València también limitará las plazas hoteleras a un 8% de cada distrito pero no suspenderá las licencias ya concedidas
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El Ayuntamiento de València ha iniciado este viernes la tramitación de ordenanza municipal que regulará los apartamentos turísticos y los usos hoteleros en la capital, con pretensión de crear una norma más restrictiva ante la saturación turística. El equipo de gobierno de Maria José Catalá tramita una ordenanza para “controlar” el turismo y luchar contra los apartamentos irregulares, además de extender la moratoria de las licencias otro año más.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes el borrador de las nueva regulación, que establece que solo se permitirá un máximo de un 2% de viviendas turísticas por barrio o un 5% por manzana. Se limitan también las plazas hoteleras a un 8% respecto al censo de vecinos. Sin embargo, no se actuará sobre las licencias ya autorizadas y la limitación no afectará a las actividades que ya se desarrollan en la ciudad, con barrios como Ciutat Vella saturados de plazas turisticas. Ni se suspenden las licencias en tramitación ni la limitación tendrá carácter retroactivo. Se estima que en la ciudad hay 12.000 apartamentos turísticos, casi la mitad ilegales.
El concejal de Urbanismo, el popular Juan Giner, ha asegurado que la norma “será probablemente de las más restrictivas en alojamientos turísticos de las ciudades de España”. Giner ha expuesto, como avanzó este jueves Català, que se persigue que en los barrios de la ciudad el 98% de los inmuebles sea de uso residencial y comercial y que solo el 2% de las viviendas puedan destinarse a apartamentos turísticos. “Lo que queremos es que Valencia sea para los valencianos. Que sea la mejor ciudad para vivir, para visitar, para invertir pero, sobre todo y en primer lugar, que sea para los valencianos”, ha apuntado.
La nueva regulación llega después de que el pasado mes de mayo el Ayuntamiento aprobara la moratoria que suspende la tramitación de licencias de apartamentos turísticos mientras se desarrollaba por parte de “diferentes delegaciones y departamentos” del consistorio “el proceso de estudio y análisis” para la regulación de estos alojamientos y del uso hotelero. En el último pleno esta moratoria, recurrida en los tribunales, se extendió al barrio del Cabanyal, que ha triplicado sus apartamentos en un año.
El titular de urbanismo ha apuntado que se han diseñado “cinco candados”, una suerte de filtro para tramitar las licencias, que serán excluyentes. El primero, “con el fin de proteger a los vecinos y mantener una implantación equilibrada entre los barrios”, prohibirá que el número de plazas turísticas - incluye hoteles, hostales, y apartamentos turísticos- en los distritos supere el 8% respecto el número de vecinos empadronados en ellos. Este filtro también será aplicable también en los barrios.
El tercer filtro solo se aplica a las viviendas turísticas, que “no podrán superar el 2% del número de viviendas residenciales de cada uno de los barrios”. Esta es la medida que adelantó el jueves Catalá, criticada por la oposición, dado que los barrios que superan este umbral no verán cambios. Las medidas solo afectan a los apartamentos con licencia tramitada, aunque el equipo de gobierno insiste en que se van a clausurar las viviendas que operan de manera irregular. Según ha asegurado Giner, en el último año se han dado 500 órdenes de cierre de apartamentos ilegales.
El cuarto filtro establece que “las viviendas de uso turístico no pueden superar el 5% del total de viviendas de una manzana”, mientras que en quinto lugar se plantea que el 85% de los locales -plantas bajas- de uso terciario se destinen a actividades que no sean turísticas, como oficinas, restaurantes, bares, peluquerías, ópticas, farmacias, clínicas.
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