El proyecto de autovía entre Badajoz y Espiel, pendiente también de un informe de la Junta de Extremadura

El proyecto para construir una autovía entre Badajoz y Espiel no solo sigue pendiente de un estudio de impacto ambiental que se está redactando. También de un informe de la Junta de Extremadura sobre patrimonio cultural posiblemente afectado durante su construcción en el tramo pacense.

Hace dos años, el Gobierno suspendió la tramitación de este proyecto a la espera de un estudio de impacto ambiental que se sigue demorando y que aún no ha sido entregado. Ahora, y en respuesta a preguntas de los senadores del PP, el Ejecutivo admite que además del informe de impacto ambiental está pendiente “el informe preceptivo en materia de patrimonio cultural que debe de emitir la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura”.

La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible sigue pendiente de este documento para poder formular sus alegaciones. Entonces, se optará por “la alternativa de trazado que resulte más favorable”, señala el Ejecutivo, algo que a estas alturas sigue estando condicionado a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

El plan en la provincia de Córdoba se ha dividido en tres anteproyectos: Badajoz-Espiel, Espiel-Córdoba y Córdoba-Granada. El primer tramo era, hasta ahora, el más avanzado. Se había elegido ya un trazado concreto. El segundo consistirá en un desdoble de la carretera, por la imposibilidad de construir una nueva autovía por mitad de Sierra Morena. El tercero es el que acumula más retrasos y será una autovía.

El primer tramo sigue sin avanzar por la falta de ese estudio de impacto ambiental. Los estudios previos podrían caducar. Por eso se ha decidido suspender la tramitación hasta que no esté listo. El trazado atraviesa varias zonas ambientalmente protegidas, como la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) del Alto Guadiato.

El informe está pendiente de resolver varias cuestiones, según consta en la respuesta parlamentaria, a la que ha tenido acceso este periódico. Así, hay que resolver los “impactos sobre la vegetación y fauna”, ya que se “requiere un estudio más detallado sobre los impactos en la vegetación, hábitats de interés comunitario, flora protegida y aves esteparias protegidas”. También se ha encargado un análisis detallado de los impactos sobre el lince ibérico y medidas de mitigación del efecto barrera e “información adicional sobre la presencia y distribución de especies protegidas de fauna y medidas correctoras del proyecto”.

Además, se entiende que hay que hacer “una evaluación más detallada de los impactos sobre los espacios de la Red Natura 2000 y medidas de mitigación”, además de “una valoración más exhaustiva y cuantitativa de los impactos ambientales”. Por último, se ha pedido “una identificación y valoración más específica de los riesgos asociados al proyecto”.