El PP busca recomponerse en Vigo con un nuevo liderazgo tras dos décadas de gobiernos del socialista Abel Caballero
Luisa Sánchez, concejala en el Ayuntamiento de Vigo y vicepresidenta en la Deputación de Pontevedra, acaba de confirmar su candidatura para liderar el PP de Vigo y poner fin, en un probable papel de candidata para las municipales de 2027, a años de sobresaltada vida interna de la formación conservadora en la ciudad, donde el socialista Abel Caballero gobierna desde 2007. El anuncio de Sánchez ha marcado el inicio del proceso para el congreso local, que se va a celebrar el 22 de febrero. Se pueden presentar todavía otros aspirantes, aunque los mensajes tras el enfrentamiento del último cónclave de los populares vigueses son hacia la lista única.
La propia Luisa Sánchez dijo este martes, tras anunciar sus intenciones, que “lo deseable sería una candidatura única”. En unas declaraciones que recoge Europa Press dijo que ha dado el paso porque “muchos afiliados” la animaron y considera que ha encontrado suficientes apoyos. A las preguntas sobre si será también la candidata a la Alcaldía ha replicado: “Si tengo el respaldo de la militancia y el partido considera que soy una buena candidata, ya he dicho que mi vocación es de permanencia”.
Sánchez fue en las listas del PP de Vigo para las municipales de 2023 que encabezó Marta Fernández-Tapias y, tras la dimisión de esta -el primer día de campaña para las elecciones autonómicas de febrero de 2024- sumó a su puesto como concejala de la oposición en Vigo el de vicepresidenta de la Deputación de Pontevedra, encargada de las áreas de deportes, economía y empleo. Su trayectoria anterior se relaciona fundamentalmente con la sanidad privada: fue auditora interna del hospital privado Povisa -con el que la Xunta tiene un millonario concierto- en Vigo entre 1996 y 1999. A continuación pasó a ser la directora económico-financiera del centro, cargo en el que se mantuvo hasta 2023. Tras las municipales de ese año, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) la nombró directora de Recursos Humanos del área sanitaria de Pontevedra e O Salnés.
Con el nombre de Sánchez, el PP busca recomponerse en la ciudad más poblada de Galicia, que suma años de turbulencias internas y no ha amenazado las mayorías de Abel Caballero. El socialista firmó dos mandatos con el apoyo del BNG en 2007 y 2011, dos años de citas electorales a las que el PP concurrió con Corina Porro, exalcaldesa, como candidata.
En 2015 hubo un cambio de rostro: el entonces presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, envió a Vigo a la que había sido su conselleira de Facenda, Elena Muñoz. El resultado fue un descalabro para la formación conservadora, que pasó de 13 a siete ediles, y una mayoría absoluta incontestable de Caballero. Fue peor para el PP cuatro años después, cuando bajó a solo cuatro representantes.
Muñoz anunció después de aquello que dejaba todas sus responsabilidades políticas -aunque luego fue senadora y, más adelante, volvió como alto cargo a la Xunta- y el partido a nivel local pasó a quedar en manos de una gestora. Así se mantuvo hasta el congreso local de 2021, al que se presentaron el exconselleiro Javier Guerra -responsable del área económica en la primera Xunta de Feijóo- y Marta Fernández-Tapias, entonces delegada de la Xunta en Vigo y que tenía el respaldo del aparato del partido. Antes Fernández-Tapias había sido directora xeral en el Gobierno gallego, a las órdenes de Alfonso Rueda, actual presidente gallego.
La contienda estuvo lejos de ser un remanso de paz. La dirección del PP acusó a Guerra de hacer afiliaciones irregulares al partido cuando quedaban pocas semanas para el congreso local que se convocó en diciembre de 2021. El político se defendió asegurando que aquello era un intento de “embarrar” y que aquellos nuevos militantes no podrían votar en el cónclave porque no estaban incluidos en el censo. La elegida fue finalmente Fernández-Tapias, con el 57% de los votos. Presidió el partido y fue la candidata a la Alcaldía en 2023. El PP remontó en esas municipales -hasta cinco concejales-, pero se quedó muy lejos de disputarle el gobierno a Abel Caballero, con 19 de los 27 ediles.
En aquellas elecciones, el PP recuperó la Deputación de Pontevedra y el nombre de Fernández-Tapias fue una opción clara para presidirla, pero otra batalla interna terminó dejando el cargo en manos de Luis López Lugués, exalcalde de Rodeiro, aunque para ello fue necesario que dimitiesen 15 personas en ese municipio, con el fin de que él accediese al acta de concejal necesaria para optar a liderar el ente provincial. La líder del PP de Vigo se quedó con el cargo de vicepresidenta en la Deputación, pero solo hasta que, en pleno arranque de la campaña de las primeras autonómicas a las que Alfonso Rueda acudía como cabeza de lista del PP, anunció que iba a dejar sus cargos. Y el PP vigués volvió a quedar, en medio de la bronca interna, en manos de una gestora. El partido busca ahora poner fin a estos años de turbulencias con el congreso local de febrero.
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