Emprender en pandemia y sobrevivir cinco años después

Teletrabajar, un verbo muy usado durante la pandemia de la COVID-19.

Nuria V. Martín

El confinamiento de marzo de 2020 puso el mundo patas arriba. Pero en medio de la incertidumbre, hubo quienes encontraron en el caos una oportunidad para innovar y abrir camino a sus sueños.

En León, varias empresas decidieron apostar todo y emprender en plena tormenta de la COVID-19, mostrando que, con resiliencia y creatividad, incluso las épocas más oscuras pueden alumbrar grandes proyectos.

Modular DS, de Héctor de Prada y David Gómez

Héctor de Prada y su socio David tomaron una decisión que, a primera vista, podría parecer de locos: constituyeron su empresa el 13 de marzo de 2020, justo un día antes de que España entrase en confinamiento. “¿Dónde nos hemos metido?”, pensaron. 

La situación inicial fue desalentadora. “Nuestro principal cliente, que iba a representar el 50% de la facturación del año, canceló todos los proyectos apenas una semana después”, recuerda Héctor. Sin embargo, el crecimiento de la demanda de digitalización durante la pandemia se convirtió en su tabla de salvación. El boca a boca hizo su magia, y la pequeña consultora de software cerró 2020 con un equipo de seis personas.

Cinco años después, Modular DS ha dado un salto. Ahora son una startup centrada en software de gestión de páginas web, con más de 300 clientes en 25 países. “Creemos que apenas estamos empezando. Queremos ayudar a miles de profesionales digitales en todo el mundo”, afirma Héctor.

Café-Bar Espolón: Alberto Alberto García y Katherine Fernández

El matrimonio compuesto por Alberto y Katherine abrieron con tantas ganas como miedo el Café-Bar Espolón 9 de agosto del 2020 en la calle Los Orosios. Con mucho esfuerzo, ya que ninguno de los dos tenían expereincia en hostelería, se sumanaban las limitaciones de la pandemia. “Fueron meses muy complicados ya que no podíamos hacer prácticamente nada, tan sólo vendíamos cafés para llevar sin poder entrar en el bar ”, confiesan.

A pesar de tener todo encontra lo fueron superando y casi cinco años después siguen abiertos, no sin problemas que todo negocio tiene en su día a día, pero están muy orgullosos de haber conseguido salir adelante.

Nord Ingeniería, de Iván Martínez Lobo y Héctor Rubio Crespo

Aunque Nord Ingeniería no nació durante el confinamiento propiamente, abrir en mayo de 2021 no estuvo exento de desafíos. Iván Martínez Lobo y Héctor Rubio Crespo apostaron por lanzar una empresa de diseño industrial en medio de un contexto aún marcado por restricciones sanitarias y económicas.

En el inicio, Nord no dejó de trabajar gracias a la digitalización y el uso de videollamadas. Sin embargo, Iván destaca que el mayor obstáculo fue la falta de trato humano: “Vendemos conocimiento e intelecto, y muchas veces la conexión personal es clave para que el cliente entienda el valor de lo que ofrecemos”.

Hoy, Nord suma empleados y mantiene un firme compromiso con la economía local. “En Madrid está todo hecho, pero en provincias como León hay oportunidades si trabajamos con visión. Queremos demostrar que el mundo rural tiene futuro”, afirma Iván.

Estas historias muestran que emprender, y más en pandemia, no es sólo un acto de valentía, sino un ejercicio de reinvención. León, con sus dificultades y fortalezas, ha demostrado que tiene empresarios con coraje para convertir obstáculos en oportunidades. Si algo nos enseñaron estos años, es que León no solo resiste: se reinventa y avanza, aunque todo parezca estar en su contra.

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