Nosotros y mis porqués
¿Por qué he necesitado sentir un dolor tan cierto para despertar de mi egoísta estupidez y descubrir lo abandonada que tenía tu risa o recordar que encender tu mirada es el afán más hermoso que conozco? ¿Sobrevivirán tus tacones de vértigo a tanto desenfreno? ¿Acabará conquistándote ese tipo que te espera lejos de la rutina más fea y mueve los hilos de tus gestos más guapos? ¿Volverás a mis brazos con esa loca urgencia que me olvidé de mimar? ¿Conseguirás que algún día sea capaz de hablar de verdad contigo?
¿Esto está pasando realmente? ¿Tus ojos también son suyos? ¿Cómo se puede querer a dos hombres a la vez y no estar loca? ¿Cómo se borra vuestro deseo de nuestra vida? ¿Conoces a alguna bella dama que también sea capaz de distraer mi primavera? ¿Volverás a ser tú? ¿Después de un mal invierno, una mala primavera? ¿Tu cuerpo sigue siendo mío? ¿Me hacéis sitio? ¿Interrumpo vuestra movida como un elefante en una cacharrería? ¿Me sigo haciendo el tonto con civilizada, aburrida e imposible distancia?
¿Este abrazo que comienza a romperse es el nuestro? ¿En quién piensas cuando te pones aquel vestido azul que te sienta tan bien? ¿Por qué abrí la puerta a vuestra locura? ¿Por qué la abriste tú? ¿Por qué entró él? ¿Por qué nadie se acordó de cerrar la puta puerta y olvidar la llave en algún rincón secreto que sólo nosotros conociéramos? ¿Por qué dejamos de desayunar caricias perezosas con café? ¿Por qué me he pasado el último año regalándote gruñidos e indolencia? ¿Por qué tuvisteis que desparramar con petulancia de pavo real vuestro deseo? ¿Por qué no rompí la baraja la primera vez que tropecé con vuestras miradas y supe que molestaba, que era prosa en mitad de un verso?
¿Por qué sé que no estáis acabando de descubriros, sino empezando a soñaros? ¿Por qué no puedo soportar que otras manos dibujen caricias nuevas sobre tú cuerpo, sobre mi piel? ¿Por qué soy el que va detrás? ¿Cuándo me adelantaron? ¿Por qué soy tan estúpido como el resto del mundo? ¿Por qué me he enterado de ello precisamente ahora, cuando no se me ocurre ningún chiste? ¿Por qué tengo que contener mi grito y ser comprensivo cuando desearía montar un numerito como Dios manda? ¿Por qué me araña la vida saber que le piensas? ¿Por qué me jode tanto ser el que escribe esto y no el que se escapa contigo? ¿Por qué le prestas tus mejores gestos, esos que lo iluminan todo, los que me ocupan, los tuyos, los nuestros? ¿Por qué siempre me olvido de las alas cuando más las necesito? ¿Por qué me duele tanto el alma, mi vida? ¿Por qué…?
