Vandalizan el monumento franquista de Pamplona con pintadas que reclaman su derribo

El monumento a los Caídos de Pamplona, el segundo de exaltación franquista más grande de España tras el de Cuelgamuros y el primero enclavado en terreno urbano, ha amanecido este martes vandalizado con pintura roja y varias pintadas en las que se reclama que sea derribado. El acto de vandalismo responde al acuerdo que hace unos meses alcanzaron EH Bildu, PSN y Geroa Bai, que suman mayoría en el pleno del Ayuntamiento de Pamplona así como en el del Parlamento de Navarra, para su resignificación, lo que ha contado con el rechazo de algunas asociaciones memorialistas, que consideran que este monumento que se alzó para homenajear a las víctimas del bando sublevado de la Guerra Civil no puede ser resignificado y piden que sea derribado.

La facha principal del monumento ha sido rociada con pintura roja y en sus laterales han aparecido dos pintadas en euskera a favor de su derribo: “Caídos eraitsi” (Caídos, demolición) y “Faxismoaren aurka lehen lerrora” (En primera línea contra el fascismo). Las pintadas se han realizado de madrugada.

El complejo arquitectónico de los Caídos se encuentra al final de la Avenida Carlos III, una de las principales arterias de Pamplona, y que conecta en el otro extremo con la céntrica Plaza del Castillo. Fue construido en 1942 por el arquitecto y miembro de la Junta Central Carlista de Navarra Víctor Eusa en honor a los 4.500 navarros del bando sublevado que fallecieron la Guerra Civil y para albergar los restos mortales de los máximos responsables de la sublevación militar en el 36, Mola y Sanjurjo, así como de otros seis combatientes del bando sublevado, todos ellos exhumados en 2016 en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica.

El monumento cuenta con varios elementos que contienen simbología franquista. Uno e ellos es la inscripción grabada en el frontispicio del edificio principal, que reza: “Navarra a sus muertos en la Cruzada”. El texto se encuentra desde hace años tapado por una lona, lo que ha permitido que el complejo haya esquivado la ley de Memoria Democrática. Además, en el interior del monumento también se taparon varias inscripciones, si bien se dejaron al descubierto los frescos de la cúpula, obra del pintor Ramón Soltz en los que se aprecia a Francisco Javier bautizando en Oriente.

El acuerdo cuenta con el rechazo de varias asociaciones memorialistas, así como de la coalición Contigo/Zurekin (Podemos, IU y Batzarre), que forma parte del Gobierno municipal de Pamplona, así como del de María Chivite en Navarra, y que ha denunciado haber sido excluida de la negociación para su resignificación.