Ni en Tokio ni en Londres: el mejor mercado del mundo está... en Barcelona

Aquellos viajeros que han tenido la suerte de conocer Tokio o Londres seguramente hayan aprovechado la estancia para practicar una de las cosas que más solemos hacer cuando estamos en modo turista, que es pisar un bonito mercado y, por qué no, traernos algo auténtico de alguna de sus paradas.

De ahí que sean muchos los que, seguramente, tengan una foto en el Tsukiji Outer de la capital japonesa o en el Borough Market de la capital inglesa. Sin embargo y según una prestigiosa clasificación de los mercados más bonitos del mundo, ambos están por detrás de uno que tenemos más cerca: el de La Boqueria, en Barcelona.

Situado en medio de la no menos bonita ni menos famosa Rambla de la capital catalana, se trata de un mercado que es 100% imprescindible visitar cuando uno va a pasar unos días en la ciudad, de fácil acceso y aún más fácil de disfrutar. Y es que perderte por sus paradas de fruta, carne, pescado o incluso golosinas, comprar alguna de las joyas de nuestra gastronomía o, por qué no, intentar coger sitio en alguno de los bares que hay en su interior y tomar una tapa, mientras se contempla el bullicio de los miles de turistas que lo visitan cada día, es un auténtico placer para todos los sentidos.

El mítico ‘Pinotxo’

Es cierto que, hablando precisamente de los bares del mercado, hay quien diga que La Boqueria ya no es la misma sin ‘Juanito’, el emblemático e inolvidable propietario y camarero ‘Pinotxo’, una de las barras en la que satisfacer el paladar, charlar animadamente y disfrutar de la vida contemplativa está todo incluido en el mismo precio de una buena tapa. Joan Bayén, alias ‘Juanito’, falleció en 2023. Pero la magia de La Boqueria perdura.

Reconocido como mejor mercado del mundo por los Global Tastemakers, galardones que también reconocen cada año los mejores restaurantes, hoteles o ciudades del planeta, La Boqueria ha sido reconocida por el jurado por la calidad y la variedad de sus alimentos y bebidas.

Al lado de la mencionada Rambla, la Sagrada Familia o el Palau de la Música, este céntrico mercado es por méritos propios uno de los símbolos de la ciudad. Fundado en 1217, ofrece a quien lo visita, además de una extensa oferta gastronómica, columnas jónicas, porticadas cuadradas y toldos de vidrio para disfrutar de la luz del Mediterráneo que puede olerse por su cercanía. En definitiva y como reconocieron más de 180 periodistas de viajes y gastronomía, el mejor mercado del mundo, el mismo que merece una visita por muy pocas horas que pase uno en Barcelona.