La Junta no explica el retraso de 11 años en arrancar el Centro de Recuperación de Animales en León, que podría estar en 2027

El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en el Centro de Recuperación de Aves Silvestres (CRAS) de Burgos, archivo.

Carlos J. Domínguez

El Gobierno de la Junta de Castilla y León ha rehuido explicar los motivos por los que el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la provincia de León sólo será una realidad, en el mejor de los escenarios, con once años de retraso respecto a las promesas de la propia Junta en 2016, cuando prometió públicamente su construcción en Valsemana, municipio de La Ercina.

El portavoz del Ejecutivo del Partido Popular (PP), Carlos Fernández Carriedo, ha anunciado hoy que el Consejo de Gobierno impulsará con su publicación oficial mañana el arranque administrativo para su construcción, una licitación de los trabajos por un importe de salida de 3,15 millones de euros y un plazo de ejecución de 22 meses cuando ya se haya terminado el proceso de seleccionar a la empresa que habrá de ejecutar todas las obras. En decir, en el mejor de los escenarios temporales, la promesa de 2016 verbalizada por el entonces y todavía ahora consejero de Medio Ambiente, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, se materializará en 2027, con once años de retraso.

Carriedo no quiso explicar las causas de un retraso tan dilatado, tiempo en el que todos los animales de especies sensibles heridos o fallecidos tienen todavía a día de hoy que ser trasladas al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, a pesar de ser algunas especies muy vulnerables, de alta protección y vinculadas a los hábitats leoneses y bercianos, como el oso pardo o el urogallo, por ejemplo.

El portavoz, en cambio, aseguró que “vamos a dedicar todo nuestro esfuerzo a lo que tenemos por delante”: “Comprendo que puede dedicar uno el tiempo a analizar el pasado pero yo creo que ahora tenemos algo que hacer encima de la mesa: construir este nuevo centro, dotarlo de los medios adecuados, consolidar este trabajo que venimos desarrollando con la Facultad de Veterinaria y el hospital que allí se dispone en el ámbito veterinario, y hacer el esfuerzo conjunto”. “Vamos a centrar nuestros esfuerzos en esta línea de futuro”, zanjó.

Su diseño, en cinco edificios y espacios

El proyecto, que ha ido siendo comprometido y anunciado en numerosas ocasiones pero nunca impulsado hasta ahora, prevé contar con unas instalaciones de más de 2.500 metros que se distribuirán en cinco grandes áreas. El edificio principal, con una superficie útil de más de 800 metros cuadrados, será una construcción en planta baja y albergará todas las estancias funcionales y operativas del centro, así como los espacios para los trabajadores.

Por su parte, el estanque artificial dispondrá de 120 metros cuadrados y está diseñado teniendo presente el entorno y los hábitats en el que viven los ejemplares que allí se puedan tratar. Las aves contarán con un voladero de 876 metros al aire libre, que está proyectado con ocho habitáculos pequeños y dos grandes donde estas especies se podrán recuperar. También habrá una sección específica dedicada a los mesomamíferos. En los 307 metros cuadrados de extensión, al aire libre, podrá albergar a animales de pequeño tamaño para su tratamiento y cuidado. Este edifico está formado por de dos conjuntos unidos por un distribuidor común.

Los grandes carnívoros contarán con una instalación especial de 434 metros cuadrados. Este edificio contempla una amplia zona de manejo desde donde poder trabajar con ellos en condiciones óptimas, una zona de hospitalización y dos espacios, para su estancia mientras se encuentren en el centro. De esta manera, en la propia finca de Valsemana se podrá realizar la primera atención de grandes carnívoros que ingresen en el centro, así como su aclimatación al medio natural en las oseras de la propia finca, recinto de dos hectáreas de superficie que permiten la estancia en semilibertad a los ejemplares hasta su reintroducción final en el medio natural.

La red de CRAS de Castilla y León tienen como finalidad la recogida, cuidado y rehabilitación de la fauna silvestre. Actualmente cuenta con tres centros de recuperación, en las provincias de Valladolid, Burgos y Segovia, y dos centros de recepción, en Salamanca y Zamora, a la espera de que León sea una realidad.

Más inversiones en el resto de centros

En la nota de prensa tras el Consejo de Gobierno, además de las novedades sobre el centro leonés, se añadió que a lo largo de este año se van a ejecutar además actuaciones e inversiones en el Centro de Recuperación de Segovia por un importe de 354.288 euros; en el de Zamora, (102.850 euros); en el existente en Valladolid (450.000 euros), y un nuevo edificio en el centro salmantino con un presupuesto de 500.000 euros. Es decir, que la inversión total, incluido el nuevo centro de León, se elevará a 4,5 millones de euros por parte de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.

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