Citroën se pone deberes para 2025: mejorar en turismos y mantener su liderazgo en comerciales
La firma francesa Citroën ha vivido en 2024 una breve travesía del desierto antes de afrontar el nuevo año con una renovación profunda en la que deposita grandes esperanzas. El ejercicio pasado ha sido satisfactorio por lo que respecta a sus modelos comerciales, encabezados por el exitoso Berlingo, pero también mejorable por lo que hace a turismos y a penetración en el canal de particulares, el más sano y rentable para todos los fabricantes.
La lección, por tanto, es clara para la marca de los chevrones: necesita crecer en estos dos últimos ámbitos, y para ello ha preparado una ofensiva de producto bien articulada. Al nuevo C3, lanzado a finales de 2024, se le suman este mes de enero los también remozados C4 y C4 X, en versiones térmicas y eléctricas -todas fabricadas en la planta madrileña de Villaverde-, y próximamente el C3 Aircross, un SUV capaz de alojar siete asientos en una carrocería de menos de 4,4 metros de largo.
Para la segunda mitad de año se espera la llegada del nuevo C5 Aircross, del que únicamente se conocen de momento imágenes del prototipo (junto a este texto). Con la renovación en primavera del cuadriciclo Ami, Citroën habrá puesto al día su gama de turismos al completo, a excepción del C5 X, que seguirá disponible sin cambios a la espera de lo que se decida considerando su baja demanda.
La gama de comerciales ha obtenido notables resultados en 2024, gracias sobre todo al empuje del Berlingo, líder en su segmento, y al incremento de ventas tanto de Jumper como de Jumpy. Pese a ello, la marca espera refuerzos para abril, en forma de una versión comercial, 100% eléctrica, del C3. Dotado de 1.220 litros de maletero y 300 kilos de capacidad de carga, el ë-C3 Van será sensiblemente más asequible que el ë-Berlingo y está concebido para servicios de paquetería en grandes ciudades, merced a una autonomía (homologada) en ciclo urbano de 453 kilómetros.
Sobre el nuevo C3, el director de Citroën para nuestro país y Portugal, Nuno Coutinho, ha desvelado que el 32% de los pedidos realizados por clientes españoles corresponde a su variante eléctrica, cifra digna de mención y que bien podría resentirse a raíz del fin del Plan Moves III. El coche se vende también con motores de gasolina y mild hybrid de 100 caballos.
El benjamín de Citroën contará con una nueva versión exclusiva para empresas denominada Business, sobre la base del acabado Plus y con el añadido de un navegador 3D. En el segundo semestre de 2025 habrá otra variante eléctrica de menor autonomía, alrededor de 200 km, equipada con una batería de 30 kWh y un motor de 113 CV: esta sería la que se ha publicitado como uno de los pocos eléctricos que costarán menos de 20.000 euros (de verdad, no con el descuento del ahora extinto Moves).
En un encuentro con medios de comunicación, Coutinho ha indicado que el nuevo C3 ya ha permitido a Citroën empezar a crecer en el mercado de particulares, como pretenden hacer de forma sólida a lo largo de este 2025. Del 23,6% de penetración en este canal obtenido el año pasado espera pasar a dígitos cercanos al 30%, del mismo modo que confía en que los turismos ganen peso en el mix de ventas de la marca, donde el 35% del total se lo apuntan hoy por hoy los vehículos comerciales.
Mejora de la reputación
En otro orden de cosas, Citroën se ha decidido a tomar la iniciativa en dos de los asuntos que más afectado a su reputación -y a la de otras marcas del grupo Stellantis- en los últimos tiempos. En el caso PureTech, está vigente desde marzo de 2024 la ampliación de la garantía de estos motores hasta 10 años o 175.000 km. Además, se ha extendido dicha garantía a las generaciones anteriores de propulsores PureTech 1.0 y 1.2 con pago retroactivo de las reparaciones.
Como condiciones, se exige que el usuario se haya atenido al plan de mantenimiento de la marca y que el servicio y diagnóstico se hayan efectuado por un servicio oficial.
Citroën ha creado una plataforma web para el trámite de las indemnizaciones retroactivas, así como para atender las reclamaciones relativas a su otro frente abierto, el de los motores que utilizan AdBlue. Se trata de vehículos diésel fabricados entre enero de 2014 y agosto de 2020 que no hayan superado los 210.000 km. Para los de menos de cinco años o 150.000 km, la marca se hace cargo del 100% de los costes de las piezas, y para los que tienen entre cinco y ocho años se cubre entre el 30 % y el 90% de esos costes, según kilometraje.
El coste de la mano de obra se fija en 30 euros por caso hasta agosto 2028. Por último, se ofrece una compensación adicional para los beneficiarios de coberturas anteriores.
Adicionalmente, y con carácter general, la firma francesa ha ampliado su garantía Citroën We Care hasta los ocho años a todos los turismos nuevos y a todos los tipos de motorizaciones, tanto para clientes particulares como profesionales. Este programa se renueva cada vez que se realiza en un servicio oficial una operación de mantenimiento prescrita por la marca.