La sanidad gallega sigue sin recuperar los tiempos de espera que tenía antes de la pandemia para una operación

La espera media para someterse a una intervención quirúrgica en la sanidad pública gallega cerró el año pasado en 67,1 días. La cifra es prácticamente la misma que al término de 2023, cuando se situó en 67,5 días. Y, aunque mejora los resultados de 2020, 2021 y 2022, sigue lejos de recuperar el nivel que había antes de la pandemia y que ya suponía una demora de unos 54 días para pasar por quirófano en el Servizo Galego de Saúde (Sergas).
El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, presentó el balance a diciembre de 2024 ante los medios y trató de sacar pecho de las mejoras en un sistema que no ha remontado lo suficiente como para equipararse a los datos de antes de la COVID. Puso el foco en que la actividad quirúrgica superó por primera vez las 200.000 operaciones el año pasado y que la representa un incremento del 5,6% con respecto a 2023. También destacó que la espera se reduce drásticamente en las vías rápidas de sospecha de cáncer, en las que está en 5,8 días, y en los procesos para los que la Xunta da una garantía de tiempo máximo de espera. Son solo para un grupo de intervenciones, asociadas fundamentalmente a enfermedades graves. El resto de dolencias no tiene un compromiso por parte del Gobierno gallego de que no superará un determinado tiempo, un cambio que introdujo Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta.
Los datos de la Xunta especifican que, a 31 de diciembre de 2024, la espera media para una operación en los hospitales del Sergas era de 67,5 días, una demora que cae a 59,1 en Povisa, un hospital con el que el Gobierno gallego tiene un millonario concierto para que atienda a decenas de miles de pacientes del área de Vigo. Si se tienen en cuenta los datos de este centro también, la media es de 67,1 días.
En total, eran 45.839 las personas a la espera de una operación contabilizadas oficialmente por el Sergas al cierre del año pasado. La mayor parte de ellas, tenía una espera de hasta tres meses, pero a 1.876 les constaba una demora de entre medio año y un año y a 14, más de 12 meses. Por áreas sanitarias, las esperas más largas son en la de A Coruña, con 78,5 días. En la de Santiago la cifra es de 73,5 días y en Ourense, de 69,5. Son las tres que están por encima de la media. Por debajo figuran Vigo, con 63,8 días; Pontevedra, con 62; Ferrol, con 53,8 y Lugo, con 47,5.
La demora para acceder a una consulta con un especialista se sitúa en 60,8 días. El dato mejora los 73,4 días de demora de 2023, pero, como en el caso de las operaciones, sigue lejos de los niveles previos a la pandemia. Al cierre de 2019, la espera media era de 41,5 días en Galicia. Los peores datos están actualmente en las áreas sanitarias de Ourense y Lugo, con 86 y 79 días, respectivamente. Las cifras registran grandes variaciones entre especialidades y áreas sanitarias: de los 160 días en cardiología en Lugo a los entre tres y 15 días que hay que aguardar para oncología médica en cualquiera de los hospitales gallegos.
A los datos de las listas de espera sindicatos médicos y plataformas en defensa de la sanidad pública les hacen la crítica de que no se incluyen los registros no estructurales. Apuntan en dos direcciones: la espera se cuenta desde la fecha de entrada en el registro, la fecha de indicación de la consulta o prueba por el médico peticionario, es decir, cuando el paciente tiene una cita con fecha y hora. En segundo lugar, quienes rechacen ser intervenidos quirúrgicamente en un centro privado -algo que la sanidad pública gallega ofrece en muchos casos cuando los plazos se alargan-, desaparecen de la lista estructural.
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