Absueltos todos los investigados en el caso de contrabando del que estuvo acusado hasta su muerte Nené Barral
Más de 25 años después de abrirse, el conocido como caso Nené Barral tiene sentencia. Y es absolutoria: la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra considera que no consta la participación en una trama de contrabando de tabaco de ninguno de los ocho acusados que seguían vivos. El intento de introducción de 431.948 cajetillas, con un valor de más de 127 millones de las antiguas pesetas, se salda sin ningún responsable ante la Justicia. José Ramón Barral, conocido como Nené, la persona que dio nombre a la causa y que fue alcalde por el PP en el municipio pontevedrés de Ribadumia, no llegó a conocer el desenlace. Es uno de los cuatro investigados que fallecieron en el cuarto de siglo que se prolongó el proceso judicial.
El fallo concluye que no hay pruebas ni para condenar a los agentes de Aduanas ni a un guardia civil por revelación de secretos ni para sentenciar al resto de acusados por contrabando de tabaco. La clave de todo el caso eran las escuchas del teléfono de la Alcaldía de Ribadumia, que fueron anuladas por la Audiencia Provincial en febrero de 2023. Sobre ellas habían construido su acusación la Fiscalía y la Abogacía del Estado, que describieron una red encabezada por Nené Barral, quien fue mentor político del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, y el hombre del PP en Ribadumia hasta que fue detenido en 2001. Ese mismo auto dejaba también fuera otros hechos ocurridos en 1997 y 1999, relacionados con dos operaciones fallidas de contrabando utilizando dos barcos, el Castle Town II y el Velázquez.
En esta situación, el tribunal indica que “resulta evidente que la calificación de los hechos” de la acusación particular de la Abogacía del Estado “no puede ser atendida”. Lo que quedaba por analizar, sin esas escuchas, eran los delitos de revelación de secretos por parte de funcionario público y de contrabando de tabaco por el material encontrado en mayo de 2001 en otro barco atracado en el puerto de Vigo. En el buque Mars fue donde se localizaron 431.948 cajetillas de la marca Magnum Especial, de procedencia extracomunitaria. Estaban disimuladas en un cargamento de madera contrachapada.
La sentencia señala que el relato de la acusación es que dos funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera destinados en A Coruña, que hacían vigilancia aérea contra la entrada de mercancías ilícitas, pasaban avisos al jefe de la base marítima de ese mismo servicio -fallecido en 2019-, del que no dependían ni jerárquica ni funcionalmente, y que este transmitía, a su vez, la información a otra persona, que alertaba a la trama que se considera que encabezaba Nené Barral. El tribunal señala que la descripción que se hace de cómo procedían es “genérica” y que, de uno de los funcionarios, no se menciona en qué observación aérea relacionada con los hechos participó. Añade que en el juicio oral tampoco se pudo verificar y que el único testigo declaró que en aquella época su destino era Pontevedra y no tenía un conocimiento directo de lo que había ocurrido. No pudo ser interrogado sobre el arranque de la investigación porque se había declarado su nulidad y la de las escuchas telefónicas.
El tribunal considera que tampoco se puede dar por probada la relación de otros acusados con los supuestos integrantes de la organización de contrabando de tabaco ni que el investigado que es guardia civil transmitiese información que obtenía por su trabajo. Y sobre los acusados de ejecutar la introducción del material ilegalmente, entre los que está Feliciano Barral, hermano de Nené, concluye también que no se les puede atribuir la operación de 2001. Lo único que consta, razona, es el hallazgo de las cajetillas, de las que se supo que estaban entre la madera contrachapada por las escuchas telefónicas anuladas. “La presunta intervención de los acusados en todos y cada uno de los hechos que se les atribuyen deriva única y exclusivamente de las conversaciones telefónicas intervenidas y viciadas de nulidad radical”, zanja.
La sentencia declara la libre absolución de los ocho acusados que continúan vivos. En el caso llegó a haber 43 personas imputadas, pero se quedaron reducidas a 12 y, de ellas, cuatro fallecieron a lo largo del dilatado proceso penal, el último de ellos, Nené Barral, en noviembre de 2023. En 2016, había admitido un delito fiscal y pactado con el Ministerio Público un fraude tributario del que exculpó a sus hijas. A Barral, el periodista Perfecto Conde lo incluía entre los “históricos del negocio” de contrabando en su crónica La conexión gallega. Del tabaco a la cocaína (primera edición, 1991). También aparece en Fariña (2015), de Nacho Carretero, un libro en el que figura como persona de confianza de Vicente Otero, Terito, militante de Alianza Popular y primigenio señor do fume.
0