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Feijóo usa el apoyo de Vox a Trump para marcar distancias con Abascal

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene en un acto de la patronal ATA, este lunes en Madrid.

Aitor Riveiro

3 de marzo de 2025 21:47 h

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El alineamiento de Vox con Donald Trump incluso después de la inédita discusión ante la prensa que protagonizó con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, ha permitido al PP marcar distancias con el partido ultra. Su líder, Santiago Abascal, acusa a Alberto Núñez Feijóo de “sostener” a Pedro Sánchez por “coincidir” con él en las críticas al plan de paz que negocian el presidente de EEUU y el ruso, Vladimir Putin, al margen de la UE y de la propia Ucrania.

Las palabras de Abascal en forma de post en Twitter han recibido este lunes la respuesta de Feijóo. “Una guerra injusta no puede acabar con una paz injusta, y eso no es estar al lado del señor Sánchez”, sostuvo este lunes en declaraciones a los medios de comunicación. 

El líder del PP también aprovechó para arremeter contra Pedro Sánchez, al que acusó de ocultar su “propuesta” para Ucrania. “No sabemos hacia dónde dirige España, no sabemos ni si cuenta con apoyos dentro de su Gobierno ni qué recursos va a destinar” o “si España va a formar parte o no de la coalición de voluntarios”, en referencia a los países que se reunieron en Londres para estudiar una posible coalición que apoye al país de Zelenski.

Allí estuvo el presidente del Gobierno, a quien Feijóo no ve autorizado para representar a España ante el resto de líderes.“Sánchez no debe de seguir acudiendo a foros internacionales y comprometiendo la postura de España sin que tenga la autorización del Congreso de los Diputados. Por tanto, nosotros estamos con la democracia  y con la libertad”, concluyó.

Unas horas antes de las palabras de Feijóo, el portavoz de Vox, José Antonio Fúster, defendió la actitud de Trump ante Zelenski. “Lo importante no son las formas, sino el contenido, que son personas que quieren una paz duradera para Ucrania”, dijo en una rueda de prensa. Y añadió que en Vox prefieren “a gente con las formas un poco torcidas si trabajan por esa paz antes que a hipócritas que tiene unas formas exquisitas pero que están haciendo otra cosa bien diferente y en contra del pueblo ucraniano”.

La extrema derecha española devuelve así el favor a Trump, quien dedicó un escueto saludo a Abascal durante la reciente Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), una reunión de ultras de todo el mundo auspiciada por el presidente de EE UU.

El PP retuerce así una vez más su estrategia con Vox y pasa al ataque, después de varias semanas de indefinición de Feijóo tras la llegada de Trump al poder. Un silencio que dio paso a la división en el seno de su partido. Han tenido que anunciarse los aranceles a los productos españoles, así como ver a EE UU negociar con Rusia mano a mano dividirse Ucrania para que el líder del PP asumiera una posición. 

Desde su llegada a Madrid, los de Feijóo han pasado por diferentes fases en su relación con Vox. Primero, intentaron ningunear a la extrema derecha, pero el líder del PP no consiguió desfondar electoralmente a los de Santiago Abascal, por lo que tras las elecciones de 2023 no le quedó más remedio que refrendar una alianza que comenzó en 2019, para hacerse con el poder pese a perder elecciones como las de Madrid, Andalucía o Castilla y León. En 2023, el PP tuvo que apoyarse en Vox para apuntalar un asalto territorial que les llevó a controlar 12 gobiernos autonómicos y muchas capitales de provincia o poblaciones grandes.

Pero Vox optó el pasado verano por salirse de los ejecutivos donde cogobernaba con el PP y abrir una vía de confrontación con los de Feijóo a cuenta de asuntos como la memoria democrática, la inmigración o la política europea y, ahora, la relación de la UE con EEUU. Las encuestas parecen refrendar esta estrategia y el partido de Abascal ha optado por ahondar en ella.

Pero el PP también cree poder sacar beneficio del enfrentamiento. Y las respuestas no solo llegan de boca de Feijóo. El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ha reaparecido para replicar directamente en Twitter a su antiguo colega de militancia en Euskadi: “En lo que tú le haces oposición a Zelenski y a Feijóo, el PP se la seguirá haciendo a Sánchez y a Putin”.

La bronca entre ambos partidos también ha alcanzado a Isabel Díaz Ayuso. En una entrevista en El Mundo este fin de semana, la presidenta de Madrid arremetió contra Vox, a quien acusó de apoyar a Putin. Desde la Fundación Disenso, brazo ideológico de los de Abascal hacia la que el partido ha derivado varios millones de euros, le han replicado: “Yo lo que quiero es conocer el contenido del acuerdo del PP con el Partido Comunista Chino firmado en 2013”.

Incluso la Faes de Aznar llegó a intervenir. El think tank del expresidente del Gobierno, con vínculos directos con fundaciones y asociaciones estadounidenses, afirmó en un comunicado que Vox se había “sumado a la quinta columna del Putin club”.

Faes tachó de “conciliábulo” la convención de partidos ultras, calificó a Rusia como “cleptocracia mafiosa” y destacó la falta de apoyo de Vox al mensaje de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien subrayó la necesidad de unidad entre Europa y Estados Unidos.

Precisamente en Vox suspiran por un reagrupamiento de los tres grupos en los que se divide hoy la ultraderecha en Bruselas o, al menos, que los Patriots de Abascal y el ECR que lidera Meloni converjan y aúnen fuerzas.

Con la UE y contra Sánchez

Pese a sus disputas, Feijóo y Abascal coinciden plenamente en varios de sus argumentos. Por ejemplo, en acusar al Gobierno de “financiar” la guerra de Putin con la compra de gas natural.

Una denuncia que el líder ha hecho de forma reiterada no en las últimas semanas o meses, sino desde que en 2022 asumió el control del PP. Feijóo rechazó el uso de gas natural, una parte procedente de Rusia, por parte de España para generar electricidad en plena crisis energética e inflacionaria en Europa.

El Gobierno puso un tope al precio de la electricidad, logró detener la escalada de precios y, además, convertir a España en exportador neto de energía hacia Europa a través de Francia. La crítica al uso del gas ruso ha sido recuperada ahora por Vox, que intenta mostrar su independencia de Putin.

La posición de Vox permite a Abascal criticar tanto a Sánchez como a la UE, que busca aunar un frente común europeo para intervenir en las negociaciones de paz. Pero Feijóo lo tiene más difícil porque intenta, a la vez, situarse al lado de las instituciones comunitarias y arremeter contra el Gobierno. Y todo pese a que Sánchez ha sido convocado a las dos cumbres informales que están preparando el terreno de la participación de Europa en las conversaciones.

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