El peculiar homenaje a Agatha Christie que puedes encontrar en la isla de Tenerife

Agatha Christie es una de las escritoras con más libros vendidos, se cuentan por millones sus lectores traspasando décadas, generaciones e idiomas. Si bien sus obras y el personaje de Hércules Poirot son mundialmente conocidos, algunos aspectos de la vida de la autora no lo son tanto, y uno de sus episodios la vinculó con España.
El viaje de Agatha Christie en Tenerife
En el momento más complicado de su vida, en el que estaba pasando por el divorcio de su primer matrimonio y la reciente muerte de su madre, Agatha Christie se refugió en las islas Canarias junto a su hija y su secretaria, en búsqueda de recuperarse a sí misma, después de haber protagonizado una extraña desaparición.
Y es que justo cuando se enteró de la infidelidad de su marido, el coronel Archibald Christie, la escritora desapareció sin dejar rastro para aparecer un tiempo después en un hotel, sin acordarse de nada. Este episodio traumático hizo que recibiera tratamiento psiquiátrico y como descanso escogió Canarias.

Fueron tres meses los que una de las maestras del crimen escrito pasó en las islas Canarias, aterrizando primero en Tenerife, en 1927. Allí se refugiaría en Puerto de la Cruz, donde disfrutó del surf, una de sus grandes pasiones, y que por entonces era poco habitual entre mujeres occidentales.
La célebre escritora se hospedó en el hotel Taoro, ya desaparecido, y que era habitual entre la alta sociedad europea del siglo XX en Puerto de la Cruz. De su tiempo en la localidad tinerfeña quedan algunas huellas que se han erigido en como homenaje, siendo la más destacada las escaleras del Paseo San Amaro.
Las escaleras de Agatha Christie en Puerto de la Cruz
En el mencionado paseo se encuentran unas escaleras en las que cada escalón está pintado de un color y se puede leer cada uno de los títulos de las obras de Agatha Christie. Esto no solo es un homenaje a la escritora por su tiempo en la localidad, sino también un lugar desde el que se pueden apreciar unas interesantes vistas de la playa de arena negra volcánica que caracteriza a Puerto de la Cruz, por lo que merece la pena subir cada uno de ellos.
No es la única huella de Agatha Christie en Tenerife, sino que en la misma localidad encontramos la primera calle que se le otorgó, en el conocido como Paseo de los Cipreses, del que ella hace numerosas referencias en su obra El enigmático señor Quinn que publicó en 1930, en concreto en el capítulo El hombre del mar. En Puerto de la Cruz, además, Agatha Christie finalizaría El misterio del tren azul, una novela que tenía incompleta y que pudo acabar al recuperarse anímicamente.
Pero el homenaje de Puerto de la Cruz, en Tenerife, también llega al ámbito literario, al celebrar de forma bianual el Festival Internacional Agatha Christie, desde 2007, y que reúne a autores británicos y españoles expertos en la autora o especializados en novela negra o de misterios, para celebrar a la escritora y la conexión de la isla con Reino Unido.
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