Qué consecuencias tiene no pasar la ITV a tiempo

Pasar la ITV fuera de plazo no te saldrá más caro en la estación de inspección, pero sí puede salirte muy caro en la carretera. Aunque existe la creencia de que acudir a la revisión técnica después de la fecha señalada conlleva un recargo económico, lo cierto es que el precio se mantiene. Sin embargo, circular sin la ITV en vigor es una infracción grave que puede acarrear sanciones de hasta 500 euros, la inmovilización del vehículo o incluso su baja definitiva en algunos casos.
Todos los vehículos a motor están obligados a pasar la Inspección Técnica de Vehículos con una periodicidad determinada. En el caso de los coches nuevos, la primera revisión se realiza a los cuatro años, y después cada dos años hasta que cumplen diez, momento en el que se vuelve anual. En las motos, la revisión también se vuelve bienal tras los cuatro primeros años. No cumplir con este calendario no solo implica sanciones, sino que además deja al conductor sin cobertura por parte del seguro en caso de accidente.
Sanciones económicas
El hecho de que no se cobre un suplemento por pasar la ITV fuera de plazo ha generado cierta confusión. No obstante, la sanción por circular o incluso mantener un vehículo estacionado con la ITV caducada es de 200 euros. Si la inspección es calificada como negativa —es decir, si el coche no puede circular ni siquiera para acudir al taller— la multa puede ascender hasta los 500 euros. Además, si no se solventan los problemas detectados en un plazo de dos meses, la Jefatura de Tráfico puede tramitar la baja de oficio del vehículo.
Las autoridades pueden detectar fácilmente si un vehículo circula sin la ITV en vigor. La Dirección General de Tráfico dispone de un registro actualizado y, mediante el uso de cámaras OCR repartidas por las carreteras, pueden identificar las matrículas y cruzarlas con la base de datos. También la Guardia Civil puede comprobarlo en controles rutinarios. Las estaciones de ITV, en cambio, no tienen competencia para sancionar por acudir fuera de plazo.
La DGT lo suele recordar
Para evitar olvidos, la DGT suele enviar un recordatorio por correo postal, y aplicaciones como miDGT permiten consultar la fecha de caducidad de la ITV. Otra forma de comprobarlo es revisar la pegatina obligatoria del parabrisas, donde aparece el mes y año hasta el que la inspección es válida. No llevar este adhesivo también puede derivar en una sanción de hasta 100 euros.
No es necesario esperar al último día para acudir a la estación de ITV. De hecho, se puede adelantar la cita hasta 30 días naturales antes de la fecha de vencimiento sin perder días para la próxima revisión. Es decir, si la ITV caduca el 2 de octubre, puede pasarse desde el 2 de septiembre y la siguiente inspección seguirá siendo exigible en octubre, no en septiembre, gracias a lo que establece el artículo 6.5 del Real Decreto 920/2017.
En caso de ser detectado con la ITV vencida, los agentes de tráfico pueden conceder un plazo de 10 días para regularizar la situación, tal y como recoge la normativa. Pero si transcurrido ese tiempo no se ha acreditado haber pasado la inspección, la DGT iniciará el procedimiento para dar de baja el vehículo. Esta “ventana de gracia” no debe confundirse con los dos meses que se otorgan para subsanar defectos tras una ITV desfavorable.
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