Las audiencias televisivas y el arte de quedarse con los datos que interesan

El pasado viernes nos llegó una respuesta en Twitter (para Elon Musk, y sólo para él, 'X') que decía “esto de las audiencias aburre al aburrimiento. En serio”. No enlazo al autor por si parece un señalamiento, cuando es todo lo contrario porque ejemplifica en qué ha acabado convirtiéndose la publicación diaria de los datos de audiencia, y cómo la polarización también ha llegado a este ámbito... y la verdad es que aburre igual que en todos los demás.
verTele celebra este año su 25 aniversario. 25 años hablando de la tele, de sus presentadores, de sus programas, y por supuesto analizando sus audiencias. Es, de hecho, uno de nuestros contenidos más reconocibles, ese que los lectores buscan cada día a las 9:00 de la mañana, que es cuando nuestro contrato con Kantar Media nos permite publicar su medición, basada en 5.920 audímetros como explicamos al principio de esta temporada.
Los audímetros son el método aceptado y acordado por las cadenas, y sobre todo por los anunciantes, para medir sus rendimientos y su competencia. Y de toda la vida, cada canal siempre ha destacado los datos que les interesan para sacar pecho de su rendimiento general, o particular hablando de programas concretos. Es lógico: si quieres “vender” algo, vas a promocionar sus puntos fuertes, y no los débiles.
En esa búsqueda de conceptos de los que poder presumir, a la competencia inicial basada fundamentalmente en tres conceptos (share, espectadores y rating) se han ido sumando distintos parámetros. Hace ya dos décadas, tras la aparición y consolidación de las privadas, fue el caso de la franja de coincidencia, una medida lógica para poder comparar el rendimiento de los largos realities de Telecinco frente a las más reducidas series de Antena 3.
Al principio de esta misma temporada televisiva, precisamente esa franja de competencia dio mucho que hablar por la batalla entre El Hormiguero y La Revuelta, que se convirtió en el mayor ejemplo de la polarización televisiva: cuando al principio ganaba Broncano resultó ser “polémico” lo que se llevaba haciendo dos décadas, intentando invalidar y atacar ese parámetro; y en este 2025 en el que gana Pablo Motos, los datos se siguen dando igual pero sí se asumen con naturalidad y sin polémica.
Pero en este último lustro en el que los liderazgos televisivos han cambiado tanto, con la crisis de Telecinco, el dominio de Antena 3 y la tímida recuperación de La 1 en un contexto general de fragmentación y pérdida de poder de la televisión lineal tradicional; han aparecido otros conceptos que hasta ahora eran más profesionales y técnicos como el target comercial, los espectadores únicos, la fidelidad, la aportación a su canal, o hasta las plusvalías. Son parámetros que pueden enriquecer los análisis de audiencias, pero que también pueden difuminar las competencias, ya que sirven para medir el rendimiento individual de los programas, y no para compararlos con sus franjas como siempre se ha hecho para dirimir los tan ansiados liderazgos.
El nuevo lío de audiencias, con el presidente de RTVE y laSexta
Podría decirse que las cadenas buscan y promocionan las competencias cuando les favorecen, y huyen de ellas cuando no, para lo que viene bien tener otros tipos de parámetros como esos que se intentan incorporar al sector. Que un programa no lidere no quiere decir que su rendimiento sea malo o insuficiente para la cadena, y mucho menos que sea un mal programa. Pero obviamente, a todos y a todas les gusta ser los primeros, así que cuando lideran se encargan de decirlo, igual que cuando no lo hacen intentan que no se diga.
Es curioso que siempre se ironice con que “en el EGM ganan todos”, cuando en la televisión es un poco lo mismo: todas las cadenas y programas se quedan con los datos que interesan y “venden” sólo lo positivo, por lo que parece que siempre y todos ganan. Repetimos: es lógico, en el mundo del márketing no se venden derrotas. Pero en esta época de competitividad extrema, en la que no sólo importa liderar sino también dejar claro que jodes a tus rivales, se generan enfrentamientos por la forma de hacerlo.
El pasado jueves día 3, el presidente de RTVE, José Pablo López, compartió un tuit en el que celebraba las audiencias del miércoles que había logrado La hora de La 1 en la franja del programa comparándolas con Telecinco y Antena 3, y con una pulla incluida: “Seguimos con los bulos y a cada bulo, más datos”. Pero laSexta respondió a través de su cuenta oficial en Twitter con otro mensaje en el que le “recordaba” que el líder de las mañanas es Aruser@s, pidiéndole no olvidarse de la cadena de Atresmedia, y con otra pulla: “Periodismo contra el caos”.
Al día siguiente, el viernes 4 y refiriéndose a los datos del jueves, el enfrentamiento siguió vivo en las redes sociales. Aunque en esta ocasión no fue con cruce de comentarios directos, sino como habitualmente: destacando los datos de los programas y eligiendo lo más beneficioso para presumir de ello.
Atresmedia, con un mensaje en el que dejaba claro hasta cuatro veces que Aruser@s “sigue líder” y que es “líder” en sus dos franjas y si se considerase la emisión completa. RTVE y José Pablo López, destacando que La hora de La 1 es líder “en simultáneo” y “en su franja de emisión”.
¿Quién miente? En realidad ninguno, sino que simplemente es un nuevo ejemplo de cómo las cadenas seleccionan sólo los datos más beneficiosos para presumir de las audiencias de sus programas. Es el arte de lo que interesa.
laSexta y Atresmedia en este caso lo tienen fácil y poco se les puede achacar, porque Aruser@s es el líder de las mañanas tanto en su primera franja del Humorning (de 7:00 a 9:00), como en su segunda franja con el nombre principal de Aruser@s (de 9:00 a 11:00), como si se hiciese el cálculo conjunto de 7:00 a 11:00. Otro tema es esa fragmentación que analizamos hace poco. Pero en definitiva, si miramos las audiencias de 7:00 a 11:00, de 7:00 a 9:00, o de 9:00 a 11.00; en los tres casos aparece laSexta como primera cadena. De nuevo, la importancia de las franjas y analizarlas.
RTVE, sin embargo, tiene que hilar más fino, porque el liderazgo de La hora de La 1 viene del simulcast, y se refiere sólo a su franja (de 7:50 a 10:40 horas). El programa matinal se emite tanto en La 1 como en el Canal 24h, por lo que se puede considerar su emisión conjunta para sumar las cifras. Al añadir la aportación del 24h a su dato principal en La 1, sí resulta que en su franja alcanza el liderazgo. En resumen: si miramos las audiencias de 7:50 a 10:40 horas, y sumamos La 1 y el Canal 24h, el simulcast de TVE aparece como primera opción.
La competencia televisiva ha existido siempre. Para eso se ha utilizado el parámetro de la cuota de pantalla o share, que ofrece el porcentaje de espectadores que están viendo una cadena respecto al total que está viendo la televisión. Pero en esta época en la que la fuerza de la televisión lineal tradicional languidece, y se potencia la extrema competitividad entre canales en forma de polarización en lugar de simplemente destacar los rendimientos de dos programas que impulsan a sus cadenas, cada vez surgen más enfrentamientos por el arte de quedarse sólo con los datos que interesan.