El juez acota los indicios contra Ábalos: tres inmuebles a cambio de contratos para Aldama
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El Tribunal Supremo ha entrado de lleno en la investigación al que fuera ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. A la espera de los informes sobre su patrimonio y sus comunicaciones que ha encargado a la Guardia Civil y en medio de la estrategia de Víctor Aldama de lanzar acusaciones a cuentagotas, el magistrado Leopoldo Puente acotó este jueves los indicios que constan hasta el momento contra él y que se concretan en tres inmuebles de los que se habría beneficiado a cambio de su intercesión en contratos. Estos indicios sustentan su imputación por delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.
Así lo recoge el magistrado en el auto en el que, tras tomarle declaración este jueves, le retira el pasaporte y le prohíbe salir de España. El juez destaca que “nada menos que tres inmuebles” vinculados a Ábalos de forma directa o indirecta presentan como “denominador común” la “continua presencia” de Aldama, un empresario ajeno al sector sanitario que ganó 6,6 millones de euros en el peor momento de la pandemia gracias a los contratos de mascarillas adjudicados por entes que dependían de Transportes y otros departamentos.
El instructor se refiere al disfrute de un chalet en Cádiz, el pago del alquiler del apartamento de lujo de quien era su pareja y el contrato de arrendamiento con opción a compra de un piso en el Paseo de la Castellana de Madrid, una de las principales arterias de la capital, por un precio de venta (750.000 euros) “aparentemente muy inferior al de mercado”. El juez pone el acento sobre el hecho de que “de todos” los pisos o chalés “existentes”, el que fuera ministro hubiera optado por aquellos vinculados con el cabecilla de la red corrupta.
El uso del chalé de Cádiz y el pago de un alquiler de 2.700 euros mensuales de la vivienda de quien era su pareja ya figuraban en el informe de la UCO del pasado octubre que estrechó el cerco sobre Ábalos. Los agentes consideraron que eran las principales “contraprestaciones” que habría recibido fruto de sus gestiones para la trama. Sin embargo, la existencia del inmueble de la Castellana fue desvelada por Aldama en el primer escrito que aportó al Supremo con supuestas tramas tras quedar en libertad.
En ese escrito, Aldama aseguraba que pactó regalar a Ábalos un inmueble valorado en 1,9 millones de euros. Para ello, aportó un contrato de “arrendamiento con opción de compra” a favor de Ábalos de una vivienda propiedad del empresario en el número 164 del Paseo de la Castellana, una de las principales arterias de la capital. Supuestamente, el contrato se inició el 24 de abril de 2019 y expiraba el 14 de febrero del 2024.
El comisionista sostenía que esa operación encubría en realidad la “garantía” de las mordidas que presuntamente el entonces ministro iba a cobrar en el futuro de determinadas constructoras por obras que ya estaban preadjudicadas. El acuerdo era que, si no lograba cobrar esas comisiones, se quedaría con el piso. Según Aldama, el inmueble nunca fue ocupado por Ábalos y “no se pagó renta alguna”, pues “se trataba de un mero contrato de fiducia”. En una entrevista en El País, Ábalos afirmó que lo relativo a este inmueble “es todo mentira” y que, aunque no se acuerda si llegó a firmar ese contrato, era “imposible” de materializarlo y que en el piso había un inquilino.
Las acusaciones de Aldama
El auto fechado este jueves revela que el magistrado Puente otorga credibilidad a parte de las acusaciones de Aldama. Aunque, por el momento, deja fuera de sus resoluciones otras de las sospechas lanzadas por el comisionista. No obstante, durante el interrogatorio de este jueves sí le preguntó si estuvo en los pisos que Aldama asegura que alquiló en Madrid para que el entonces ministro, su asesor Koldo García y el actual titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, mantuvieran encuentros con “señoritas”. Este último aportó documentos que acreditan que no estaba en la capital en esa fecha. Ábalos dijo este jueves en el Supremo que no recordaba haber estado en esos pisos, de acuerdo a las fuentes consultadas.
En otro auto dictado este jueves, el magistrado confirma la necesidad de analizar en los teléfonos intervenidos a Aldama existen mensajes con Torres y con el actual 'número tres' del PSOE, Santos Cerdán, como vía para comprobar las acusaciones que ha lanzando el empresario.
Es la segunda vez que Ábalos comparecía ante el juez Puente tras hacerlo de forma voluntaria el pasado mes de diciembre. Entonces, tal y como hizo este jueves, negó su implicación en la trama que supuestamente se lucró con contratos amañados y a desmentir que él se hubiera beneficiado de comisiones o prebendas. La de diciembre fue una declaración más extensa en la que también apuntó a quien fuera su asesor y trató de desvincularse de Aldama.
A las pesquisas les queda todavía un largo recorrido, en el que se indagará en los millonarios contratos de mascarillas origen de la investigación, pero también se examinará si la trama extendió su influencia en otras adjudicaciones públicas. De hecho, el magistrado recuerda en otra resolución en la que rechaza el recurso de Ábalos contra la investigación de su patrimonio y la designación de la UCO como policía judicial que el objeto de esta causa “no se limita de forma exclusiva” a los contratos de la pandemia. Y recuerda que se refiere también “otras actuaciones de intermediación y gestión relativas a distintas actividades” en la que hubieran podido participar Ábalos y el resto de imputados.
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