Una mayoría de ciudadanos en España cree que el feminismo ha ido demasiado lejos y ahora se discrimina a los hombres

El antifeminismo se ha propagado en los últimos años, aupado por posiciones políticas ultras y discursos influyentes que acaban calando. Así lo pone de manifiesto el último estudio que Ipsos ha hecho público a pocos días del 8M y que revela la “encrucijada” en la que se encuentra España en materia de igualdad: por un lado, son muchas las personas que se definen como feministas, pero son menos que el año pasado y cada vez son más quienes piensan que la lucha por la igualdad ha llegado demasiado lejos y que ahora son los hombres los discriminados.
A través de encuestas en una treintena de países –1.000 para el caso español–, el informe hace un mapeo sobre las percepciones de la ciudadanía y concluye que el escenario está marcado por “la actual polarización existente en todo el mundo” y que “amenaza con ralentizar los avances hacia la igualdad entre hombres y mujeres”.
El estudio evidencia que España sigue siendo el país de Europa en el que mayor porcentaje de personas se definen como feministas (un 51%), pero “la tendencia es de regresión” y el porcentaje ha bajado cuatro puntos respecto a 2024. Son mayoría también quienes aseguran que la igualdad es importante, algo que afirma el 75% de los encuestados. Pero en ambos casos hay diferencias si nos fijamos en el género, edad y partido político de quienes responden: son las mujeres (un 58%) quienes más se declaran feministas frente a un 44% de los hombres. También son los jóvenes de la generación Z (entre 16 y 25 años, también llamados centennials) los que más se identifican con el feminismo (un 56% frente a un 50% de los baby boomers, que tienen entre 55 y 75 años). Y también responden que sí más votantes de formaciones políticas de izquierdas que de derechas.
Sin embargo, y al mismo tiempo, hay un 52% de la población que piensa que en España se ha llegado demasiado lejos en promover la igualdad de género, tanto que se ha acabado discriminando a los hombres. La cantidad de personas que están de acuerdo con esta afirmación ha crecido dos puntos en un año y es algo que cree el 60% de los hombres y el 43% de las mujeres. Esta es una de las ideas enarboladas por la extrema derecha a nivel global, con fuertes ecos en las comunidades de internet que forman la llamada manosfera y que les presenta a ellos como víctimas y al feminismo como un movimiento que les cercena.
En tener o no esta percepción influye no solo el género, también la edad y la formación política de preferencia: así, es en las generaciones del medio, los millennials (26-40) y los pertenecientes a la Gen X (41-54), en las que más ha calado esta idea con la que comulga un 55% y un 52% de los encuestados respectivamente. En el caso de los jóvenes de la generación Z y los baby boomers el porcentaje es igual y alcanza casi la mitad, el 48%. Por partidos, son los votantes de Vox (76%) y el PP (60%) los que más de acuerdo están con que los hombres son ahora los discriminados. Entre aquellos que prefieren al PSOE, un 48% lo cree así y un 26% entre los de Sumar.
Ser “menos hombre” por quedarse en casa
Entre las cuestiones planteadas por Ipsos también está la de si se considera que un hombre, por quedarse en casa a cuidar de sus hijos, es “menos hombre”. Y esto es algo con lo que en España solo está de acuerdo el 14% de la población –un 15% de ellos y un 12% de las mujeres lo cree–. Algo que, además, piensan menos personas que el año pasado (17%) salvo en una generación, la de los más jóvenes. De hecho, el porcentaje de quienes están de acuerdo con esta creencia crece a medida que decrece la edad: lo piensa el 23% de los centennials, el 17% de los millennials, el 10% de la generación X y el 4% de los baby boomers.
Es algo que comparten de forma más contundente quienes votan a Vox, que es el único partido en el que el porcentaje, que alcanza el 25%, es decir uno de cada cuatro, sube respecto al año pasado (21%).
El director de investigación de Opinión Pública y Estudios Sociales de Ipsos en España, Paco Camas, hace referencia a las distintas realidades y percepciones que se entremezclan y coexisten: “Los discursos más feministas y los más antifeministas conviven entre las nuevas generaciones. La mayoría de personas de menos de 25 años se define feminista y considera que si ellos no apoyan la causa no hay nada que hacer. Sin embargo, las posiciones reaccionarias también discurren con facilidad entre la juventud”, afirma Camas, que comenta el dato de que los centennials que creen que cuidar en casa es ser “menos hombre” sean casi seis veces más que los que tienen entre 55 y 75 años: “Quién iba a decir que la reivindicación del rol masculino patriarcal de proveedor tiene hoy el doble de fuerza entre los chavales que entre sus abuelos”.
El investigador asegura además que “es una tendencia contrastada empíricamente que los hombres jóvenes se han derechizado en el último lustro en nuestro país” y hace hincapié a que es algo que coincide con “la normalización política e institucional de discursos antifeministas porque la acción genera reacción y, de ahí, la polarización”. En este sentido, un estudio de la consultora LLYC acaba de concluir –tras analizar 8,5 millones de mensajes publicados en X en 2024– que el antifeminismo se ha impuesto en la red social y ya más de la mitad de los mensajes sobre igualdad son para atacarla.
Preguntados por si la violencia de género es más probable que la sufran hombres o mujeres –a pesar de que la ley en España reconoce que son ellas las víctimas, atendiendo a una situación estructural de desigualdad–, la mayor parte de la población (el 67%) responde que son las mujeres mientras que casi una de cada cuatro personas (24%) considera que afecta a hombres y mujeres “por igual” y el 4% afirma que son más víctimas ellos. El porcentaje de quienes creen que es más probable que ellas sufran este tipo de violencia se reduce al 47% en el caso de los votantes de Vox.
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