidad administrativa para realizar todas estas prometidas obras que iban a convertir el negro del carbón en un futuro blanco como la nieve. Pero ya cerca de una década después, Leitariegos ha vivido una de las peores temporadas de esquí en la zona y no precisamente por falta de nieve, que sin embargo sí ha hecho funcionar muy bien a la estación de San Isidro, también de la Diputación.

El estiramiento del Plan fija como instrumentos para los municipios exmineros leoneses y palentinos instrumentos como la bonificación en el precio del suelo industrial en los polígonos de la Junta; un criterio que otorga puntuación adicional a los proyectos que se desarrollen en los municipios mineros incluidos; la continuidad del Plan Especial de Empleo en ellos, aunque “flexibilizando” las condiciones porque ya no hay prácticamente exmineros parados; el mantenimiento de las Oficinas Tierras Mineras de Villablino, La Pola de Gordón y Guardo; “el desarrollo y culminación de medidas específicas de ámbito sectorial, en el ámbito turístico, como la ampliación de la estación de esquí de Leitariegos-Valle de Laciana” -esto es textual-; y la continuidad de la “Declaración de situación de especial trascendencia y urgente actuación” para los proyectos.

Sin embargo, plazos como el de Leitariegos contradicen mucho este último. Otro proyecto también de esperanza turística es la llamada 'Mina en vivo', igualmente en Villablino, de la que se viene hablando desde 2020, hace cinco años, y que la Fundación Santa Bárbara avanza pero todavía sin plazos definitivos.

Los municipios

Desde el arranque del Plan del Carbón fueron incluidos los municipios leoneses de Arganza, Los Barrios de Luna, Bembibre, Berlanga del Bierzo, Boca de Huérgano, Boñar, Brazuelo, Cabrillanes, Cacabelos, Candín, Cármenes, Carrocera, Castropodame, Cebanico, Cistierna, Congosto, Crémenes, Cuadros, Cubillas de Rueda, Cubillos del Sil, La Ercina, Fabero, Folgoso de la Ribera, Garrafe de Torío, Gradefes, Igüeña, Magaz de Cepeda, Matallana de Torío, Murias de Paredes, Noceda, Las Omañas, Palacios del Sil, Páramo del Sil, Peranzanes, La Pola de Gordón, Prado de la Guzpeña, Prioro, Quintana del Castillo, Riello, La Robla, Sabero, San Emiliano, Santa Colomba de Curueño, Santa Colomba de Somoza, Sena de Luna, Soto y Amio, Toreno, Torre del Bierzo, Valdelugueros, Valdepiélago, Valderrueda, Valdesamario, La Vecilla, Vega de Espinareda, Vegacervera, Vegaquemada, Villablino, Villafranca del Bierzo, Villagatón (Brañuelas) y Villamanín. Sorpresivamente en 2018 se 'encontraron' dos más: Almanza y Sancedo.

En la provincia palentina el listado de municipios que seguirán teniendo el Plan del Carbón estirado incluye a Aguilar de Campoo, Barruelo de Santullán, Brañosera, Castrejón de la Peña, Cervera de Pisuerga, Congosto de Valdavia, Dehesa de Montejo, Guardo, Mantinos, Mudá, Olmos de Ojeda, Payo de Ojeda, La Pernía, Polentinos, Respenda de la Peña, Salinas de Pisuerga, San Cebrián de Mudá, Santibáñez de la Peña, Triollo, Velilla del Río Carrión y Villalba de Guardo.

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