Conoce la ailurofilia: la palabra para describir el amor o conexión especial con los gatos

En España, el 24 % de los hogares con mascota tienen un gato, una cifra que es inferior a los más de 70 % que tienen perro, y que son aportados por el último informe Hamilton de la Asociación Española de la Industria y el Comercio del sector Animal de Compañía (AEDPAC). Un estudio en el que también se apunta que el 26 % de personas aseguran sentir amor por sus mascotas, un hecho que en felinos tiene una denominación concreta.
Ailurofilia, el término para designar el amor por los gatos
La palabra ailurofilia define a personas que sienten amor o cariño por los gatos, un léxico que proviene del griego, concretamente de “ailuro” y “philos” que se traduce por felino y por amor o atracción a algo, pero que sin embargo no recoge el Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Esta denominación es lo opuesto a ailurofobia, que se utiliza para aquellos que sienten miedo o repulsión hacia los felinos.
Ailurofobia es un sentimiento que se da en miles de personas que hacen que estos animales sean uno de los protagonistas de contenido simpático en internet, así como los tantos que se dedican a adoptar o a cuidar en refugios a los que se encuentran en una situación complicada.

El amor y la simpatía por los gatos se considera que tiene múltiples beneficios, entre ellos la fidelidad y compañía que dan, así como alivian soledad e inspiran con su comportamiento con personalidad, con los que transmiten valores simples como los de disfrutar la vida, a actuar con astucia.
Los peligros de la ailurofilia
Más allá del sentimiento positivo hacia los felinos, la ailurofilia también se usa para nombrar lo que puede derivar en enfermedad y obsesión por estos animales. Así, se dan dos vertientes: la de la acumulación y la de la parafilia, un patrón de conducta que implica la existencia de un interés sexual.
Las personas que padecen ailurofilia pueden pasar por lo que se conoce como síndrome de Noé y que los lleva a acumular gatos, de una forma que puede hacer que sea complicado cuidar de ellos, y que ese amor se haya tornado en obsesión hasta el punto de que los felinos no sean atendidos de la forma adecuada. En todo caso, este tipo de dolencia puede venir acompañado de trastornos compulsivos.
0