Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Este blog pretende transmitir reflexiones sobre música, literatura, arte, pensamiento y cultura en general, sin eludir la dimensión política. Trata de analizar la realidad, especialmente cuando, como ocurre con frecuencia, supera la ficción.

El grito de Sieglinde

Wegener, Liebreich y Behle, con la OV, durante la interpretación de ‘La walkyria’.
5 de abril de 2025 18:37 h

0

El viernes 4 la Orquestra de València interpretó el primer acto de La walkyria de Richard Wagner en versión de concierto en el Palau de la Música bajo la dirección de Alexander Liebreich. Cuando al final Siegmund logra sacar del fresno la espada clavada por su padre Wälse (el dios Wotan), Sieglinde lanza un desgarrado grito. La cantante Sarah Wegener, que interpretaba el papel, imitó a Leonie Rysanek, quien en 1958 en el Festival de Bayreuth introdujo esa innovación, no prevista en la partitura de Wagner. El compositor y autor del libreto se limita a decir en la acotación escénica: “Arranca del tronco la espada con un poderoso tirón y la muestra a Sieglinde, embargada de asombro y entusiasmo”.

A muchos aficionados les sonará familiar el grito, porque aparece en algunas grabaciones. Yo lo escuché en la primera edición fonográfica que compré de El anillo del nibelungo, dirigido en Bayreuth por Karl Böhm en 1966, publicada en discos de vinilo por el sello Philips, con Rysanek en el papel de Sieglinde. El grito no me causa sorpresa; al contrario, lo echo de menos cuando la cantante permanece en silencio tras la simbólica extracción de la espada Notung.

Una interpretación de Wagner siempre es un acontecimiento, aunque, como el día 4, fuera solo un acto y en versión de concierto. Había un centenar de músicos sobre el escenario, con una muy nutrida cuerda, arpas, dos juegos de timbales y cuatro tubas Wagner, instrumentos que el compositor ideó para el Anillo. Daniel Behle cantó el papel de Siegmund y Ante Jerkunica el de Hunding. Por cierto, que el texto proyectado sorprendentemente decía “Wälsung”, que es el apelativo de cada uno de los hijos, Sigmund y Sieglinde, cuando Siegmund canta “Wälse”, refiriéndose al padre de ambos.

Del prólogo y tres jornadas en que se divide la Tetralogía de Wagner, la primera, La walkyria, es probablemente el título más popular y el que con más facilidad se representa fuera del ciclo completo. Se estrenó separado en 1870 en el Teatro de la Corte Real de Múnich, a instancias del rey Luis II de Baviera, contra los deseos de Wagner, que siempre consideró el Anillo una obra en cuatro partes. De hecho, en el festival de Bayreuth se vende una sola entrada para las cuatro representaciones. El Anillo se estrenó completo en la primera edición del festival, en 1876. 

En València no se estrenó La walkyria hasta 1907, con dirección de Edoardo Mascheroni y se repuso en 1920, bajo la batuta de Enrique Fernández Arbós. En ambos casos se representó en italiano, como era habitual entonces en España. La Orquestra de València la interpretó por primera vez el 28 de julio de 1953, en este caso ya en alemán, bajo la dirección de Napoleone Annovazzi. Fue en los Jardines del Real y la representación empezaba a las 22.45, con lo que debió acabar a muy altas horas de la madrugada.

Aunque parezca sorprendente, la Orquestra de València tardó 38 años en volver a poner en atriles esa obra. Fue el 24 de mayo de 1991, bajo la dirección de Randall Behr, ya en el Palau de la Música, y en años sucesivos se ofrecieron las tres partes restantes del ciclo. El Palau de Les Arts empezó a ofrecer la Tetralogíaen 2007, con El oro del Rin, seguido en 2008 de La walkyria. En 2009 programó completo ese Anillo, con la espectacular producción de Carlus Padrissa (La Fura dels Baus) y dirección musical de Zubin Mehta. Eran los años de Helga Schmidt.

En cuanto a la OV, tras el Anillo de los noventa, solo ha ofrecido el primer acto de La walkyria en tres ocasiones. Su duración (una hora) y su acción se adaptan muy bien a la sala de conciertos. La primera fue en 2014 con Yaron Traub y la segunda en 2022, en el Teatro Principal, ya con Liebreich, durante la triste época de cierre del Palau por obras. En la última hemos escuchado el grito de Sieglinde. Probablemente es el momento de que el teatro o el auditorio vuelvan sobre esa obra capital que es la Tetralogía de Wagner.

Sobre este blog

Este blog pretende transmitir reflexiones sobre música, literatura, arte, pensamiento y cultura en general, sin eludir la dimensión política. Trata de analizar la realidad, especialmente cuando, como ocurre con frecuencia, supera la ficción.

Autores

Etiquetas
stats