De qué están hechos los cubos que todo el mundo fotografía en la playa de la Barceloneta

Son cuatro cubos, enormes en su totalidad, que llaman la atención de todos los que se acercan hasta la playa de la Barcelona, una de las playas urbanas de la capital catalana, preguntándose quién los habrá puesto ahí, en medio de la arena. O de qué estarán hechos.
Realmente, en su conjunto, se llaman Estrella Herida o Estel Ferit en catalán. Son obra de la artista alemana Rebecca Horn, que curiosamente vivió con 20 años en la Barcelona de los años 60. Suman diez metros. Concretamente, están situadas entre el Hotel Wela y el Hospital del Mar. Y son de acero.
Fue inaugurada en 1992, en el marco de los Juegos Olímpicos que encumbraron a la ciudad durante 15 días… y muchos años más. Y fue encargada a una artista que tenía fama de prolífica y multidisciplinar.
Varias teorías
Hay varias teorías para tratar de acertar el significado de la obra que actualmente es carne de numerosas fotografías hechas con smartphones: un homenaje a los chiringuitos desaparecidos justo antes de las Olimpiadas o a los pisos pequeños, de 30 metros cuadrados, que se amontonaban en el barrio de la Barceloneta para tratar de alojar a los numerosos trabajadores del cercano puerto de la ciudad. Un claro homenaje, en cualquier caso, a la Barcelona previa a los Juegos Olímpicos.
Los cubos, como así los definen la mayoría de turistas que los fotografían, forman parte de un paisaje marítimo de esculturas curiosas y que llaman la atención de todo viajero curioso, que incluye también el pez de Gehry o la gamba de Mariscal.
Nacida en Michelstadt en 1944, la artista que llevó cuatro enormes cubos hasta bien cerca de las olas del Mediterráneo murió a los 80 años de edad. Y, aunque muchos no sepan ni siquiera su nombre cuando vuelven a sus países de origen con su escultura fotografiada, fue una artista que no dejó a casi ninguno de sus espectadores… indiferentes.
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