Portugal limitará el acceso a la sanidad pública a inmigrantes irregulares y extranjeros no residentes en el país
El Parlamento portugués aprobó este jueves varias propuestas presentadas por los partidos de derecha y extrema derecha para restringir el acceso de los extranjeros y los hijos de migrantes a la sanidad pública.
Estos borradores deberán ahora ser detallados y aprobados por las comisiones legislativas y tendrán que ser votados de nuevo por el pleno para su visto bueno final.
Uno de los proyectos ha sido presentado por los dos partidos presentes en el Gobierno de Luís Montenegro, el Partido Socialdemócrata (PSD) y el CDS-PP, y sugiere una alteración de la legislación vigente para establecer que solo extranjeros con residencia legal en Portugal pueden ser beneficiarios del Servicio Nacional de Salud (SNS).
Quienes no tengan la residencia deberán presentar un comprobante que demuestre que poseen cobertura médica en su propio país o lugar de residencia, con la excepción de los servicios médicos de urgencias.
La iniciativa salió adelante con el apoyo de ambos partidos unidos a los votos del partido de extrema derecha Chega, que también presentó varios proyectos aprobados este jueves y que ahora pasarán a las comisiones parlamentarias.
Uno de ellos contempla que los extranjeros de países de fuera de la Unión Europea y que no sean residentes en Portugal no se puedan beneficiar del SNS, aunque sí podrían acceder al sistema público mediante un pago previo por sus servicios.
Sin embargo, el borrador más extremista propuesto por Chega no ha sido votado este jueves. Su proyecto busca alterar la ley de nacionalidad y “combatir determinados fenómenos sociales como el turismo de salud”, para lo cual aboga por endurecer los criterios para naturalizarse en el país.
El texto contempla que puedan lograr el pasaporte luso los hijos de extranjeros cuando por lo menos uno de los padres haya nacido en Portugal y tenga residencia legal de por lo menos tres años en el momento del nacimiento; y si ninguno de los padres es oriundo del país es necesario ser residente legal durante al menos cinco años.
Estos plazos de residencia son superiores a los que recoge la ley actual y dificultarían los requisitos para obtener la nacionalidad portuguesa.
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