Cinco lugares perfectos para visitar los días de lluvia

Combarro

Inma Moraleda

Madrid —

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Aunque el tiempo no lo ponga nada fácil, las escapadas no dejan de ser necesarias, y más aún cuando la primavera está a la vuelta de la esquina. Por ello, frente a la pereza que provocan los días grises y la disminución de los niveles de creatividad para hacer planes, es necesario contar con una lista de opciones que no den lugar a error para disfrutar.

Hay destinos donde la lluvia provoca un encanto especial. Estos lugares no solo mantienen su belleza en días soleados, sino que se transforman por completo con las gotas de agua. Si bien salir de casa en días así puede suponer un reto, algunos rincones son más bonitos cuando el clima es húmedo, convirtiéndose en destinos perfectos para disfrutar de este tiempo. Aquí te presentamos cinco lugares en España cuyo aspecto se optimiza con la lluvia:

Selva de Irati, Navarra: un paraíso verde intensificado por la lluvia

La Selva de Irati es un espectacular bosque de hayas y abetos en Navarra, y uno de los más grandes y mejor conservados de Europa.

En los días de lluvia, la vegetación se vuelve aún más exuberante y los colores verdes se intensifican, creando una atmósfera mágica para los amantes del senderismo. Caminar por sus senderos bajo una suave llovizna es una experiencia única: el sonido del agua golpeando las hojas, el olor a tierra mojada y el brillo de los árboles bajo la luz tenue de un cielo nublado.

2. Benamahoma y Grazalema, Cádiz: paisajes kársticos esculpidos por el agua

A pesar de encontrarse en el sur, la Sierra de Grazalema es el punto de España donde más llueve y eso se refleja en sus impresionantes vistas. 

Pueblos como Benamahoma parecen detenidos en el tiempo, rodeados de montañas y naturaleza que el agua ha moldeado durante siglos. Las gargantas, desfiladeros o cuevas, generadas por la acción del agua, cobran un sentido completo bajo la lluvia. Este rincón de Cádiz es ideal para perderse entre paisajes kársticos mientras la niebla y la humedad le dan el toque más especial.

3. Combarro, Pontevedra: un rincón gallego mejor bajo la marea alta 

Combarro es uno de los pueblos más especiales de Galicia, famoso por sus hórreos al borde del mar y sus callejones empedrados. 

Si es encantador en cualquier época del año, durante los días de lluvia y la marea alta, el pueblo adquiere un aire melancólico muy característico. Las gotas de agua golpean las piedras mientras el agua del mar rodea las construcciones antiguas, convirtiendo cada rincón en una postal idílica.

4. Santiago de Compostela: un destino mítico para días grises

Sin salir de Galicia, Santiago de Compostela es la ciudad que parece hecha para los días de lluvia. Su casco antiguo, con calles de piedra y monumentos históricos, se llena de charcos que reflejan las construcciones tradicionales, creando un juego de contrastes digno de fotografía.

Caminar por la plaza del Obradoiro bajo la lluvia, con el eco de las gotas cayendo sobre la catedral, es un momento perfecto para los más espirituales. El clima húmedo parece potenciar el carácter místico de la ciudad, dándole un encanto único.

5. Parque Nacional de Garajonay, La Gomera: una espacio místico entre la niebla

El Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera, es un verdadero templo a la naturaleza. Sus densos bosques de laurisilva junto a la lluvia y la niebla añaden un toque casi sobrenatural a su esencia.

Pasear por sus senderos durante un día lluvioso, avanzando entre la niebla y atravesando una vegetación densa y frondosa, da la sensación de estar accediendo a un nuevo espacio. Llegar hasta el punto más alto del parque mientras las nubes cubren el paisaje lo hace un destino estupendo para un día de lluvia.

Estos cinco destinos son la prueba de que la lluvia no tiene por qué arruinar una escapada, sino más bien crea una oportunidad para descubrir la mejor versión de la naturaleza y la arquitectura en algunos puntos de España. 

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