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Antonio D. López / Rafael Ávalos

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A ocho días del inicio de la Semana Santa el espíritu cofrade tomó las calles del barrio de Levante. Fue horas después de que Santiago Muñoz Machado pronunciara el Pregón de 2025. Ocurrió, como marca la tradición, en un Domingo de Pasión que fue de alegría infantil. Porque el protagonismo lo tuvo un año más el alumnado del Colegio Santa María de Guadalupe. Es decir, la escuela de Franciscanos, que celebró su procesión con los más pequeños como grandes partícipes.

La meteorología concedió una nueva tregua, tras la del sábado para la pro-hermandad de la Bondad, y permitió que los niños realizaran su particular estación. Como siempre, fueron dos los pasos que salieron de la parroquia de Santa María de Guadalupe, anexa al centro educativo. En primer lugar, marchó un nazareno y tras él la imagen de la Virgen. Lógicamente, tanto los tronos como las tallas eran de dimensiones mucho menores que las habituales. No en vano, sus portadores eran también estudiantes.

No faltaron tampoco las mantillas, ni los pequeños con hábito franciscano. A la procesión puso sones la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena, una formación que ya es fija en esta cita. A eso de las 17:00 partió la comitiva desde el templo para recorrer las calles próximas tanto a éste como al colegio. De esta forma, se produjo el anuncio oficioso de los días de Pasión, añadido al de la salida de la Bondad y previo al resto de vísperas en la ciudad.

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