El Tribunal Supremo de EEUU acerca a la familia Cassirer el Pissarro que le robaron los nazis y que compró el Thyssen

El fallo dictado por un tribunal de apelación estadounidense que confirmaba que un cuadro de Camille Pissarro robado por los nazis en Alemania en 1939 pertenece al Museo Thyssen-Bornemisza ha sido anulado por el Tribunal Supremo de EEUU, según informa Europa Press. Se trata de la obra de 1897 Rue Sant-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia.
La Comunidad Judía de Madrid y la Federación de Comunidades Judías de España presentaron un escrito en febrero ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos en apoyo a la familia de David Cassirer, quien pide que se le reconozca como propietario de la obra. El escrito planteaba que España no tiene un interés legítimo en aplicar el Artículo 1955 del Código Civil Español, que permitiría conservar la obra.
El caso tendrá que volver ahora al Tribunal de Apelaciones del noveno circuito para que tomen una nueva decisión a la luz de la ley que se aprobó en California, la cual dice que no se puede aplicar el derecho extranjero, como en este caso España, para determinar quién es el legítimo propietario del cuadro.
El lienzo fue adquirido por la familia Cassirer. En 1939, Lilly Cassirer, antes de escapar de la Alemania nazi, se vio obligada a 'vender' la obra a los nazis a cambio de un pasaporte para poder salir del país. La pintura acabó en manos del barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1976, que lo compró en una galería de Nueva York y, en 1993 lo vendió a la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza.
El nieto de Lilly, el fotógrafo Claude Cassirer, descubrió expuesto el cuadro en el Museo Thyssen en Madrid en 1999. Pidió la devolución, pero le fue denegada y en 2005 inició una batalla legal en California. El retratista falleció en 2010, pero sus herederos han mantenido el caso abierto. Tras varias instancias, en 2022 el Tribunal Supremo de EEUU dictó una resolución por la que dio marcha atrás, al resolver que a la obra se le debería haber aplicado la norma de conflicto de leyes de California.
Esta institución ordenó a los tribunales inferiores reabrir el caso para determinar qué derecho se debía aplicar: el derecho español, como se había hecho hasta el momento –y por el que la obra es propiedad del Thyssen–, o el de California, que, en caso de aplicarse, reconocería a los Cassirer como propietarios.
1