Un estudio desmonta el mito del loto azul y revela cómo se usaba en el antiguo Egipto

Durante décadas, el loto azul ha alimentado el imaginario colectivo como una planta sagrada y alucinógena vinculada a rituales sexuales y místicos del antiguo Egipto. Su imagen, asociada a escenas de embriaguez divina y éxtasis visionario, ha aparecido en papiros, tumbas y frescos. Pero ¿era realmente una planta psicodélica? Un joven investigador de la Universidad de California, Berkeley, ha puesto en duda esa narrativa.
El hombre que cuestionó un mito milenario
Liam McEvoy, estudiante de último año de antropología con especialización en egiptología, dedicó los últimos años a investigar a fondo la especie Nymphaea caerulea, el auténtico loto azul egipcio. Con la ayuda de químicos y botánicos, comparó ejemplares legítimos de esta planta con muestras comercializadas en Internet como si fueran el mismo vegetal, revelando diferencias clave en su composición y en su historia.
La chispa de su investigación se encendió con un documental británico de los años noventa titulado Sacred Weeds, en el que dos voluntarios ingerían vino infusionado con flores de loto para comprobar sus efectos alucinógenos. “No podía dejar de pensar en esa planta”, confesó McEvoy. Lo que comenzó como una curiosidad adolescente se convirtió en una investigación seria en colaboración con el Centro de Ciencia de los Psicodélicos de UC Berkeley.
Qué dice la ciencia sobre sus efectos
Su primera misión fue conseguir una muestra auténtica de loto azul, algo más difícil de lo esperado. El hábitat natural de la planta fue alterado drásticamente tras la construcción de la presa de Asuán, lo que la ha dejado al borde de la extinción. Finalmente, y tras contactar con usuarios especializados en Reddit, logró obtener un ejemplar verificado, que hoy crece en el jardín botánico de la universidad.
Gracias a la técnica de espectrometría de masas, McEvoy y su equipo analizaron los niveles de nuciferina, el alcaloide al que se atribuyen los efectos eufóricos. Compararon el loto azul genuino con versiones vendidas por internet, muchas de ellas etiquetadas con propiedades milagrosas como “promover el sueño” o “estimular la conexión espiritual”. El resultado fue contundente: las plantas comerciales no solo eran otra especie de nenúfar, sino que contenían niveles ínfimos del compuesto psicoactivo.

Una hipótesis alternativa sobre su consumo
Pero el hallazgo más interesante fue otro: el método de preparación. McEvoy sostiene que no bastaba con sumergir las flores en vino, como suele afirmarse. Dado que la nuciferina es ligeramente soluble en grasa, el investigador cree que los egipcios infusionaban las flores en aceites y luego los mezclaban con vino. Una hipótesis que planea reforzar con un nuevo análisis químico a una copa ceremonial de 3.000 años de antigüedad conservada en el Museo Hearst.
Desmontar el mito, más allá del laboratorio
La investigación de McEvoy desmonta no solo mitos modernos sobre las propiedades psicodélicas del loto azul, sino también errores acumulados durante décadas en la egiptología. “Quería contribuir a una conversación donde abunda la pseudociencia que beneficia económicamente a algunos”, explica. En un mercado donde se venden aceites esenciales a más de 150 euros por frasco, las conclusiones del estudio son especialmente relevantes.
McEvoy, que planea dedicarse al derecho de propiedad intelectual con foco en el conocimiento tradicional, considera que entender cómo las culturas antiguas usaban las plantas puede ayudarnos a desmontar los mitos de hoy. “Alguien que haya estudiado a las personas, y no solo la economía o la política, también debería estar en la mesa”, afirma.
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