KILÓMETRO CERO
Mermelada de economía circular

La primera mermelada ecológica de La Rioja: economía circular con la fruta de aquí y para vender aquí

Miembros de El Colletero presentan la mermelada ecológica que preparan

Ester Fernández García

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Economía circular, comercio justo, voluntariado, memoria biocultural y kilómetro cero. Son los ingredientes que no aparecen en la etiqueta de la primera mermelada con certificado de ecológico de La Rioja, la que elabora El Colletero, pero que se pueden saborear y, sobre todo, apreciar cuando conoces el proyecto.

Esta iniciativa nace en la base de El Colletero, sus huertas en el Valle del Iregua. La fruta que no pueden vender en el mercado, en las cestas de sus socios, porque tiene algún defecto la aprovechan para mermelada. “Hacemos economía circular, le damos un primer aprovechamiento, conseguimos otro producto y todos los residuos del proceso vuelve a nuestras huertas como compost”, explica Raquel Ramírez, una de las miembros de El Colletero. “Hacemos el ciclo completo de un producto, la fruta en este caso”.

Son productores de agricultura ecológica y llevaban un tiempo elaborando sus mermeladas con etiqueta convencional. Ahora han dado un paso adelante y han realizado todas las auditorías para que el producto sea reconocido como ecológico, las primeras mermeladas con el sello de ecológicas de La Rioja.

La fruta que utilizan en las de sus propias huertas. Hay mermelada de cereza, ciruela y melocotón y han incorporado de manzana, de pera, de manzana y pera y de higos. Además de las frutas con nombre y calidad consolidadas, como la ciruela de Nalda o las peras de Rincón, en El Colletero están recuperando variedades antiguas y autóctonas a través de estas mermeladas, como es el caso de la manzana camuesa o la manzana de hielo, que prácticamente han desaparecido. “La gente mayor cuando la prueban identifican rápidamente el sabor de una fruta que hacía mucho que no comían”, explica Ramírez.

Y es que la memoria biocultural está presente en este producto desde el modo de elaboración. Se hacen al baño maría según el método tradicional, con el objetivo de “buscar lo que hacían los mayores para hacer productos que hagan de puente entre el pasado y el futuro”, explican en El Colletero. También se embota y se hace el vacío deforma tradicional. A veces las realizan con niños o en colegios para que, además de conocer estos métodos tradicionales, entiendan con un ejemplo claro y concreto cómo funciona la economía circular.

Se trata de una iniciativa ecosocial que se realiza con voluntariado, y supone un complemento para financiar todos los proyectos de la asociación. “La aspiración es siempre ofrecer puestos de trabajo”, apunta Raquel Ramírez y, aunque cree que podría conseguirse si se alcanzan unas ventas determinadas, puntualiza: “somos una asociación y no podemos competir con las empresas”. A través del voluntariado, en El Colletero también dan becas: “tenemos que aumentar las rentas”, consideran. Y añade Ramírez: “Las asociaciones y más con este enfoque ecosocial siempre va a buscar las necesidades que hay en el entorno y las necesidades son ilimitadas”.

Los objetivos que se cumplen con esta mermelada son numerosos. Otro es el comercio justo. Las mermeladas cuentan con un 80% de fruta y el resto es azúcar que, además de ecológica, procede de comercio justo. Además, las mermeladas se venden a un precio de 5 euros y en cercanía, en mercados de la zona y su tienda de comercio justo de Logroño. “Nuestro interés no es ir lejos, queremos trabajar en el kilómetro cero”, defienden en El Colletero.

Con el certificado de ecológico, las ventas de mermelada han crecido, “aunque sigue siendo muy discreta”, según aseguran sus promotoras. Sin embargo, una pequeña producción ya está cumpliendo en el kilómetro cero multitud de objetivos con un pequeño bote de mermelada ecológica.

Contenido patrocinado por el Gobierno de La Rioja

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