Norwich y la costa de Norfolk: una ciudad medieval que casi nadie conoce y las dunas más bonitas de Inglaterra

Los claustros de la Catedral de Norwich. Aquí se acumulan más de mil capiteles historiados. Una de las mayores colecciones de escultura medieval de Europa.

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¿Y si te dijera que la ciudad de Norwich es una de las ciudades medievales más importantes y mejor conservadas de Europa? Seguramente, lo primero que responderías es con otra pregunta: ¿Dónde está Norwich? Pues a 180 kilómetros de Londres y a apenas un paso de la ciudad universitaria de Cambridge (101 kilómetros). Dos horas de conducción tranquila desde la capital inglesa. Esta ciudad pequeña y tranquila ejerce de capital de la región de la East Anglia (Anglia Oriental), uno de los siete reinos históricos de la Inglaterra medieval que te sonarán de algo si eres un fanático (como nosotros) de las películas y series ambientadas en esta época de la historia europea (es un topónimo habitual en series como Vikingos o El Último Reino). Inglaterra es uno de los mejores lugares del mundo para hacer viajes con contenido cultural e histórico. Hasta el más pequeño pueblo o la aldea más insignificante tiene algún gran monumento o relación con algún hecho importante o con un personaje (ficticio o no) clave de la cultura o la historia del país (cuanto podríamos a prender de ellos en la ‘explotación’ y conservación del patrimonio).

A diferencia de otras vecinas con pasados más ilustres, la biografía de Norwich se remonta a la Edad Media y no bebe de fuentes romanas o anteriores. Las primeras referencias sobre la ciudad son relativamente tardías (en torno al siglo X). Las claves de estos primeros pasos se encuentran en Castle Quarter, el núcleo más antiguo del lugar. El Castillo de Norwich (Castle Street, sn) no sólo es gigantesco. Es, también, una rareza. Tanto que parece una escultura irreal. Y no. Estamos ante uno de los castillos normandos más antiguos y mejor conservados del país. Una torre fuerte mandada a construir por el mismísimo Guillermo el Conquistador para sostener el poder del nuevo amo normando en tierra recién conquistada. La enorme torre románica (de las mejores de toda Europa) es sólo la punta de un iceberg de viejos parapetos, muros, foso,  puertas y hasta una cárcel del siglo XVIII que se ha convertido en uno de los centros culturales más completos del país: museos que van desde el arte antiguo a la historia militar; de las ciencias naturales al arte contemporáneo. La colina del castillo ejerce de punto de partida para descubrir una ciudad que peses a ser más ‘moderna’ tiene uno de los mejores cascos históricos del país.

La esencia medieval de Norwich se reparte entre tres grandes hitos. El primero es su castillo y el segundo, siguiendo un hipotético eje norte-sur es Elm Hill, una de las calles más bonitas de todo el país. Esto es un museo vivo. No nos vamos tan atrás en el tiempo como con el castillo, pero aquí se encuentra uno de los conjuntos de casas medievales más brutales de Inglaterra. Ganan por goleada los edificios de estilo Tudor (siglos XV y XVI) con sus ventanales emplomados y sus tramas de madera pero pueden verse algunos muros más antiguos y otros grandes monumentos como The Halls –los pasillos- (St Andrew's Plain), antiguos salones monásticos reconvertidos en centros culturales. Britons Arms (Elm Hill, 9) es la más antigua de las casas de la calle (siglo XIV) y la única que se salvó de un incendio brutal a inicios del XVI. Fue beaterio (casa para beatas), consultorio médico y almacén de lanas hasta que se convirtió en cervecería allá por el año 1760. Y ahí sigue. Un pub con mucha historia encima.

Decíamos que el centro de Norwich se apoyaba en tres grandes lugares. El tercero es la Catedral de la Santísima Trinidad (CL Street, 57), otra joya del arte normando que se remonta al siglo XI, pocas décadas después de la conquista de la isla por las tropas de Guillermo. La catedral es gigantesca. Dicen que para hacerle hueco se derribaron más de una veintena de casas sajonas y hasta dos iglesias anteriores. El resultado es una de las grandes catedrales normandas que cuenta, por ejemplo, con el segundo claustro más grande del país. En este alarde arquitectónico se cuentan más de mil capiteles historiados que conforman una de las colecciones de escultura medieval más importantes de Europa (cientos de ellos policromados y preciosos). Por dentro la catedral es un ejemplo paradigmático del paso del románico al gótico. Una gozada.

Un paseo por Norwich.- EL tamaño del casco histórico permite ir y venir para descubrir los grandes monumentos y los pequeños detalles. Muy cerca de la colina del castillo de encuentra Market Place, plaza pública de grandes dimensiones que aún sigue siendo la sede del mercado local. A dos pasos de aquí nos encontramos con The Royal Arcade (Market Place), una galería cubierta a medio camino entre el neomedievalismo victoriano y el art nouveau que atestigua su vida a caballo entre los últimos XIX y los primeros XX. La plaza también sirve de marco espacial para St Peter Mancroft (Hay Hill), una preciosa parroquia gótica del siglo XV erigida por los gremios locales, el Ayuntamiento (St Peter’s Street), con su contundente arquitectura georgiana –siglo XVIII-, el viejo Guildhall (Gaol Hill), ayuntamiento medieval que también ejercía de mazmorra, y un entorno de casonas y edificios donde mandan la madera, la piedra y el ladrillo (no dejes de subir por St Giles Street hasta St Giles on the Hill –siglo XIV-).

EL otro lugar de interés que queremos destacar se vincula por proximidad a Elm Hill. St George´s Street pasa justo en frente de The Halls y se encuentra con el Río Wensun a través de un pequeño puente de piedra y ladrillo situado en un entorno precioso (St. George’s Bridge). Este es el rincón más bonito de la ciudad. Desde Fryars Quay (embarcaderos) puedes ver viejas casas de ladrillo, algunos edificios monumentales como la sede histórica de la Universidad de Norwich (St George’s Street) y sobre los tejados la mole imponente de la catedral. No dejes la oportunidad de visitar la pequeña iglesia de St. Clement the Martyr (Colegate Street). No es gran cosa pero más allá de que es una de las iglesias medievales de la ciudad es de las pocas que aún estando en plena trama urbana conserva un pequeño jardín que también ejerce de cementerio. El entorno de esta zona (entre los puentes de San Jorge y Fye Bridge) es precioso con casitas, pequeñas plazas y sorpresas como la propia San Clemente.

Blickling Hall y La Costa de Norfolk.- A pocos kilómetros de la ciudad de Norwich nos encontramos con una de esas casonas nobiliarias rurales tan típicas y, a la vez, extraordinarias en este país. Blicking Hall (acceso desde A-140 –Aylsham-) está ligada a una de las familias con más resonancia histórica de la Inglaterra de los siglos XIV y XV: los Bolena. La casona que se puede ver hoy es fruto de una remodelación integral realizada en el siglo XVII que le dio un aspecto palaciego. Sólo para ver la biblioteca merece la pena llegarse hasta aquí. Para los amantes de la historia bélica y/o la aviación hay que decir que el lugar sirvió como cuartel general de uno de los más importantes escuadrones de bombarderos de la Segunda Guerra Mundial y que parte de la casa está dedicada a un museo sobre este hecho.

Terminamos este paseo junto al mar en el Paisaje Nacional de Norfolk Coastal. Esta zona alterna grandes playas con enormes campos de dunas y marismas gigantescas que se dejan ver con todo su esplendor con las mareas bajas. Es una de las zonas de litoral más bonitas del Reino Unido. Si vas con prisas, el mejor lugar para ver es Blakeney Point donde puedes ver como una especie de resumen de toda el área en pocos kilómetros: marismas, dunas, bosques que llegan a la orilla del mar y un estuario alucinante donde hay hasta colonias de focas.

Fotos bajo Licencia CC: Draco2008; Rick Massey; Nic McPhee; Martin Pettitt; Glen Bowman; Tony Hisgett; Klovovi; Richard Whitaker; Rev Stan

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