El rector de la Autónoma de Barcelona incorporó a su equipo a un profesor amonestado por conductas machistas

El rector de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), Javier Lafuente, nombró el pasado diciembre para su equipo de gobierno a un profesor amonestado pocos meses antes por conductas machistas. Según la universidad, el docente recibe a día de hoy “un curso de reeducación sobre nuevas masculinidades” después de ser denunciado por acoso sexual por diversas compañeras de su departamento.
Tras preguntar el lunes por la mañana a la UAB por el nombramiento, la universidad respondió al cabo de seis horas asegurando que el profesor dejó de formar parte del equipo rectoral justo el pasado viernes. “Tenía un encargo de carácter técnico y acotado en el tiempo que acabó el 28 de febrero”, sostienen desde la UAB.
El nombramiento para el equipo rectoral de J. N., profesor del Departamento de Geografía, sentó como un jarro de agua fría a las mujeres que lo habían denunciado porque llevaban casi un año esperando las conclusiones de una investigación interna y nadie les había comunicado el resultado.
En la denuncia que se presentó en febrero de 2024, diversas investigadoras de doctorado y posdoctorado declararon haber sufrido de manera reiterada valoraciones sobre su aspecto físico, acercamientos no deseados y comentarios sexualizantes por parte del docente.
A una doctoranda a la que después evaluó su tesis le preguntó si se quería ir con él de fin de semana. En una ocasión en la que varias investigadoras estaban comiendo un helado durante un receso, el profesor les preguntó si todo lo comían igual.
Una trabajadora denunció haber recibido un acoso continuado por parte del profesor, que la visitaba de manera constante en su despacho. A pesar de que no era su superior ni trabajaban juntos, la llamaba insistentemente, le preguntaba reiteradamente a qué hora había llegado, dónde estaba y se refería a ella como “mi niña”.
A esta empleada, que durante todo el proceso ha sufrido cuadros depresivos y de ansiedad, también la conminó a que pasara por su despacho “para regañarla por haber llegado tarde” y le hacía comentarios sobre lo bien que le quedaban determinadas prendas de ropa.
Cuando esta investigadora le bloqueó tanto las llamadas como los mensajes de WhatsApp, el denunciado se creó una cuenta de Instagram, la siguió y empezó a mandarle mensajes a través de esa aplicación.
Varios trabajadores del departamento sostienen que las actitudes de J.N., que ha ejercido durante años de coordinador del máster en Estudios Territoriales y Planeamiento de la UAB, llevaban décadas ocurriendo.
Otros empleados pusieron en conocimiento de la universidad el uso que hacía este profesor de la cuenta oficial de Instagram del Departamento, que utilizaba para mandar mensajes privados al alumnado.
Nadie ha podido acceder a la resolución del caso
Tras conocer el nombramiento de J.N. como adjunto a un vicerrectorado, las víctimas pidieron explicaciones a la universidad. Le reclamaron que, tras haber aportado pruebas y declarado en una comisión de investigación, nadie les había informado sobre el resultado del expediente sancionador iniciado tras su denuncia.
“Esperaban el resultado de la denuncia y en una reunión con todo el departamento les comunican que el profesor había sido ascendido”, explican en el entorno de las víctimas. “Además, el nombramiento lo hizo el rector, la misma persona que tenía que firmar su sanción”.
En una tensa reunión en la que participaron la Secretaria General y la Jefa de Gabinete del Rectorado, desde la UAB les trasladaron verbalmente que el profesor había recibido una amonestación por una falta leve y que debía realizar el mencionado cursillo. Posteriormente, la universidad ha matizado a elDiario.es, a diferencia de lo que trasladó a las denunciantes, que la realización del curso fue una “sugerencia”.
Desde la UAB no les facilitaron a las denunciantes una copia de la resolución del expediente. A día de hoy no han podido acceder a ella, ni siquiera leerla, a pesar de haberla reclamado a diversos estamentos de la UAB.
“Ellas, a día de hoy, ni siquiera saben por qué motivo exacto le han amonestado”, sostienen fuentes cercanas a las denunciantes.
Tampoco la Directora de la Unidad de Igualdad, ni el jefe del Departamento de Geografía ni la Decana de la Facultad han tenido acceso a la resolución, aseguran diversas fuentes, en un caso que ha generado malestar entre algunos cargos que en principio deberían haber sido informados del resultado del proceso.
El protocolo contra el acoso de la propia UAB es bien claro al respecto. Señala como derechos de la víctima “recibir una copia completa de la documentación del expediente” así como “recibir información de la resolución del expediente”. Nada de eso ha ocurrido.
La única información que recibieron en su día las denunciantes fue el pasado marzo, cuando se les notificó que se había abierto un expediente sancionador al profesor, después de que una comisión nombrada por la Unidad de Igualdad apreciara que las conductas del docente podían ser susceptibles de una falta grave o leve.
La comisión también impuso medidas cautelares al profesor: le retiraron una llave maestra de la que disponía y que permitía abrir todos los despachos del departamento. También se le prohibió valorar a ninguna de las personas relacionadas con la denuncia —algunas de ellas estudiantes de doctorado—ni participar en ninguna comisión de seguimiento o evaluación académica.
Las víctimas, indignadas con la gestión de la universidad
El nombramiento de J.N. como miembro del equipo de gobierno llegó apenas un mes después de que el rector revalidara su cargo tras unas elecciones muy reñidas. Durante la campaña, la secretaria general, Esther Zapater, se jactó de que su equipo tendría “tolerancia cero” ante conductas machistas.
“Ya hemos demostrado que no nos temblaba el pulso cuando habíamos de tomar decisiones no siempre fáciles”, señaló Zapater en una entrevista promocional para la campaña. “Nuestro equipo liderado por Javier Lafuente ha demostrado y demostrará que [las estudiantes] pueden estar en la UAB tranquilas y de que cumpliremos nuestro objetivo de tolerancia cero”.
Las palabras en campaña de la secretaria general contrastan con la decisión que se tomó tras ganar las elecciones: se fichó para el equipo de gobierno a un docente amonestado por conductas machistas en un caso en el que, según algunos miembros de la universidad, ha reinado la falta de transparencia.
“Es del todo compatible haber amonestado a una persona por una mala actitud puntual y hacer un encargo técnico por su valía profesional”, sostienen desde la UAB ante la pregunta de una posible incongruencia entre el nombramiento y la política de “tolerancia cero” ante las actitudes machistas.
“No es normal que ni siquiera la Unidad de Igualdad o el Jefe del departamento hayan podido acceder a la resolución del caso”, sostiene un cargo universitario con conocimiento de este tipo de procesos. “Tampoco es normal que a las víctimas nadie les hubiera informado del resultado de su denuncia”.
En el entorno de las denunciantes también reprochan el trato recibido por parte de la secretaria general y de la jefa de gabinete del Rectorado, Àngels Guimerà, en la reunión en la que exigieron explicaciones sobre el ascenso del profesor.
“Calmémonos un poco porque ahora la que se está sintiendo acosada soy yo”, les llegó a decir la secretaria general a las víctimas ante los reproches de las denunciantes por la falta de transparencia del caso.
Las dirigentes de la UAB responsabilizaron al jefe de Departamento de Geografía y a la Decana de su facultad de no haberlas informado del proceso, cuando estos dos cargos han trasladado a las denunciantes que ni siquiera a día de hoy han podido acceder a la resolución.
“La sensación de impotencia y de revictimización es enorme”, apuntan desde el entorno de las denunciantes. “Se expusieron a un proceso que ha sido muy duro y el único resultado que han visto ha sido que la persona denunciada ha sido premiada con un ascenso”.
Tras conocer la versión de la UAB en la que sostienen que el profesor dejó de formar parte del equipo rectoral el pasado viernes, este medio ha solicitado la resolución firmada digitalmente en la que se demuestra que fue el viernes —y no este lunes tras las preguntas de elDiario.es— cuando J.N. dejó de formar parte del equipo de gobierno. La UAB no ha facilitado, de momento, la resolución ni ninguna otra prueba que apuntale su versión.
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