El plátano de Canarias se pone por las nubes

El plátano de Canarias, una fruta con indicación geográfica protegida (IGP), tiene en estos momentos su mejor coyuntura comercial en casa, en el mercado interior de las islas (con 44 millones de kilos comercializados en 2024), pero sobre todo fuera de las islas, en su principal y casi único destino, el de la Península, donde en 2024 se enviaron 360 millones de kilos de una producción total de 425 millones. Solo 13 millones de kilos se exportaron a otros países en 2024, de los que 11 llegaron a Marruecos, fruta con origen en la llamada pica, el género que se inutiliza por exceso de oferta, se entrega a organizaciones de acción social o se manda a ese país vecino.
Los precios de la fruta canaria por excelencia, en primera transacción al por mayor y en verde para el destino peninsular, no han dejado de crecer desde febrero pasado, hasta donde se llegó casi con solo valores de ruina percibidos por los cosecheros isleños en prácticamente todo el 2024 (también antes, en 2023) y hasta ese mes, con medias que entonces oscilaban entre los 0,40 y los 0,50 euros por kilo liquidados a los plataneros locales para sus mejores calidades.
Esa horquilla representaba el abono en cuenta bancaria a los productores isleños (por parte de las cooperativas y entidades comercializadoras de sus respectivas OPP), tras restárseles los costes de empaquetado y envío a la Península, antes de cubrir los gastos propios del cultivo y sin contabilizar el pago de la ayuda directa máxima de 0,33 euros por kilo, la que financia la Unión Europea (UE) y se regula dentro del programa Posei, con 141,1 millones de euros totales al año.
Tras la potente crisis de precios vivida por el plátano de Canarias, su etapa ahora concluida de vacas flacas, las cotizaciones de la fruta isleña no han dejado de subir y subir, lo que ha ocurrido a partir de febrero de este año y perdura hasta hoy en día, en principio sin final a corto plazo.
Los agricultores locales, con la sonrisa dibujada en sus caras
En la semana más reciente con registros oficiales de liquidaciones medias proyectadas o que recibirán los agricultores de las islas (descontados los gastos de comercialización), los aportados por el Ministerio de Agricultura para la semana 11, del 10 al 16 de marzo, el valor medio que se prevé liquidar a los productores canarios es nada menos que 1,19 euros por kilo, lo que implica la obtención de un precio remunerativo muy alto, por encima, y con mucha solvencia, del coste de producción agrícola de esta fruta en las islas, en una horquilla de 0,60-0,70 euros por kilo para la fruta convencional.
Así se tiene que el mercado concede en torno a 0,50 euros por kilo de beneficio máximo y bruto al agricultor, y ello sin todavía contabilizar el apoyo público comunitario por kilo, en 0,33 euros o muy poco menos, esto último dependiendo de cuál sea la producción final en 2025, de si está por debajo o por encima de los 420 millones de kilos.
Los precios medios actuales de venta al por mayor y en verde en la Península en primera transacción, que son, por lo tanto, muy altos, en los umbrales promedios de 1,65-1,70 euros por kilo, conducen a valores de venta al público, de transacción final o la compra en el supermercado, en umbrales por encima de los 3,50 euros por kilo en la Península y en el entorno de 2,50 euros o más en el mercado interior canario. Los plátanos que se venden a dedo, sueltos, sin estar en manilla, de peor calidad y por ello solo existentes en las islas, es poco probable que se puedan conseguir por debajo de los 1,50 euros por kilo.
Esta dinámica en el mercado peninsular responde a dos factores esenciales: la menor presencia de banana, lo que se explica por varios factores, y también el envío más reducido de fruta desde las islas a ese mismo destino porque se corta o hay menos, con marcas de envío que ya hace semanas no superan los siete millones de kilos, cuando en tiempos de precios no remunerativos en la Península para el agricultor local se estaba por encima de los ocho millones de kilos a la semana.
La marca de embarque, clave en la cotización de la fruta canaria
La semana que entra, la 13, del 24 al 30 de marzo, la marca de embarque aprobada por el Comité de Comercialización de Asprocan se halla en una bajísima cifra de 6,4 millones de euros. El momento, sin duda, es muy bueno para el productor isleño, por las razones ya expuestas, y peor, obvio, para el consumidor final, principalmente el peninsular, que debe elegir entre el más reconocido plátano de Canarias, a más de 3,5 euros por kilo, el de calidad, o la banana, hasta dos euros de diferencia por kilo más barata.
La escalada de precios de la fruta isleña se aprecia con nitidez en las tres semanas más recientes con datos oficiales de liquidación al agricultor isleño, con 0,85 euros por kilo de media en la semana 9, con 1,08 en la semana 10 (del 3 al 9 de marzo) y con los 1,19 ya mencionados de la semana 11, del 10 al 16 de marzo pasado, la última con registros, por ahora.
Como este valor más reciente es el recibido por el cosechero canario, antes de cubrir los costes de producción agrícola y de sumar la ayuda directa de la UE, el precio medio de venta al por mayor y en verde, en primera transacción, es entre 0,45 y 0,50 euros por kilo superior, lo que da para cubrir los costes de empaquetado y envío a la Península, estos ya descontados de las cantidades percibidas por los agricultores.
En un hipermercado del centro de Santa Cruz de Tenerife, el plátano se vendía este sábado, el de calidad, a 2,60 euros por kilo, mientras que en otro establecimiento similar y para la misma categoría, pero localizado en Madrid, el precio de transacción final se hallaba muy cerca de los cuatro euros por kilo. En cambio, la banana, que no se comercializa en Canarias, se ofrecía en los estantes de centros de venta minorista del resto de España hasta a dos euros por kilo menos que la fruta canaria.
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