La ola de las universidades privadas plantea tres proyectos en Asturias, con solo un millón de habitantes

La ola de las universidades privadas, ya sean centros propios o adscritos, ya ha llegado a Asturias. Así lo demuestran las intenciones de la Universidad Europea, Antonio de Nebrija y Alfonso X 'El Sabio', de instalarse en Gijón, Avilés y Oviedo, por este orden, para implantar estudios mayoritariamente relacionados con las Ciencias de la Salud.
Concretamente, la Europea prevé construir un campus en el entorno de La Pecuaria, terrenos recientemente incorporados al Parque Científico y Tecnológico de Gijón, donde se impartirán los grados de Medicina y Enfermería, aunque también podrían incluirse estudios relacionados con el Derecho o la Economía.
En el caso de la Universidad Antonio de Nebrija, su intención es ubicar en Avilés un centro adscrito, no una nueva universidad, en la que se ofertará el Grado de Enfermería con algo menos de cien plazas.
La última propuesta que se ha conocido, si bien el Principado asegura no tener ninguna solicitud al respecto, es la de la Universidad Alfonso X, que prevé instalarse en el edificio Calatrava de Oviedo, también para impartir grados relacionados con las Ciencias Biosanitarias. El propietario de esta universidad es un fondo de inversión británico, CVC Capital Partners, que adquirió hace tres años la Academia Curso Intensivo MIR Asturias, conocido como uno de los centros privados más reputados a nivel nacional en la preparación del alumnado MIR.
Según detalla el Gobierno del Principado, en la Dirección General de Universidad están ultimando la comprobación de la documentación entregada para cerciorarse de que cumple con todos los requisitos exigidos por la ley para la implantación de una universidad privada en el territorio. Una vez que concluya el proceso se dará traslado a la Conferencia de Política Universitaria, que procederá a realizar un informe.
Aunque ese informe no es vinculante, desde la Consejería de Ciencia e Innovación sostienen que es fundamental que ese informe sea favorable, para continuar con el procedimiento y adoptar la decisión política pertinente.
Aunque todavía no han querido dar plazos, por tratarse, dicen, de “trámites administrativos complejos y rigurosos con la calidad exigible a un proyecto de este tipo”, de llegar a implantarse, el primero de los proyectos en hacerlo será el de la Universidad Antonio de Nebrija, pues al tratarse de un centro adscrito, no requiere su paso por la Junta General del Principado para la aprobación de una nueva ley, como es el caso de la Europa que, si finalmente se implanta en Asturias, será la primera universidad privada propia en región.
“Defender a universidad pública es defender la democracia”
El debate sobre las universidades privadas ha llegado este martes al parlamento asturiano de la mano de la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, quien ha interpelado al portavoz del Gobierno autonómico y consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, sobre la conveniencia de que tres proyectos universitarios privados se instalen en Asturias, recordando que “defender la universidad pública es defender la democracia”.
En este sentido, Tomé ha remarcado la responsabilidad de la izquierda en el rechazo a las universidades privadas, que ha definido como “ecosistemas de competencia salvaje, donde los objetivos de una sociedad los fijan grandes empresas y fondos de inversión”.
La diputada asturiana ha querido también destacar la labor de cohesión social que desempeña la universidad pública y ha puesto como ejemplo que la matrícula de Enfermería en la Universidad de Oviedo cuesta unos 1.200 euros anuales, mientras que en la Universidad Antonio de Nebrija asciende a 9.300 euros.
Por su parte, desde el Gobierno regional, Guillermo Peláez ha destacado el atractivo de la comunidad para captar iniciativas privadas, aunque ha reivindicado que la apuesta del Ejecutivo asturiano “sigue siendo la Universidad de Oviedo”.
Peláez ha confirmado que el procedimiento administrativo sigue su curso, de momento, solo para las dos solicitudes recibidas (Antonio de Nebrija y Universidad Europea), con la elaboración de los informes técnicos que garanticen que se cumplen los requisitos, por tanto, ha señalado, que no es momento aun para tomar decisiones políticas.
“La universidad pública: ascensor social”
Desde la Universidad de Oviedo asisten con cierta preocupación al desarrollo de los acontecimientos, cuestionando la “algarabía” con la que algunos reciben a los proyectos privados, “con sospechoso interés por enfrentar modelos, uno bueno y otro no tanto”. En este sentido, la institución académica asturiana ha vuelto a defender que los recursos públicos deben destinarse a lo público y ha reivindicado la generación del 80 por ciento del I+D+I de la región, algo, aseguran fuentes académicas, que debería exigirse también a las universidades privadas.
Respecto a las ramas biosanitarias que plantean instalarse en Asturias a través de estos proyectos privados, desde la Universidad de Oviedo exigen al Gobierno asturiano que sus estudiantes deben tener totalmente garantizada su formación en los hospitales universitarios de la comunidad, algo que el portavoz del Ejecutivo ha garantizado esta mañana en el parlamento.
Por último, recuerdan desde la institución pública asturiana el contexto demográfico de la región, algo que nadie se le escapa, y es que en los próximos diez años Asturias contará con unas 1000 o 1500 personas menos, de entre 17 y 18 años.
Teniendo en cuenta estas cifras, ¿tiene sentido seguir ampliando el número de universidades privadas? La respuesta a esta pregunta la tendrá que dar el Gobierno del Principado cuando adopte la decisión política que aseguran aún no está tomada, al término de la tramitación administrativa.
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