De la crisis más honda a la abundancia total: el platanero canario multiplica por tres sus ingresos

Silencio en la sala, mucho silencio, que al fin hay precios bien remunerados, como pocas veces antes en los años más recientes, para el agricultor del plátano en Canarias. Lo mismo no se puede decir de lo que debe pagar el consumidor final estos días y semanas por ese género alimentario servido en fresco, pero una cosa, como bien se sabe, suele conducir a la otra en las economías de mercado. Ley de la oferta y la demanda, se suele decir a veces con mucha ligereza.
El productor de esa fruta en las islas, como término medio y para altas calidades, ya va a ingresar en su cuenta bancaria, descontados los costes de empaquetado y de comercialización a la Península, aparte de otros menores (con un total en este apartado de entre 0,40 y 0,45 euros por kilo), nada menos que 1,38 euros por kilo, según los registros más recientes servidos por el Ministerio de Agricultura, que son los de la última semana del mes de marzo, los días del 24 al 30.
Esto quiere decir que, después de algunas semanas de enero con precios medios liquidados al agricultor canario por debajo de sus costes agrícolas de producción, la dinámica es ahora, desde hace semanas, bien distinta, ha virado y no ha dejado de mejorar para los intereses al menos a corto plazo de los plataneros isleños.
En apenas tres meses, lo que prácticamente va de este 2025, el precio liquidado al agricultor canario (que ha soportado dos años, 2023 y 2024, con casi todas sus semanas y meses con crisis aguda de ingresos y a la vez pérdidas dramáticas, al menos para la mayoría de los cosecheros) se ha multiplicado por tres, pues ha pasado de un promedio de 0,43 euros por kilo en la primera semana de enero pasado, para las categorías superiores, a los casi 1,40 euros, que es el valor que recibirán los agricultores canarios para la semana 13, tal y como indica el MAPA en sus estadísticas más recientes. Ese es el valor ingresado solo antes de sufragar los gastos agrícolas en finca, estos en la horquilla de 0,60 a 0,70 euros por kilo, y también de forma previa a la recepción de la ayuda directa de la Unión Europea (UE) que se regula en el programa Posei, con 0,33 euros por kilo comercializado hasta un máximo de 420 millones de kilos al año y que se paga en mitades por semestres.

La actual coyuntura de precios en el casi único mercado de expedición de la fruta canaria tiene que ver con la reducción de la marca de corte del plátano en las islas (menos oferta), ahora en promedios de siete millones de kilos e incluso por debajo de ese nivel como cifra de embarque al mercado exterior por semana, y con la combinación de esa circunstancia y la escasez del género competidor en las mismas plazas de la Península: la banana. Estos dos factores, de manera central, están en el origen de la abundancia actual en ingresos del agricultor local, que coloca su fruta en la Península a precios en torno a los 1,80 euros por kilo para el género de más calidad, siempre en primera transacción, en verde y al por mayor (sin descontar en ese precio los costes de empaquetado y comercialización); esto es, al madurador mayorista.
Los valores promedios de venta de la fruta canaria en verde y al por mayor derivan en precios de venta al público elevadísimos en la Península, con horquillas para las calidades superiores y con servicio a granel por encima de los tres euros por kilo y hasta con más de 3,20. La fruta isleña certificada como producto ecológico llega a superar prácticamente en todos los casos los 4 euros por kilo.
En el otro lado, el de la competencia al plátano canario, está la banana, la fruta con origen centroamericano o del África occidental, esta con precios de venta al público muchísimos más bajos, con diferencias de hasta 2 euros por kilo. La banana se puede comprar en grandes superficies a algo más de un euro por kilo o en torno a 1,50 euros, también a granel, esto es, sin estar envasada y sin acreditación como agricultura ecológica.
En Canarias, las cosas no se trasladan de modo muy diferente, pese a que los productores son de aquí, próximos. En las islas, en supermercados e hipermercados de referencia, los de las grandes cadenas de distribución minorista, los precios de venta al público no han dejado de subir y hay tiendas con valores marcados de hasta 2,90 euros por kilo para calidad extra. Lo normal es que los precios que paga el consumidor final oscilen entre los 2,50 euros por kilo y los casi 3, con los plátanos vendidos a dedo, por unidades y a granel, ya por encima de los 1,50 euros.
Los precios en Canarias, como ocurre, pero en mayor dimensión en la Península, también están por las nubes.
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