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La cara oculta de las cuentas de Almeida en 2024: el PSOE denuncia que ofrecen menos inversión y más deuda para Madrid

José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, y Engracia Hidalgo, delegada de Hacienda, durante la presentación de los Presupuestos de 2024

Nerea Díaz Ochando

Madrid —

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El Ayuntamiento de Madrid presentó hace unas semanas la liquidación del Presupuesto Consolidado de 2024 y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, aprovechó la ocasión para hacer gala de sus logros: los datos indicaban que había conseguido su mayor superávit desde que gobierna en la ciudad y la deuda municipal se encontraba un 1% más baja que en 2023. Dos claros motivos para celebrar. Además, el gasto ejecutado durante el año pasado ascendió a 5.767 millones de euros, un 6,3 % más que en 2023. Sin embargo, este incremento no se traduce en mejoras significativas, ya que la inversión se ha reducido y la deuda, en realidad, ha aumentado.

Según los datos presentados por el Consistorio el pasado mes de marzo, la deuda viva de Madrid (la contraída con los bancos) se situó en 1.942 millones de euros en 2024, mientras que el superávit fue de 483 millones y el remanente de tesorería alcanzó 754 millones de euros. Estos datos son ciertos, pero tienen matices. Un informe elaborado por el Grupo Municipal Socialista de la capital al que ha tenido acceso Somos Madrid desvela que, mientras que Almeida presume de mejoras significativas respecto a 2023, hay menos inversión y más deuda.

Uno de los principales argumentos del equipo de gobierno del alcalde ha sido la supuesta reducción de la deuda municipal. Si bien es cierto que la deuda del Ayuntamiento y los organismos autónomos ha bajado de 1.962 a 1.943 millones de euros, lo que supone una reducción del 0,97%, al incluir la deuda de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), el resultado es muy distinto. La EMT ha incrementado su deuda en 76,5 millones de euros, lo que significa que el endeudamiento total del Ayuntamiento ha aumentado en 57,5 millones de euros.

Otro factor reseñable es la renovación constante de deuda. En los últimos cuatro años, el Ayuntamiento ha concertado 737 millones de euros en nuevos préstamos, compensando casi la totalidad de lo que se amortiza. Como consecuencia, los gastos financieros han aumentado en 9,5 millones de euros, un 10,3% más que en 2023.

Por otro lado, a pesar de haber gastado 342 millones de euros más que en 2023, las inversiones han caído un 21,2%, es decir, casi 102 millones de euros menos. El Ayuntamiento destaca una alta ejecución de las inversiones, pero omite que el nivel de inversión ha disminuido considerablemente respecto a años anteriores. De hecho, la delegada de Hacienda remarcó en su momento que se había ejecutado el 100% en materia de ingresos, el 92% en gastos y además se habían cumplido las tres reglas fiscales que conforman el marco de estabilidad presupuestaria, la de gasto, la de deuda y de déficit.

“Se olvidan de que se trata de una obligación”, señala Enma López, concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, respecto al cumplimiento de la estabilidad presupuestaria en la que tanto insiste el Gobierno municipal. Es cierto que el superávit crece mucho, de 153,8 a 483 millones. Y el remanente de tesorería, de 482 a 754 millones. Y cumplen con la regla de gasto por 133 millones también. Pero, aunque los datos parecen positivos, esconden una ineficiencia en el gasto. “Tendrían que haber dedicado más a mejorar la calidad de vida de los madrileños, en asuntos como la vivienda, y tener un superávit más reducido”, indica la edil socialista.

En la práctica existen multitud de ejemplos que evidencian el verdadero resultado de estos datos, como es el caso de la Agencia para el Empleo, que solo ha ejecutado el 11,4% de su presupuesto, mientras que la Agencia de Actividades no ha ejecutado nada. Proyectos relevantes para la ciudad como una escuela infantil en San Fermín o una escuela de música en Puente de Vallecas han desaparecido del presupuesto. Además, la ejecución en infraestructura urbana también ha sido deficiente: el carril bici previsto entre la Gran Vía de San Francisco y la Glorieta Puerta de Toledo, financiado por presupuestos participativos, tampoco se ha materializado.

Menos inversión en gasto social y vivienda

Los grandes perjudicados de los últimos Presupuestos han sido el gasto social y la vivienda, dos ámbitos que precisamente exigen mayor atención en estos momentos. Respecto al gasto social, el Ayuntamiento asegura que ha aumentado en 45 millones de euros, alcanzando los 981 millones. Sin embargo, este crecimiento del 4,8 % está por debajo del incremento medio del presupuesto (6,3 %).

Programas clave han sufrido recortes, como el de Familia e Infancia, que ha perdido 1,8 millones de euros (-3,5 %), o el de Voluntariado, con una reducción del 3,9 %. La conciliación e igualdad apenas han recibido un 0,9 % más de financiación. Además, el porcentaje de ejecución del Área de Políticas Sociales ha bajado del 92,3 % al 90,6 %. Se habían presupuestado 349,5 millones de euros, pero solo se han gastado 307,5 millones, dejando 42 millones sin utilizar.

La inversión en vivienda, uno de los problemas más urgentes en Madrid, también se ha visto afectada. Aunque la ejecución del presupuesto del área ha mejorado hasta los 218 millones de euros, sigue sin alcanzar los niveles de 2022 (230 millones). La rehabilitación y conservación de viviendas ha dejado sin ejecutar 16,8 millones de euros, y los fondos dedicados a la promoción y gestión han caído en 40 millones respecto a 2023. La Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) también ha sufrido recortes: de los 125 millones invertidos en 2023, solo ha ejecutado 75 millones en 2024.

El Ayuntamiento apenas ha adquirido viviendas en el mercado de segunda mano: de 56 en 2023 a solo 8 en 2024. Además, la previsión para 2025 es la construcción de 206 viviendas, lo que haría imposible alcanzar la promesa del alcalde de construir 12.000 viviendas durante su mandato.

Además, en este contexto, el Ayuntamiento ha vuelto a reducir el tipo de gravamen del IBI, pero beneficiando a quienes tienen propiedades con mayor valor catastral. En barrios como Goya en el distrito de Salamanca, la rebaja media ha sido de 210 euros, mientras que en zonas humildes de Madrid solo ha supuesto un ahorro de siete euros. Al mismo tiempo, el gobierno municipal sigue sin aplicar el llamado “IBI Social”, que podría beneficiar a los más vulnerables.

La relación entre el Ayuntamiento y la Comunidad también ha resultado perjudicial en materia presupuestaria. Mientras que los ingresos procedentes del Estado han aumentado un 20,9 % respecto a 2023, pasando de 2.181 a 2.637 millones de euros, las transferencias de la Comunidad de Madrid han caído un 46,8 %, pasando de 237,9 a 126,7 millones de euros.

Esto se suma a la deuda anual que la Comunidad de Madrid acumula con el Consistorio de la capital. Nada más y nada menos que 860 millones de euros. Desde que José Luis Martínez-Almeida llegó al cargo de alcalde e Isabel Díaz Ayuso fue investida presidenta autonómica en 2019, las transferencias vinculadas a la gestión de competencias impropias en la región han ido en aumento, lo que se ha traducido en un deterioro notable en la prestación de servicios de la ciudad. Según señalan desde el Grupo Municipal Socialista, este recorte “evidencia el desinterés del gobierno de Isabel Díaz Ayuso por financiar adecuadamente la ciudad de Madrid, que además asume competencias que le corresponden a la Comunidad por valor de 800 millones de euros anuales”.

Asimismo, a pesar de haber reconocido ingresos por 358 millones de euros más que en 2023, la ejecución del gasto ha sido deficiente. En el conjunto del Ayuntamiento y organismos autónomos, la ejecución presupuestaria ha caído del 92,4% al 91,8%. La aplicación de los fondos europeos Next Generation ha sido especialmente baja, con un nivel de ejecución del 54,8%. El gasto en Vivienda y Urbanismo ha caído un 2,9%, mientras que el de Deporte se ha reducido un 1,3%. Otras áreas clave como bienestar comunitario, servicios sociales y sanidad han crecido por debajo del promedio municipal.

También hay carencias en lo que respecta a los distritos. Las Juntas han gestionado 842 millones de euros, un 4,9% más que en 2023, pero por debajo del crecimiento medio del presupuesto. Distritos del sur, como Usera (-2,5%) y Moratalaz (0,7%), han recibido menos recursos. Además, la inversión por habitante ha caído drásticamente en ambos distritos. “Esto demuestra que el Partido Popular se olvida de los distritos SURES”, explican desde el PSOE.

Por ejemplo, Carabanchel ha registrado una ejecución del 89,1%, lo que se encuentra por debajo del promedio, al igual que Usera (92,8%) y San Blas-Canillejas (93,3 %). Villaverde también ha mostrado un descenso, de un 98,1% a un 96,5%. Estos datos indican que, aunque el gasto en los distritos SURES ha crecido un 4,3%, este aumento sigue siendo inferior al incremento medio del gasto municipal (6,3%) y al crecimiento del gasto en los distritos en general (4,9%) y confirman que “las inversiones en los distritos SURES no son una prioridad para el gobierno del Partido Popular”.

La edil socialista insiste en que, aunque el superávit se ha triplicado, el Gobierno municipal ha preferido destinar parte de esos fondos a otras áreas en vez de a mejorar la calidad de vida de los madrileños. “Lejos de responder a las necesidades reales de los ciudadanos, las partidas más críticas han sufrido recortes o han sido mal ejecutadas, mientras que se mantienen los desequilibrios territoriales”, remarca en el documento. Ante estos datos, el grupo de la oposición considera que esta ejecución presupuestaria “no solo refleja una falta de planificación, sino también una preocupante desconexión con las demandas sociales y los retos que enfrenta la ciudad”.

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