La lucha por el trono de Urraca I de León, la primera reina de la Europa Cristiana Occidental

Urraca I de León, la primera reina que consiguió gobernar en la Europa Medieval.

Nacida el 24 de junio de 1081 Urraca Alfonsez ascendió al trono de León en 1109, con el nombre de Urraca I, siendo por ello, la primera mujer en reinar en Europa, como propietaria de pleno derecho de su Reino, el de León y por lo tanto de la Corona cuyo símbolo ostentaba.

Ella misma y su reinado desafiaron las normas convencionales de la Edad Media, que se caracterizó, como todos sabemos, por estar dominada por hombres cuyo único objetivo era la guerra para la expansión territorial. Su legado es de lucha inteligente, magnifica gestión, tenacidad y gran liderazgo que se ha de poner en valor, pues gobernó acertada e inteligentemente, un gran reino medieval, con todo en contra, incluso su segundo marido, a pesar de lo cual, supo jugar y conjugar de forma magistral e impecable el poder y su ejercicio sagaz, durante 17 años.

Nacimiento de una Reina

Urraca, fue la tercera hija de Alfonso VI (no hay que confundirla con Doña Urraca, la del cáliz, la señora de Zamora hermana de éste y tía suya) y de su esposa legítima doña Constanza de Borgoña, casa cuya importancia es conocida en Europa, esto parecía predestinarla a ser la heredera, pues aunque tenía dos hermanas mayores, Elvira y Teresa, eran hijas de una amante del Rey.

Al no haber varón, fue nombrada heredera y como tal, educada sobre todo por su madre, en las artes del gobierno y la estrategia, preparándola para su futuro reinado. Esta formación incluía estudios en las artes liberales, así como habilidades políticas y otras más mundanas, como la equitación y la caza,aunque todas ellas vitales para su responsabilidades futuras.

A pesar de ello, su padre no cejó en querer tener un hijo varón, para lo que desposó a una princesa musulmana, Zaida, teniendo con ella un hijo varón llamado Sancho Alfonsez. Al nacer Sancho le fue arrebatada la condición de heredera al trono, ostentándola su medio hermano a partir de ese momento.

Ascenso al poder

Alfonso VI, fue un gran rey que expandió su territorio, entre otras, con la conquista del norte del Tajo a los musulmanes. Quizás el episodio más simbólico de su reinado, fue la conquista de Toledo. El personaje más recordado junto a él, sin duda, Rodrigo Díaz, el Cid.

Urraca, aún menor de edad, fue desposada con el noble Raimundo de Borgoña, con quien tuvo un hijo, su heredero, Alfonso VII. La boda fue en pago de la ayuda que le había prestado a Alfonso VI en su lucha contra almorávides y en la fragmentación del Califato de Córdoba.

De este modo, de heredera del Reino de León, Urraca pasó a ser simple condesa consorte de Galicia. Aunque permanecía en la línea sucesoria de la Corona de León en manos de su padre.

Su marido muere en 1107 y en 1108 también su medio hermano Sancho. Esto podría haber supuesto la apertura a la sucesión, pero no fue así, a pesar del apoyo de parte de la nobleza, su padre, le impuso un nuevo enlace, esta vez con el rey aragonés Alfonso I, conocido como el Batallador. Finalmente la nombró heredera del Reino de León, ascendiendo al trono en 1109, y reinando durante 17 años, hasta su muerte en 1126, convirtiéndose en la primera reina de la Europa Cristiana Occidental. Su reinado fue largo y muy fructífero para León, poniendo las bases para el de su hijo y heredero, Alfonso VII, Imperator Legionensis Totius Hispaniae, primer rey de la casa de Borgoña.

Luchas de poder y desafíos para una Reina del Medievo

Su padre la nombra heredera porque no hay un varón, por la necesidad de estabilidad del reino , pero aún así, las intrigas y tensiones de los nobles desafiaban su legitimidad, teniendo que hacer frente a grandes rivalidades a través de alianzas, lo que fue una constante que marcaría su reinado, lo que de verdad la ha hecho grande, precisamente por esa lucha contra quien no entendía que una mujer fuera capaz de reinar con acierto y perspicacia.

Uno de sus principales enemigos fue su marido, el Batallador, a quien interesaba solo la guerra y la anexión territorial por conquista. La maltrataba, siendo uno de los principales focos de desestabilidad y conflicto de su reino, exacerbado sin duda por la falta de un heredero en común. El matrimonio fue declarado nulo, sin que ella, ya Reina, se volviera a casar, aunque tuvo relaciones con varios nobles.

Fue difícil mantener la integridad de sus territorios ante las incursiones de los almorávides, las presiones de reinos como el de Portugal, y de su propio esposo que le declaró la guerra y le arrebató territorios que fueron vueltos a reconquistar por ella. A pesar de estos obstáculos, Urraca demostró ser una gobernante magnifica, pues mantuvo la cohesión del Reino de León, gestionando de forma impecable las finanzas y la justicia, con una habilidad que no se le ha reconocido, seguramente por ser mujer. De hecho se la ha descrito de forma negativa, influenciado sin duda por la relación con su marido, pero documentos existentes del periodo muestran una realidad diferente: Urraca fue una magnifica administradora, al fortalecer la estructura gubernamental del reino, promover el arte y la cultura, manteniendo con habilidad las fronteras de sus dominios. Su gobierno, aunque desafiado constantemente por fuerzas externas e internas, demostró ser crucial en un periodo de transición y turbulencia en la península. En una época dominada por hombres, Urraca I de León se alzó como una figura excepcional. Una Domina de León.

Su papel como reina y madre

Su hijo con Raimundo de Borgoña, Alfonso VII, que heredó el Reino de León, con lo que su educación fue eje central en su política, preparándolo para continuar su legado que ha sido reconsiderado y puesto en valor en la actualidad. Las narrativas históricas sobre esta gran reina europea la reflejaban con la misoginia de la época, pero investigaciones científicas serias la han puesto en el lugar de la Historia que le corresponde por su eficacia como gobernante en un periodo muy complejo y dominado por hombres, empujados casi en exclusiva por la guerra y a la anexión territorial.

Hoy, Urraca se ha puesto en valor y está reconocida como la gran Reina leonesa y europea que fue, una pionera en el ejercicio inteligente, racional y sin complejos del poder femenino, ejercido con maestría y habilidad, pues estaba dominado por los hombres, destacando su lucha tenaz y la capacidad para gobernar inteligentemente a pesar de las graves hostilidades, incluso contra su marido, constituyendo un significativo, valioso e incomparable ejemplo de liderazgo femenino en la Historia, pues fue la primera mujer Reina de Europa.

Fallece el 8 de marzo de 1126, hace 899 años, está enterrada en el Panteón de los Reyes. Es nuestra obligación en el aniversario de su fallecimiento poner su legado en valor, sobre todo porque ese día se conmemora, no se celebra, el Día de la Mujer, como símbolo de la lucha por la igualdad, de la que Urraca I, fue ejemplo, pues, en sus citas, siempre decía “…con los hombres y las mujeres”, tenía clara la igualdad de ambos sexos, lo que fue, sin duda, escandaloso para la época. El año que viene está prevista una conmemoración estatal por su el noningentésimo aniversario de su fallecimiento.

Urraca I de León, primera reina Europea.

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