El antifeminismo se impone en X: más de la mitad de los mensajes sobre igualdad son para atacarla

El 55,5% del discurso relativo a la igualdad de género en X es ya antifeminista. Esto es así, al menos, en una muestra de 12 países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana), según la investigación que ha llevadoa cabo LLYC, consultora especializada en comunicación.

Es una de las principales conclusiones del informe que ha hecho público este martes, en el que se han analizado 8,5 millones de mensajes difundidos en la red social durante 2024 en diferentes países: a pesar de que al ampliar los resultados los países reportan diferencias entre sí, de media, más de la mitad del discurso en X (antes Twitter) es ya contrario al feminismo.

“La conversación sobre igualdad ha sido secuestrada. Lo que podría ser un diálogo abierto y constructivo se ha convertido en un campo de batalla”, interpreta el informe publicado por la consultora, que hace hincapié en que “más allá del diagnóstico, este estudio es también una llamada a la acción”. Nos enfrentamos, aseguran, a un nuevo paradigma, impulsado por una brecha alimentada por algoritmos que amplifican los discursos más radicales. Los mensajes que caricaturizan el feminismo y alimentan una narrativa de rechazo se están imponiendo, apunta el estudio.

El estudio confirma que en los países donde el feminismo tiene mayor presencia en la agenda pública, la conversación es más diversa y moderada. En cambio, en los territorios con menos discusión sobre igualdad, el discurso contrafeminista se vuelve más agresivo y dominante

Donde más peso tiene el antifeminismo es en la República Dominicana: acapara el 82% del discurso y es más del doble que el feminista. En este país, así como en Ecuador o México, la narrativa reaccionaria se ha incrementado un 30% en los últimos tres años. España resulta ser en el que menos ocurre, pero con datos igualmente altos: el 45% de los mensajes publicados son contrarios al feminismo, a pesar de que en nuestro país, así como en Panamá y Brasil, la conversación antifeminista ha decrecido en el último trienio, con un descenso del 31% de media.

Cuanto menos se habla de feminismo, más se impone la contraparte

Desde LLYC también se preguntaron si hablar menos sobre feminismo en X favorece un decrecimiento de este tipo de discurso reaccionario, que busca deslegitimar la lucha por la igualdad. Según los datos obtenidos, la respuesta es que no. “En aquellos países donde el discurso feminista ha perdido relevancia, las voces antifeministas han ocupado ese vacío imponiendo narrativas que distorsionan la realidad”, alertan en el informe.

El estudio confirma que en los países donde el feminismo tiene mayor presencia en la agenda pública, la conversación es más diversa y moderada. En cambio, en los territorios con menos discusión sobre igualdad, el discurso contrafeminista se vuelve más agresivo y dominante. En los países donde el volumen de conversación feminista ha aumentado en los últimos tres años, como Panamá, Brasil y España, la polarización ha disminuido un 15%. En cambio, en los territorios donde la conversación feminista ha bajado, como Ecuador, México y República Dominicana, el discurso de odio ha crecido hasta en un 30%.

“Discriminación inversa”

Pero, ¿qué es lo que realmente se dice en cada uno de estos grupos? Los mensajes contrafeministas tienen una fuerte carga política y cuatro de cada cinco están “politizados”, como los define el informe para referirse a que están relacionados con comunidades de usuarios lideradas directamente por políticos que enarbolan un discurso anti derechos como Donald Trump o Javier Milei.

Otro de los resultados es que aquellos perfiles de redes sociales que abrazan el feminismo tienden a argumentar sus motivos de una manera más elaborada: un 10% más que las comunidades contrafeministas.

Otra de las conclusiones es que aquellos perfiles de redes sociales que abrazan el feminismo tienden a argumentar sus motivos de una manera más elaborada: un 10% más que las comunidades contrafeministas, que generalmente presentan respuestas más directas y menos argumentadas. “Mientras el feminismo se fundamenta en datos verificables y análisis rigurosos, los sectores contrafeministas promueven la idea de una supuesta 'discriminación inversa' que victimiza a los hombres, obviando las desigualdades estructurales existentes”, destacan desde la consultora.

Tal como apunta Jordi Bonet-Martí en el estudio, doctor en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Barcelona, las comunidades contrafeministas recurren a la “manipulación de estadísticas para sostener su discurso, presentando cifras descontextualizadas”. 

El discurso feminista, más moderado

Además de variado, los mensajes feministas son “más moderados” que el contrafeminista, analia el estudio. En España, por ejemplo, los moderados pro-igualdad abarcan siete veces más volumen de mensajes que los contrafeministas moderados y escépticos. “En el 60% de los países el análisis refleja comunidades feministas diversas, lo que favorece una mayor variedad de opiniones y contribuye a una menor crispación”, destacan.

En la contraparte domina la radicalidad. De hecho, aquellos perfiles que, en primera instancia, se presentan como “escépticos” ante el feminismo, tienden a radicalizarse más tarde. “Dentro de lo que denominamos comunidad contrafeminista en la conversación en las redes sociales, vemos que el 98% de los perfiles tiene opiniones 'radicalizadas' y solo un 2% podría recuperar el interés por la igualdad”, apuntan. Ese último 2% de escépticos, además, tiene un 1,6 veces más probabilidad de polarizarse hacia el bando antifeminista y de radicalizar su discurso que de inclinarse hacia posiciones más moderadas.

Dentro de lo que denominamos comunidad contrafeminista en la conversación en las redes sociales, vemos que el 98% de los perfiles tiene opiniones 'radicalizadas' y solo un 2% podría recuperar el interés por la igualdad

Desde LLYC explican que este riesgo es mayor en los países donde las comunidades contrafeministas están más concentradas, como España, Chile, Colombia, Estados Unidos y Argentina. A diferencia del feminismo, la comunidad contrafeminista se caracteriza por su homogeneidad y rigidez ideológica.

Los datos del estudio revelan que en Chile, España y Estados Unidos, más del 75% de los discursos antifeministas provienen de comunidades altamente concentradas, donde apenas hay diferencias internas. “Esto significa que, mientras el feminismo fomenta el debate interno, el contrafeminismo es un bloque monolítico, con una narrativa única basada en la negación de la desigualdad y la deslegitimación del feminismo”, explica LLYC en su análisis.

Feminismo como amenaza

Sin embargo, el 33% de los mensajes que provienen de la comunidad anti-igualdad cree que el feminismo es radical. Por otro lado, el 17% apelan a que el movimiento feminista amenaza pilares tradicionales como la familia, la natalidad, el matrimonio o las relaciones interpersonales. Y otro 15% sostiene que el feminismo distorsiona la “naturaleza femenina”, al promover una identidad que, según ellos, desmantela la jerarquía de valores que debería regir la vida de las mujeres.

Asimismo, un 8% de los mensajes emitidos por quienes rechazan el feminismo lo asocian con ventajas en el ámbito laboral y legal, como las cuotas de igualdad, y las perciben como un trato preferente en lugar de una herramienta para corregir desigualdades estructurales.

“Otros ejemplos claros son la errónea percepción de un aventajamiento en el sistema judicial hacia las mujeres y el estigma de las denuncias falsas. Concretamente estos copan el 18% de los mensajes antifeministas en España, dos veces más que el promedio. A pesar de que, según recoge la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2023, solo hubo dos sentencias condenatorias por denuncia falsa en España de un total de 199.282 causas de violencia de género, lo que supone 0,001% de las mismas”, señalan. Por último, destaca la creencia de que la igualdad ya se ha alcanzado y que las demandas actuales son falsas, irreales o incluso exageradas e interesadas, algo que reproducen el 5% de los mensajes.